A cien años de la publicación de ‘El Gran Gatsby’, esta novela es tremendamente contemporánea. En el segundo capítulo de esta miniserie analizamos su vínculo con la cultura pop.
Este año se celebra el centenario de la publicación de una obra que marcó un antes y un después en el mundo de la literatura: El Gran Gatsby. Hemos preparado una miniserie en la que te hablaremos sobre ella: en el capítulo anterior te hablamos de los locos años veinte, hoy vamos a revisar la presencia del Gran Gatsby en la cultura pop y en la próxima analizaremos las razones por las que esta novela ha conseguido mantenerse vigente al paso del tiempo. ¿por qué esta obra sigue conquistando lectores 100 años más tarde? No te pierdas todo lo que tenemos preparado para conversar sobre una de las novelas más fascinantes del siglo XX.
El Gran Gatsby y el sueño americano
En torno a la tercera década del siglo XX comenzó a difundirse una idea que sería fundamental para el desarrollo de aquella época: el gran sueño americano. Representaba la creencia de que cualquier persona, independientemente de su origen o posición social, podría alcanzar el éxito y la prosperidad a través del esfuerzo, el trabajo duro y la determinación en Estados Unidos. Está intrínsecamente ligado a los valores fundacionales del país: la libertad, la igualdad de oportunidades y el derecho a la búsqueda de la felicidad.
El primero en utilizar este concepto fue el historiador James Truslow Adams, quien lo utilizó en su libro The Epic of America y lo definió como la posibilidad de «una vida mejor, más rica y más plena para todos, con oportunidades para cada uno según su capacidad o logro». Es una idea, sin embargo, más antigua, que se recoge en la Declaración de Independencia (redactada en 1776) donde se proclama el derecho de los ciudadanos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad», lo que resume la idiosincrasia de la nación, basada en la igualdad de oportunidades.
La idea, sin embargo, nunca llegó a materializarse del todo, quedándose en un ideal perseguido con afán por muchos y alcanzado por muy pocos. En El gran Gatsby F. Scott Fitzgerald reflexiona sobre la cara oculta de este sueño que es la obsesión por el éxito material, la superficialidad y la corrupción moral. Con lucidez, el novelista consigue plantear tanto el entusiasmo que provoca proponerse vivir dicho sueño, como la frustración que deriva de una ambición que nunca consigue satisfacer el propio deseo.
«El gran Gatsby»: de la literatura clásica a la cultura pop
Desde su publicación en 1925, El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald, ha sido considerada una de las grandes novelas estadounidenses. La historia de Jay Gatsby, Daisy Buchanan y su mundo de excesos, sueños rotos y decadencia ha trascendido las páginas para convertirse en un símbolo cultural. Es probable que una de las razones de su impacto en la cultura pop sea su evocación del «sueño americano», como decíamos, y la manera en la que presenta el esplendor de los años 20, una época marcada por el jazz, la riqueza y la búsqueda desenfrenada de placer. Estos elementos identitarios la han convertido en una obra atractiva y que no muere con el paso de los años.
El período histórico en el que tiene lugar la historia, los locos años venite, tiene un gran potencial y ha sido reinterpretado en numerosas ocasiones en el cine, la literatura y el mundo de la moda, y esta novela siempre ha funcionado como un punto de amarre entre la pasión que provoca la literatura y la posibilidad de viajar en el tiempo, a ese momento peculiar y fascinante.
¿Cómo reconocer las obras o tendencias derivadas de esta novela? Hay ciertos elementos que pueden ayudarnos a entenderlo. Por ejemplo, las fastuosas fiestas descritas en la novela se han convertido en sinónimo de eventos extravagantes, una tendencia popular en bodas y celebraciones. Si observamos el mundo de la moda, El gran Gatsby pone en escena una y otra vez la moda de principio de siglo a través de los vestidos de flecos, las diademas con plumas y el lujo art déco. En el mundo del cine, además, la historia de Fitzgerald ha tenido varias adaptaciones, que han ayudado a mantener vivo su legado. Las dos más destacadas son la de 1974, donde Gatsby es interpretado por Robert Redford, y la de 2013, donde es Leonardo DiCaprio quien se pone en la piel de este mítico personaje.
Además, el magnetismo de Gatsby ha sido recuperado en múltiples canciones, series y películas. Artistas como Taylor Swift, Lana Del Rey y Beyoncé han aludido al protagonista o a los temas de la novela en sus letras; asimismo, en la televisión, su figura aparece reflejada en personajes obsesionados por el éxito y el amor inalcanzable, como Don Draper en Mad Men.
Dicho todo esto, sólo resta agregar que El gran Gatsby es mucho más que una novela, se trata de un fenómeno cultural que ha influido en el arte, la moda y la música desde su aparición. Su versatilidad le han permitido adaptarse a la visión de las nuevas generaciones y reflejar de forma contundente las aspiraciones y desilusiones humanas en un personaje que es toda una figura en la cultura pop.
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