Injuria, de Apegé

El escritor uruguayo Apegé acaba de publicar su primera novela que se titula «Injuria»; una obra sumamente necesaria para nuestra época, en la cual se analizan los conflictos que deben vivir cientos de homosexuales frente a un mundo que no los acepta de verdad. De ella hablaremos en este artículo.

Injuria

«Injuria» ha sido publicada por la editorial uruguaya Criatura Editora y, seguramente, es una obra recomendable para aquellos que desean acercarse a las emociones más profundas y comprender que la tristeza y el dolor son vías negativas para llegar al amor,  pese a ser las más utilizadas por todos.

A través de estas páginas nos encontraremos con un autor sumamente intenso que analiza el devenir de la vida de un individuo y en cómo le afectan sus primeras relaciones en la construcción de su personalidad y de su Universo.

El dolor es posiblemente uno de los protagonistas fundamentales de la obra y, junto a él, la intensa tristeza que nos transmite sólo admite una pregunta ¿por qué? ¿por qué el desprecio, el odio? ¿por qué la soledad, la incomprensión? ¿por qué la tristeza?

La bipolaridad del narrador

Podemos descubrir a un narrador que se debate entre dos mundos. Por un lado el de la realidad social, su vida «diurna», donde trabaja y muestra un rostro que no es el propio y se comporta falsamente, respetando a las reglas morales impuestas por otros. Y por el otro la noche, los deseos de su cuerpo, sus miedos, su sexualidad, su placer.

Además pueden descubrirse dos tipos de escrituras, una más fría que podría relacionarse profundamente con el momento diurno, por su rigidez y formalidad, y la otra mucho más intensa, que claramente puede encontrarse ligada a las sensaciones de la noche. Esta última es terapéutica y tiene como objetivo acercarnos el universo emocional del protagonista. En ambas podemos acercarnos a la bipolaridad con la que él debe enfrentarse a diario.

El propio autor expresa:

Y en esa bipolaridad se encuentra el narrador, que se siente odiado por el mundo por su condición homosexual y que intenta constantemente luchar contra eso; en un tironeo moral en el que debe decidir enfrentarse a sus principales miedos y comprender a través del dolor, la valía de su ser. Una permanente lucha entre su verdadero yo y aquel que le da los buenos días a los vecinos cada día.

Cicatrices que no sanan

Cualquier daño que se le infrinja a alguien va a provocarle una herida que posiblemente deje una huella indeleble y entonces, cada vez que se pase la mano sobre esa cicatriz, esa persona recordará la herida y aquello que se la produjo y, por ende, toda esa zona volverá a doler como el primer día.

Si el camino escogido está marcado por el odio y el rencor, posiblemente el resultado de todo aquello sea más dolor, más culpa y la misma exacta sensación del primer día; sin embargo, si se opta por un camino de conciliación, posiblemente se llegue a obtener un alivio, aunque no el olvido de lo que se ha padecido. Ésta parece ser la idea de Apegé, en torno a la cual gira la trama de «Injuria».

Esta obra parece ser un camino de sanación, que permite plasmar aquellos aspectos más traumáticos de la existencia para saldar cuentas, aprender a perdonar y dejar atrás esa culpa y aquel miedo que impide pararse de frente a la verdad, dentro de la cual se esconde nuestra verdadera identidad. En definitiva, se trata de luchar contra uno mismo para emprender un camino con uno.

Tres partes y una misma historia

Esta novela se encuentra dividida en tres partes: «La furia», «El niño» y «Manifiesto».

En la primera podemos encontrarnos con la realidad del protagonista. Un periodista, que vive solo y absolutamente desgastado por la rutina; que vive en stand by y cumple con lo justo, sin hacerse realmente cargo de su vida. La historia comienza cuando esta persona está bastante harta de ser quien es, de vivir escondida y se dice a sí misma:

A partir de entonces es que se decide a contar su historia, utilizando las palabras que siempre han sido su herramienta principal.

Se encuentra narrada de una forma que podría recordar a algunos autores del modernismo que valiéndose de la introspección y los monólogos consiguieron plasmar los pensamientos de sus personajes de una forma amena. Ésto, a simple vista,puede resultar un estilo desprolijo, sin embargo, si está bien trabajado, como parece ser el caso de Apegé, resulta sumamente enriquecedor y eficaz a la hora de mostrarnos la verdadera realidad interior de un personaje.

La homosexualidad del narrador es el tema fundamental, está convencido que es la causa por la cual es quién es y vive como lo hace en el mundo.

A través de la historia nos encontramos con sus miedos y con esa resignación que ha afrontado y que lo lleva a reprimir sus emociones más intensas con tal de formar parte de la sociedad; pese a ello no puede evitarlo y se permite ir a ciertos lugares donde sí puede ser él mismo y sentir placer… Pero la culpa es la que termina arruinado sus mejores momentos, sin poder sentirse nunca a gusto con quien es. Dice:

En la segunda parte el narrador se vuelve más cercano y reconstruye su ser a través de la memoria. En estas páginas el lector puede acercarse más al protagonista y comprender el por qué de su encierro y su dolor; es el punto de la obra en la que narrador, historia y lector pueden llegar a encontrarse certeramente y dotar de vida esa historia.

Por último, en la tercera parte, la voz del narrador se aleja del lector y de la historia en sí para acercarse al presente del protagonista, alcanzando un punto de introspección casi absoluto.

Este nivel de hermetismo consigue confundir las palabras, hace que el hilo narrativo se vuelva confuso y aleatorio; sin embargo esto es absolutamente necesario, en ese personaje bipolar no existe la coherencia, nada entre dos orillas totalmente opuestas y al intentar salir en su defensa, ¿cómo no volverse contradictorio consigo mismo y con su propia historia?

Seguramente como obra literaria, «Injuria», es sumamente recomendable; pero esto no es todo. Es un verdadero manifiesto a favor de la libertad y la tolerancia. Pone en palabras el martirio que puede significar el descubrimiento de un deseo socialmente incorrecto y la difícil tarea que comprende la aceptación de la propia homosexualidad cuando se vive en un mundo retrógrado y carente de los verdaderos valores; el cual se rige solamente por la corrección política y las reglas morales impuestas por un libro escrito hace miles de años.

Una obra que invita a la reflexión y sobre todo, que debería servir para replantear nuevamente el verdadero concepto de la tolerancia, que muy lejos se encuentra de si se deroga o no una ley permitiendo el casamiento homosexual.