Primera entrega del ciclo Lecturas Abecediarias: recomendaciones de libros clásicos siguiendo el orden alfabético. ¿Los has leído?
La autora Louisa May Alcott comparó los buenos libros con los buenos amigos, y dijo que eran pocos pero seleccionados con exquisitez. Sin duda no podemos evitar que ciertos compañeros estén siempre con nosotros. Inicio un nuevo ciclo de recomendaciones lectores que consiste en repasar todo el abecedario buscando lecturas clásicas inolvidables y pensando en la importancia diaria de la lectura. Ojalá que te guste y que si alguna de estas criaturas son desconocidas para ti, les des una oportunidad. ¡Bienvenida a Lecturas Abecediarias!
A. «Azabache», de Anne Sewell
Es inevitable comenzar con esta novela maravillosa, «Azabache» de Anne Sewell. En mi caso supuso una de mis primeras lecturas y se convirtió en una de las principales responsables de que me apasionara tanto el universo de los libros, como lectora y como escritora. Y somos muchos los que hemos caído en las garras de esta deslumbrante pasión gracias a la voz de aquel corcel negro que supo crear con tanta lucidez Anne Sewell.
«Azabache» es la historia de un caballo narrada en primera persona por él mismo en restrospectiva que nos invita a pensar cómo es nuestra relación con el mundo y de qué forma las presiones y los mandatos sociales se van convirtiendo en norma aunque sean injustos. Lejos de ser una novela con tintes dogmáticos, la fluidez de la pluma y la frescura con la que el personaje nos va narrando su vida, y va haciendo aparecer a los muchos protagonistas que lo han acompañado, es deslumbrante y nos engancha desde el primer instante.
Sin duda es una novela preciosa que nadie debería perder. Una novela entretenida pero con fondo, que puede servirnos para pensar la vida desde otra perspectiva, sabiendo que aparte de nosotros hay otros, y esos otros también desean ser felices.
B. «Brujas», de Roal Dahl
El creador de «Matilda» tiene en su curriculum una gran cantidad de historias para niños y adultos que son fascinantes. A través de un tono que va de lo cómico a lo realista, ha sabido pintar características de la sociedad que pueden ser útiles para pensarnos y revisarnos. En el caso de «Brujas» estamos ante una historia entretenida que deja a la intemperie nuestros prejuicios y nuestros miedos y muestra esa cualidad irrisoria que tiene la vida.
Las brujas del mundo han decidido reunirse para encontrar un método silencioso que aniquile a todos los niños del mundo. Pero el protagonista de esta historia deberá luchar para que este plan se lleve a cabo. A lo largo de la historia, que se encuentra narrada en primera persona, lo acompañaremos en su empeño por demostrar que las brujas son peligrosas y que no se puede fiar de ellas: pero algo le hará replantearse su punto de vista, y esto es lo verdaderamente importante de esta historia. Una novela ideal para iniciar a los peques en la pasión por los libros y la buena literatura.
C. «Cuadernos de guerra», de Louis Barthas
Cambio de tono totalmente para recomendar este libro fascinante sobre la Primera Guerra Mundial. Barthas es un tonelero que cuando comienza la guerra es llamado para alistarse en el ejército. A lo largo de su paso por las sucesivas batallas de la guerra más cruel va dejando registros en su cuaderno de lo que sucede. El resultado es un cuaderno estremecedor sobre la verdadera realidad de los soldados, sus peleas, sus miedos, su tristeza, apuntalados por las carencias silenciadas al mundo: el hambre, el frío y las enfermedades.
Es éste un libro increíble, antibélico y soberbio sobre la naturaleza humana y la fuerza de la esperanza en los momentos de abandono. Si alguien tiene dudas acerca de la necesidad que tenemos de la guerra, lea a Barthas, porque en este libro encontramos respuestas contundentes, réplicas bien fundamentadas sobre lo que podríamos evitar y lo que deberíamos buscar como sociedad. Un libro al que vuelvo periódicamente que supone lo mejor que he leído sobre la Gran Guerra, por su veracidad pero también por su tono cercano y literario.
D. «Drácula», de Bram Stoker
Bram Stoker fue un amante de la literatura oral que supo escuchar las leyendas en torno a Vlad Drăculea e inaugurar con él una nueva tradición en occidente. «Drácula» es la primera novela de vampiros en nuestra cultura e inició una corriente nueva en el imaginario novelístico.
Entre las cosas más interesantes de esta obra hay que señalar que se encuentra escrita como si se tratase de una carta y va atravesando a la par que la historia numerosas reflexiones en torno a algunos aspectos fundamentales de la era victoriana. Algunos de los temas que podemos encontrar están vinculados a la moral de la época y a la represión de los institos naturales y sexuales.
También es una reflexión sobre las políticas colonialistas y el lugar de la mujer en la época. A través de esta historia, que nos atrapa de principio a fin, no sólo podemos conocer la tradición eslava en torno a los vampiros sino también encontrarnos con la influencia de un elemento extraño en la sociedad y en la literatura victoriana y los cambios que supuso en esa cultura. Es un libro extraordinario que seguramente todos hemos leído alguna vez en la vida.
Lo dijo Alcott. Los buenos libros y los buenos amigos, cuanto más selectos más queridos y más disfrutables. No lo olvidemos y sigamos leyendo con la pasión crítica del primer día. No te pierdas el próximo capítulo de Lecturas Abecediarias.
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