Maurice Druon. Este es el nombre de uno de los literatos más importantes del siglo XX en Francia. Un hombre de vida interesante que llegó a ser oficial de caballería, miembro de la Resistencia, Ministro de Cultura en su país e integrante de la Academia gala.
No obstante, si hubo una profesión por la que fue conocida es por la de escritor, en la que cosechó gran éxito e incluso el Premio Goncourt en el año 1948.
La Historia le apasionaba y de ello queda muy buen reflejo en su amplia bibliografía que estuvo marcada por las sagas.
Entre ellas la más importante, sin duda alguna, es la trilogía Las grandes familias que gira entorno a la unión de las familias La Monnerie y Schoudler cuyos descendientes están destinados a dirigir el destino de Francia. Pero no lo tendrán nada fácil pues encontrarán en su camino un sinfín de escollos, oscuros planes, batallas y personajes llenos de ambición.
El primer libro de la citada saga llevó por título el nombre de la misma y fue el que le valió a Druon el mencionado Premio Goncourt. En dichas páginas se nos presentan los protagonistas, el cómo las familias se unen gracias a un matrimonio y cómo a partir de ese momento dan comienzo las primeras trabas al destino que se le has otorgado.
En el año 1949 fue cuando apareció en el mercado la segunda parte de la trilogía. En este caso, el título fue La caída de los cuerpos, que gira entorno al fin del anteriormente citado enlace tras el fallecimiento del esposo. Desde ese instante, la viuda inicia una vida nueva que le lleva a pasar otra vez por el altar para contraer nupcias con un militar sin caudal.
A su vez el lector descubrirá un sinfín de estrategias por parte del clan familiar para obtener dinero y posición social.
Y llega el final
En el año 1951 Maurice Druon decide poner fin a la trilogía y lo hace con la obra Cita en los infiernos. En ella se hace un retrato de la sociedad del país galo a través de los ahora descendientes de la familia Schoudler que se enfrentan a una vida donde les respalda una herencia y una fortuna que ahora ya están en continua decadencia.
Aunque esta es la saga literaria más importante del escritor francés no es la única que forma parte de su bibliografía. Así sobresale igualmente la que lleva por título Los reyes malditos, que llegó a conformarse por siete partes.
El rey de hierro fue la primera novela de la misma y en ella se asientan las bases de esta gran historia que da comienzo con una maldición, la que realiza el jefe de los templarios mientras es quemado en la hoguera. Las personas a las que va dirigido este maleficio son el rey de Francia Felipe el Hermoso y sus descendientes durante las siete generaciones siguientes.
Todos ellos accederán al trono del país pero ninguno llegará a estar mucho en él.
Su tierra natal y los métodos y artimañas que se producen en el seno de los círculos aristocráticos y de poder son, tal y como podemos ver, dos de los elementos que Maurice Druon utilizó en multitud de ocasiones.
Y es que ellos le proporcionaron la base fundamental para desarrollar unas novelas de gran impronta y de personajes inolvidables.
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