La semana pasada publiqué un artículo donde mencionaba a tres ilustradores que me cambiaron la infancia. En mi colaboración de hoy sigo en esa misma línea; en esta ocasión, los protagonistas son cuatro ilustradores argentinos del presente. ¡No te pierdas los hermosos trabajos que están haciendo!
Natalia Colombo
A Natalia Colombo la conocí con sus libros «Ratones de casa» y «Ratones de viaje», dos joyas hermosas que ha publicado Kalandraka. Esta ilustradora nació en Buenos Aires en 1971 y ha colaborado a largo de su carrera con numerosas editoriales de todo el mundo.
Su nombre comenzó a resonar cuando ganó el I Premio Internacional Compostela de Álbum Ilustrado, con su libro «Cerca», que trata acerca de las numerosas oportunidades que los humanos dejamos pasar sin acercarnos a la gente que podría alegrar nuestra vida. Un cuento maravilloso que nos educa en la empatía y la humanidad.
El estilo de Colombo atrae por sus curvas. En ella los pliegues de las cosas tienden a moverse como las olas y el tono redondeado de los dibujos dota a sus obras de armonía y de una estética peculiar. Sin lugar a dudas, es una ilustradora que ha sabido encontrar su propia mano y que nos ofrece una gran colorida mirada sobre el mundo.
Ariel Olivetti
Sobre la obra de Olivetti he escrito ya varias veces. La semana pasada, sin ir más lejos, publiqué la reseña de su último trabajo conjunto con Luciano Saracino, «Cienahorcados» (Dícese).
Como dibujante colabora desde hace 25 años con Marvel, en tiras de prestigio como «Vengadores», «La liga de la Justicia», Superman y «X-men», entre otros. Asimismo es uno de los creadores de «Ich. Naturaleza salvaje» e «Ich. Furia de cemento», donde también trabaja junto a Saracino, dando vida a dos personajes que por determinadas razones del destino son escogidos para tener un determinado poder.
Si bien Olivetti se ha especializado como dibujante para historietas, siendo un referente en lo que respecta a la anatomía de los personajes, este relato es una prueba fehaciente de su gran versatilidad como ilustrador; ¡ojalá que vengan más trabajos en este tono!
Mariana Ruiz Johnson
Esta es otra ilustradora maravillosa nacida en Buenos Aires. También fue ganadora del Premio Álbum Ilustrado de Santiago de Compostela; con su libro «Mamá». Sus trabajos colorean libros de numerosas editoriales, entre las que se encuentra Kalandraka. No es casualidad que escoja a colaboradoras de esta editorial, ya que es una de mis favoritas de la actualidad.
Ruiz Johnson nació en 1984 y actualmente reside en Buenos Aires, aunque ha estudiado en Colombia y España y colaborado con editoriales de todo el mundo. En el 2015 ganó el Silent Book Contest y este logro consiguió darle más visibilidad a toda una obra trabajada y auténtica.
En lo que respecta a su estilo: lo que más me gusta de Ruiz Johnson es la forma de combinar los colores y de darle a los personajes vida a través de trazos definidos y de muy buen gusto.
Josefina Wolf
Ay, el trabajo de Josefina Wolf es realmente maravilloso. Comparto con ella la debilidad por los pájaros y la naturaleza, cosa que se puede apreciar en sus trabajos. Se puede visitar su blog donde hay una pequeña muestra de las cosas preciosas que es capaz de dibujar.
Josefina nos cuenta en su biografía que tiene formación fotográfica que es herencia directa de su padre. Es profesora de dibujo y grabado y ha hecho la Licenciatura en Artes. Su principal motor-obsesión es la flora y fauna del río Paraná, no obstante también realiza colaboraciones con diversos proyectos y editoriales, entre los que se encuentran De Salvando al Lobo y la editorial Llantén.
Realmente, hay que visitar su web. Entre las cosas más hermosas tiene una sección de ilustraciones de animales en tinta que se asemejan a las de las enciclopedias antiguas (esas de papel marrón y grafía con ribetes). Mi favorita es «El erizo común», donde vemos al hermoso animalito en diversas poses, plasmado con una mano y un cariño alucinantes. Wolf es increíble, de verdad, no te pierdas su trabajo.
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