Pensar la realidad exige mirar con atención la vida pero también el lenguaje de la vida. Y ¿qué mejor que un buen ensayo o una buena novela para iluminarnos, llevándonos por ese camino de indagación interior? En esta segunda entrega de recomendaciones tanto si quieres acercarte a buenas lecturas como si quieres obsequiar buenos libros a tus seres queridos, te recomiendo libros de narrativa y ensayo que te permitirán asomarte a las posibilidades del instante y de la sensibilidad. Una serie de libros que exploran la memoria, el relato que nos contamos y las situaciones, a veces increíbles, que debemos atravesar a lo largo de la vida. ¡No te pierdas la primera parte de esta entrega, en la que encontrarás algunos libros de poesía altamente recomendables!
1. «Criaturas del instante», de Aurora Delgado (Libros de la Herida)
Aurora Delgado emprende en esta magnífica novela histórica, Criaturas del instante, un viaje tras los pasos de Pasionaria, Dolores Ibárruri Gómez, un personaje fascinante, líder del Partido Comunista de España (PCE) y uno de los rostros más emblemáticos de la resistencia antifascista durante la Guerra Civil Española. Pero el empeño de la autora va más allá de retratar la vida de Ibárruri, con sus orígenes humildes y su empeño por cambiar la sociedad en la que le tocara vivir, la ambición de este libro es construir un relato contundente sobre este período clave en la historia de España y de Europa.
En los albores de la Guerra Fría se gesta esta historia que va abriéndose a nosotros desde el personaje de una narradora-médium que consigue ponerse en contacto con Helena Malaver y es ella quien le narra todos los acontecimientos vinculados al final de aquel personaje icónico. Con acierto, Aurora Delgado consigue hilvanar elementos realistas y fantasiosos, donde lo esotérico y lo sobrenatural están constantemente imprimiendo su vuelo a la narración, y construye un retrato fascinante de aquellos años.
Uno de los elementos más interesantes de la obra es la visibilización del machismo y el rechazo a la diversidad sexual. A través del personaje de Helena, quien tiene la habilidad de preparar deliciosas tortillas de patatas, y una primera escena que parece sacada de un poema superrrealista, la autora nos invita a pensar en los numerosos vínculos que entrelazan las vidas de las personas y la fuerza de la pasión a la hora de conducir nuestras decisiones hacia el futuro. Habría que destacar también la creación de potentes personajes que nos acompañarán una vez hemos terminado la lectura.
2. «A pesar de Platón. Figuras femeninas en la filosofía antigua», de Adriana Cavarero -traducción de David Paradela López- (Galaxia Gutenberg)
Adriana Cavarero nos invita a través de este libro a revisitar algunos de los mitos mejor guardados de la historia de la literatura y el pensamiento. En A pesar de Platón. Figuras femeninas en la filosofía antigua la investigadora reflexiona sobre cuatro figuras destacadas de la antigüedad: Penélope, la sirvienta de Tracia, Deméter y Diotima y sobre el sesgo machista que las ha condenado a las sombras del relato. La autora cuestiona a través de un profundo análisis sobre las narraciones las cuestiones de desigualdad de género y las dinámicas patriarcales que han guiado siempre la mirada sobre la historia.
Partiendo de la invisibilidad a la que han sido condenadas, Adriana Cavarero indaga en los diversos relatos, desde Homero hasta Platón y los reescribe, para convertir a estas mujeres en protagonistas de su propio destino, quitando la observación masculina sobre los hechos y buscando un nuevo sentido a sus vidas y acciones. Es un ensayo lúcido, colorido y tremendamente necesario en estos tiempos que corren.
Es fundamental encontrar una nueva perspectiva a la hora de pensar la historia de la civilización y empezar a desentrañar lo callado en el relato respecto a las vidas de las mujeres que han participado de la conformación de las sociedades es el mejor punto de partida para revertir las injusticias sexuales y ofrecer un aporte jugoso e imprescinidble a los estudios en torno al género. Cavarero es una de las grandes voces del feminismo europeo y este ensayo no es el primero en el que ha «usurpado» la voz masculina de los relatos clásicos para traernos una nueva narración, fresca y potente que les hace justicia a las mujeres que han protagonizado las historias que han marcado nuestro acercamiento a la cultura y a la filosofía.
3. «La pálida memoria», de Nathacha Appanah (De Conatus)
Volar y sobrevivir. Sobre estos dos verbos se construye la memoria de Natacha Appanah y este magnífico libro que retrata la historia de una familia desde el recuerdo y las historias que la voz narradora ha recibido. Tenemos por un lado el retrato de un grupo de inmigrantes que luchan por sobrevivir y, por otro, el modo en que sus vidas se han ido modificando en la retórica familiar, para huir de la pobreza y del dolor del desamparo. Entre los elementos más fascinantes de este libro habría que mencionar el estilo poético y colorido de la narradora y la interesante crítica que presenta en torno a las memorias colectivas suavizadas con el paso del tiempo y el deseo de ascender en la escala social.
Este ensayo de Natacha Appanah es uno de los libros más exquisitos que vas a leer este año sobre genealogía e historia familiar. En él, la autora se interna en los relatos de su familia para escuchar la voz de sus ancestros y ancestras y recomponer la visión que las nuevas generaciones tienen sobre los que marcaron un hito en la historia familiar: los que migraron, los que volaron y sobrevivieron en un mundo marcado por las dinámicas terribles del capital y el colonialismo.
Entre lo real y lo imaginario, este libro nos invita, por otro lado, a pensar los poderosos lazos que teje la memoria y su vínculo estrecho con la ficción. Es una lectura que nos deja un suave dulzor por el uso de un lenguaje que tiende a lo poético y que, en su desgarro, no se olvida de la importancia de invocar a la ternura a través de las palabras y del tejido de identidades. Sin lugar a dudas un libro que recomendaremos muchísimo puesto que nos permite acercarnos a dos de las inquietudes más importantes de nuestro tiempo: las identidades y el lenguaje.
4. «Cortocircuitos», de Mercedes Ruiz Castillo (Transmutación)
Mercedes Ruiz Castillo nos presenta en este libro de cuentos a un variopinto grupo de personajes que son sacudidos por una circunstancia que, generalmente, linda con lo mágico o lo misterioso. La autora, con un manejo exquisito de la tensión entre lo que sabemos que es verdad y lo que nos inventamos, nos introduce en unas vidas específicas donde lo misterioso trastoca las leyes conocidas de la realidad y plantea una nueva visión sobre el mundo, donde las preguntas se apoderan de la lógica mental de los personajes.
Entre los aciertos más preponderantes de este libro habría que señalar la gran capacidad de la autora para dibujar el mapa de los personajes. La diversidad de voces narradoras va tejiendo un abanico magnífico de miradas sobre la vida. Al final los cuentos intentan reflexionar sobre las cuestiones más asombrosas de la experiencia vital: el vínculo con los otros y la posibilidad de encontrar nuevas razones para disfrutar y apreciar la existencia.
Los personajes de estos cuentos suelen comenzar muy seguros de sus decisiones pero algo va modificando la noción que tienen sobre la realidad y los va empujando a una visión distorsionada del mundo, donde las fronteras entre realidad y fantasía se difumina para dar paso a una realidad nueva, colorida, donde lo misterioso teje un manto preciso sobre la mirada y obliga a replantearse las cosas más pequeñas. Un libro entretenido, muy bien escrito y con numerosas e importantes inquietudes tejidas de forma subterfugia.
«Días de luces y cactus», de Emma Prieto (Eolas Ediciones)
Días de luces y cactus es un libro de cuentos magnífico de Emma Prieto en el que nos encontramos con una gran variedad de criaturas que se ven enfrentadas a sus peores miedos y, desde ahí, deben reacomodar su visión del mundo. La autora explora algunos asuntos importantes que influyen sustancialmente en los vínculos entre las personas. El paso del tiempo, la identidad, la observación detallada y a veces obsesiva del mundo, la desesperada búsqueda de sentido a la existencia y el dolor son algunos de los temas que sostienen estos cuentos.
El punto en común entre todos estos cuentos es el desconcierto que aparece en nuestra vida cuando las cosas no salen como esperamos. La autora consigue de forma asombrosa trabajar con un lenguaje que está muy bien apalancado a las historias y que, sin embargo, se encuentra lleno de silencios y de huecos por los que se inmiscuye la intriga. Lo no dicho ocupa un lugar fundamental y colabora con la pregunta fabulosa sobre la que pendulan estos cuentos, en torno a la distancia entre luz y oscuridad.
Otro elemento que no quiero dejarme fuera es el perfecto detalle de los escenarios, porque la autora consigue que se vayan transformando a lo largo de las narraciones como en una de esas transiciones fílmicas en que una escena es estrujada al máximo hasta convertirse en otra. Lo onírico, lo fantástico y lo absurdo atentan constantemente con el orden establecido e imponen una visibilidad nueva donde la realidad no es lo que parece. De este modo, las historias plantean una visión que está a mitad de camino entre lo luminoso y lo tenebroso, que se nos queda pegada a la memoria una vez hemos terminado la lectura.
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