II Miniserie «Trágicos necesarios». Sófocles

Segundo capítulo de la miniserie «Trágicos necesarios». En esta oportunidad hablamos de los rasgos fundamentales de la obra de Sófocles.

 
 

Entre los textos clásicos más destacados de todos los tiempos se encuentran las tragedias griegas. Han impuesto una estructura y una serie de temas que se han consolidado como referentes ineludibles para el desarrollo de la literatura. En esta miniserie de «Trágicos necesarios», que comenzamos el lunes con la introducción, te hablaremos sobre el legado de este género recomendándote a algunos de los autores más importantes. Comenzamos hoy con Sófocles. No dejes de leerlo.
 
 

La vida de Sófocles

Sófocles fue uno de los grandes dramaturgos de la Antigua Grecia, a quien se le reconoce por haber dejado una huella imborrable en la historia del teatro. En sus tragedias supo explorar con acierto la condición humana y los dilemas éticos, a tal punto, que la lectura de sus tragedias continúa iluminándonos a la hora de intentar desentrañar la naturaleza humana.

Como en la época en la que vivieron los trágicos el género biográfico todavía no se había consolidado y no existía mucho interés por las vidas de los autores, no se tiene mucha información sobre los aspectos personales de sus vidas. El acercamiento a sus biografías se ha ido realizando a través de sus obras y de los hechos históricos del contexto en que vivieron.

En el caso de Sófocles se asienta su nacimiento en torno al año 496 a.C. en Colono, un suburbio de Atenas, en el seno de una familia acomodada. Se cree que recibió una buena educación completa y rigurosa, que incluía conocimientos de literatura, música y filosofía. Se suele decir que estudió con algunos de los mejores maestros de su época, entre los que se encontraba Lampro de Atenas, maestro también de Aristóxeno.

Los inicios de Sófocles como dramaturgo tuvieron lugar durante los festivales teatrales en honor al dios Dioniso, donde las competencias trágicas eran una parte destacada. Ganó su primer concurso en el año 468 a.C., derrotando a Esquilo, uno de los grandes dramaturgos de la época, y catapultándose como una de las nuevas y contundentes voces del teatro ateniense.

A lo largo de su carrera, Sófocles participó en una treintena de competencias y se dice que en casi todas las ocasiones salió vencedor. Esto ha servido para granjearle una fama ineludible como uno de los grandes maestros del género trágico.

A lo largo de su vida, Sófocles escribió más de 120 obras de teatro, pero desafortunadamente, de todas ellas sólo han sobrevivido siete tragedias completas. Sus obras más famosas incluyen Edipo Rey, Antígona y Electra. Estas obras exploran temas universales como el destino, la justicia, la culpa y el libre albedrío, y presentan personajes complejos y conmovedores que han cautivado a las audiencias a lo largo de los siglos.

Además de su éxito como dramaturgo, Sófocles también hizo contribuciones significativas al teatro griego. Se le adjudica la introducción del tercer actor en el escenario, lo que permitió un mayor desarrollo y complejidad en las representaciones. También se dice que mejoró la escenografía y la utilización del coro en sus obras, dotando al teatro de una mayor expresividad y emoción.

Sófocles no sólo se destacó en el ámbito teatral, sino que también incursionó en la política. Se desempeñó como general en el ejército ateniense y participó en importantes eventos políticos de su época. Su reputación y éxito como dramaturgo le otorgaron un estatus elevado en la sociedad ateniense y fue honrado con numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su vida.

Las características principales de las tragedias de Sófocles

Profundidad, ética y destino. Estos tres son los hilos de la tragedias de Sófocles. Desde hace siglos quienes se acercan a su obra valoran la profundidad emocional de sus tramas, sus personajes memorables y el increíble acierto en la exploración de temas trascendentales. Pero seguramente la cualidad que más le ha permitido convertirse en uno de los escritores fundamentales de la literatura clásica es su capacidad para transmitir dilemas éticos desde un enfoque humanista, donde la inevitabilidad del destino y el libre albedrío imponen ritmo y cohesión en el relato.

Sófocles se destacó en la creación de personajes complejos y memorables; protagonistas profundos que deben enfrentar dilemas morales y emocionales de gran trascendencia. Desde el comienzo, en sus tramas encontramos personajes que deben elegir entre el deber y las leyes humanas, entre lo políticamente correcto y las pulsiones del deseo. Mirar el mundo a través de las obras de personajes tan humanos, le permitió a Sófocles explorar la psicología humana y plantear el gran dilema de toda existencia entre la aceptación de la naturaleza humana y la búsqueda de una vida equilibrada y un comportamiento justo. Entre sus personajes más destacados encontramos a Edipo en Edipo Rey y Antígona en la tragedia Antígona. El primero, un joven que mata al rey de Tebas y se casa con su esposa y después de eso descubre que ambos eran sus padres. Un hombre atormentado que representa el incuestionable ritmo del destino y su invariabilidad. Por su parte, Antígona, es hija de Edipo que decide desobedecer las leyes humanas para enterrar a su hermano Polinices, ganándose así el odio de Creonte, gobernante de Tebas después de la muerte de Edipo.

Como en estos personajes, todas las obras de Sófocles presentan tramas y personajes complejos a través de cuyas experiencias el autor plantea preguntas universales sobre la responsabilidad individual, la justicia y el papel de la ley en la sociedad. Además, el tema del destino y el libre albedrío es un elemento recurrente en las tragedias de Sófocles. Sus personajes a menudo luchan por evitar su destino trágico, pero terminan descubriendo que sus acciones para evitarlo, en realidad, lo precipitan. Esta dinámica en sus tramas nos hace pensar que para Sófocles los seres humanos podemos tener una influencia limitada en nuestro destino, y que los intentos de desafiar el devenir de las cosas generalmente provoca consecuencias aún más trágicas.

El legado de Sófocles trasciende los siglos y su influencia en el teatro y la literatura es innegable. Sus tragedias continúan siendo representadas y estudiadas en todo el mundo. Si todavía no lo has leído, ya tienes algunas razones para hacerlo. Y no te pierdas la próxima entrega de esta miniserie, en la que hablaremos sobre Esquilo.

Comentarios1

  • Kaspard

    Fascinante, pensador que hace profundizar aspectos humanos y con el agregado de la época en que lo hace...



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