La Generación de 27 ha pasado a la Historia de la Literatura como una de las corrientes que aportó más autores españoles de calidad, siendo buena muestra de ello Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre o Luis Cernuda. No obstante, también es conocida por el hecho de que en ella se incluyen algunos de los mejores dramaturgos españoles de todos los tiempos.
Y es que se conformó por autores de teatro tan magníficos como Enrique Jardier Poncela o el mismo Lorca. Pero tampoco habría que pasar por alto la figura de Antonio de Lara, conocido popularmente como “Tono”, que formó parte de la prestigiosa publicación “La Codorniz” y que se caracterizó por crear obras con grandes dosis de humor, algunas de ellas caracterizadas por resaltar las situaciones más disparatadas.
Amplísima es la bibliografía que llevó a cabo dentro de este género el citado autor. No obstante, entre sus trabajos más significativos merece la pena destacar los siguientes:
Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario. En el año 1943 fue cuando se llevó a cabo el estreno de esta obra, presumiblemente escrita por aquella pluma junto al también afamado Miguel Mihura, que toma como protagonista absoluto a Abelardo.
Aquel es un joven multimillonario que está completamente enamorado de Margarita, una muchacha de clase media. Tan profundo es el sentimiento que siente por ella, que incluso accede a llevar a cabo la petición que le ha realizado su amada: perder su fortuna.
Así lo hará, se convertirá en mendigo. Y lo que descubrirá entonces es que la chica en ese caso también le rechazará por ser demasiado pobre.
El dolor que siente Abelardo no le impedirá tomar cartas en el asunto para salir de la situación en la que se encuentra. Así, gracias a que está lleno de ideas y es muy emprendedor, conseguirá organizar a todos los pobres de su entorno para crear la Pobre Trust Company. De esta manera, es como volverá a amasar millones de pesetas y recuperar su vida.
Guillermo Hotel. 1945 fue, sin embargo, cuando se llevó a cabo el estreno oficial de esta obra teatral, que es una de las más significativas de la carrera literaria de Antonio de Lara.
La figura central de la trama es Elena, una joven que acude a la ciudad de su novio para comenzar a preparar todos los preparativos de su próxima boda.
Como alojamiento elegirá un hotel que se convertirá en el escenario de situaciones de lo más pintorescas y divertidas. Y es que en él, y concretamente en la habitación de la muchacha, irán apareciendo personajes cuanto menos singulares.
Todo comenzará cuando un ladrón, intentando huir de la policía, se esconda debajo de la cama de Elena. Ese será el punto de partida de los enredos que se irán complicando cuando otro cliente del alojamiento se confunda, entre en la misma habitación y se acueste para dormir. Todo ello pillará por sorpresa a la joven que intentará hacer todo lo posible para mantener los nervios.
Pero no lo tendrá nada fácil. Y más cuando al día siguiente aparezcan en el cuarto su novio, sus padres y sus suegros. ¿Qué hará para mantener la reputación?
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