III – Lecturas Abecediarias

Continuamos con este ciclo de lecturas para todos los días, durante toda la vida. A lo largo de una serie de capítulos iremos dilucidando la necesidad de ciertas obras. [Recomendaciones lectoras de la I a la L].

«Imán», de Ramón J. Sender

La primera novela de Ramón Sender es una lectura que no debería faltar en ninguna biblioteca. «Imán» es para muchos la primera novela antibelicista escrita en España. En ella Sender plantea una historia que transcurre en los momentos más críticos del Protectorado español en el Rif (Marruecos), centrándose en momentos críticos como el Desastre de Annual.

Más allá de la historia, que es muy interesante, este libro vale por la estructura porque aunque a simple vista se presenta como una crónica contiene un entramado temporal raro, con saltos de tiempo o interposiciones circunstanciales que colaboran con la conformación de una obra absolutamente distinta.

«Imán» es una obra fascinante sobre la guerra y contra la guerra. En gran medida se encuentra iluminada por la experiencia de Sender, que hizo el servicio militar en Marruecos, pero con elementos de ficción y un trabajo narrativo que lo aleja de una crónica histórica.

Encontramos tres narradores: dos soldados, Antonio y Viance, y un anónimo. Y entre las tres voces se van presentando las diversas capas de la historia donde se pone en evidencia el contorno abrasivo que supone una guerra, sus consecuencias.

«Jane Eyre», de Charlotte Brontë

Lejos de tratarse de una novela de amor victoriana, Jane Eyre es una fabulosa leyenda sobre el poder transformador del espíritu sobre la realidad. Cuanto más nos empeñamos por dejar atrás ciertas prácticas, mejor será nuestra forma de entender, interpretar y aferrarnos al mundo.

«Jane Eyre» nos relata la historia de una joven desde su infancia hasta su vida adulta. En un relato lineal del pasado al presente, donde las ansias de libertad y la rebelión frente a la moral imperante son los puntos que sostienen el carácter y la búsqueda del personaje.

Existe también una lectura más exquisita que nos permite entender otros puntos de vista, respecto al planteamiento de una igualdad social que incluya la sanidad pública, trabajada con mucha sutileza pero contundencia. «Jane Eyre» es seguramente la novela más victoriana que se ha escrito; que nos permite comprender, observar y fantasear con esta época crucial en la historia de Europa.

«Katherine Mansfield. La vida breve», de Pietro Citati

Este libro que ha publicado Gatopardo Ediciones con una exquisita traducción de Mónica Monteys es otra de las lecturas que nadie debería perderse; mucho menos si adora el universo de Katherine Mansfield.

Nos encontramos con una biografía peculiar, porque aunque nos pone delante fechas y situaciones sacadas de la propia vida de la autora de «Fiesta en el jardín», se puede leer como un extenso relato, casi de ficción.

Entre los puntos más destacados, cabe señalar que Citati consigue traernos a la más pura Mansfield; esa que tuvo una vida tan difícil y con tantos altibajos, y sin embargo fue capaz de abstraerse de sus propios problemas para dejarnos las historias más variopintas y fascinantes.

Pese a que Mansfield falleció muy pronto, dejó una obra descomunal que nos acompaña al día de hoy y que, para muchos, supone uno de los logros literarios supremos del siglo XX.

«Libro del desasosiego», de Fernando Pessoa

Pessoa es el responsable de alguno de los versos más trascendentales de la historia. Supo construir una lírica profunda, donde el sentido de la vida y el miedo a la muerte son ejes fundamentales. Y nos dejó algunos de los poemas inolvidables.

«Libro del desasosiego» es un diario íntimo firmado por su alterego Bernardo Soares. Relata la rutina de un ayudante de contabilidad en Lisboa en la primera mitad del siglo XX. En cierta medida tiene puntos en común con «El proceso» de Kafka, donde el protagonista ve el mundo con mucha reflexión pero es incapaz de mover los ejes para que su vida deje de ser una rutina anodina.

¿Un libro de memorias, un diario, un ensayo poético, un relato? Todo eso cabe en «Libro del desasosiego»; porque Pessoa parece haber obrado con libertad y deseo de verdad, que es posiblemente una de las cualidades de este poeta; quizá la responsable de que haya conseguido dejarnos reflexiones tan lúcidas en torno a la existencia.