«Hoy», lo último de Juan Gelman

A veces las grandes voces llegan tarde a nuestros ojos. Nos pasamos años escuchando hablar de alguien pero no le prestamos la suficiente atención. Esto me ocurrió con Juan Gelman.

Hace poco me acerqué a él, gracias a la recomendación de mi amigo Antonio Royuela, que es un apasionado de su obra. Ahora lo leo y releo. Hay algo en su voz que creo, no puede pasar desapercibido.

Juan Gelman es sin lugar a dudas, y por sobre todo, un luchador; un hombre que ha sabido hacerle frente a los golpes de la vida con una entereza poco común. Y gracias a esto, con sus 83 años, publica un nuevo poemario; cuyo título es nada más ni nada menos que «Hoy». Y es que toda su obra habla del presente, de los diversos presentes que atravesaron de su vida o que su vida atravesó.

Primeros pasos en la poesía

Juan Gelman nació el 3 de mayo de 1930, en el barrio porteño de Villa Crespo. Sus padres eran de origen ucraniano y se habían asentado en aquel lugar, un barrio de marcada identidad judía, donde sus hijos podían crecer medianamente contenidos por un lenguaje multicultural y un grupo social con el que se sintieran identificados.

Es uno de los poetas argentinos más influyentes del último siglo, cuya obra ha recibido un extenso reconocimiento. Los galardones Cervantes en el 2007, Juan Rulfo en el 2000 y Reina Sofía en el 2005 son algunos de los que se le han otorgado.

Juan descubrió la poesía a través de unos versos de Pushkin, que su hermano mayor recitaba en ruso; él no comprendía lo que significaba aquello, pero le supo necesario y musical… Al poco tiempo, se dedicaba a escribir poemas y a los 14 años ya había publicado su primer poema en una revista «Rojo y Negro».

Fue ese espíritu luchador, que todavía posee, el que lo llevó a unirse a la Federación Juvenil Comunista y a fundar el grupo «El pan duro», del que participaban numerosos poetas del partido que se dedicaban a la escritura. El objetivo de este grupo era generar una poesía popular que se encontrara comprometida con la causa de los más desfavorecidos.

Actuaban en equipo y se ayudaban de forma cooperativa para publicar y difundir los trabajos. Con este grupo publicó su primer poemario que se tituló «Violín y otras cuestiones».

Activismo político

Gelman formó parte de la organización guerrillera que apoyaba el gobierno peronista. Primero, actuando de forma legal y más tarde desde la clandestinidad. En dicha época, el papel de Gelman fue fundamental para la comunicación y la acción cultural de las FAR.

Su viaje por diferentes países de Europa, como miembro de Montoneros, con el objetivo de mostrar y denunciar públicamente la violación de derechos humanos que estaba teniendo lugar en Argentina, no solo fue un acto necesario para el esclarecimiento de la visión que desde afuera se tenía sobre el país, sino que tambiénle dio un impulso imprescindible a su obra, que comenzó a ser leído y traducida a otros idiomas.

Gracias a su trabajo en 1976 el diario Le Monde publicó el primer repudio a la dictadura argentina firmado por importantes figuras del gobierno entre los que se encontraban François Mitterrand y Olof Palme.

Un dolor desgarrador

La acción político activista de Gelman fue sumamente intensa y los hechos que se le sucedieron marcaron no solo la vida de este hombre sino también su poética.

Entre ellos sin duda debemos mencionar la desaparición de su hijo y su nuera. Y con ellos de una nieta, todavía no nacida. (Años más tarde, después de mucho trabajo, el autor conseguiría conocerla; también encontrará el cuerpo de su hijo pero todavía continúa buscando el de su nuera).

Esta pérdida tan fuerte se ve reflejada en su obra. Según Gelman la pérdida de un hijo no termina nunca pero asegura que escribe desde el dolor de la pérdida y no desde el odio, porque éste solamente sirve para hacernos daño.

Lo nuevo de Gelman

En su nueva obra, «Hoy», nuevamente Gelman nos ofrece textos marcados por un dolor intenso y desgarrador; en los que puede percibirse la pérdida, una vez más, como fundamental protagonista en la vida del poeta.

Este nuevo libro se compone de unos 300 textos escritos de forma prosaica casi espontanea. Se queja de los «arreglitos» porque dice que siente que con ellos traiciona el mejor momento de la creación, que es el de la escritura. A pesar de que a veces uno escriba disparates, dice.

En «Hoy» podemos encontrar reflexiones acerca de esta realidad en la que la crisis económica se ha fusionado con la espiritual . En la que se ha instalado un sistema que tiene como objetivo recortarnos el espíritu para convertirnos en una tierra fértil donde crezca el autoritarismo. Y lo peor, expresa Gelman, una época en la que hay una especie de acostumbramiento al terrorismo, al hambre, a la falta de educación…

Pese a todo continúa escribiendo; parece de esos autores que no cesan, no porque tengan el deseo de no hacerlo, sino porque todavía les queda mucho por ofrecer a este mundo.

Juan Gelman llegó tarde a mi vida, pero quizás sea mejor así. No creo que pudiera haber leído su poesía y comprenderla bien en otra etapa de mi vida. A veces, las cosas ocurren por algo ¿no les parece? 😉