Varios galardones, como el Glasnycklen o el Gold Dagger, avalan la carrera y la trayectoria profesional del escritor Arnaldur Indridason. Un autor este que se ha hecho un hueco en el panorama literario gracias a las novelas realizadas dentro del género negro y en concreto a las protagonizadas por un mismo personaje: el inspector Sveinsson.
Entre las más interesantes se encuentra, por ejemplo, Las marismas, que se publicó en el año 2006. En ella la citada figura tendrá que enfrentarse al asesinato de un hombre que aparece muerto en su casa. Hasta allí se trasladará la policía que además del cuerpo descubrirá una fotografía de una tumba de una niña de cuatro años.
Una imagen esta y el propio crimen que pondrán en marcha una investigación en la que se irá descubriendo, poco a poco, el conjunto de secretos, tramas, sus dramas familiares o las antiguas relaciones que mantuvo el difunto.
Igualmente interesante y desconcertante es Silencio sepulcral, que llegó a los mercados literarios en el año 2008. Este libro toma como punto de partida el hallazgo de un esqueleto en una colina lo que hará que hasta el lugar tengan que acudir diversos arqueólogos para, de esta manera, poder sacar aquel en las mejores condiciones posibles.
Dichos profesionales informarán tanto al inspector Sveinsson como al resto de policías de que el esqueleto no corresponde a un cadáver reciente sino que parece estar datado sesenta años atrás. Este hecho pondrá en marcha una investigación muy compleja y complicada que hará que tengan que abordar una serie de sucesos que tuvieron lugar durante la Segunda Guerra Mundial cuando las tropas aliadas se encontraban escondidas en los montes.
De esta forma, muchas de las familias de la zona se verán en la necesidad de recordar una serie de dolorosos hechos que vivieron ellos mismos o bien sus parientes más cercanos. Y todo ello para desentrañar el misterio que se esconde tras el esqueleto descubierto.
Espantosos hallazgos
La mujer de verde, del año 2009, es una de las novelas más aclamadas de la bibliografía de Indridason. Esta narración comparte muchas similitudes con el trabajo anteriormente citado y es que igualmente el protagonista debe enfrentarse a la resolución de un caso que da comienzo cuando unos obreros descubren una tumba mientras se encuentran trabajando en una zona que antiguamente había sido una simple colina.
Por tal circunstancia, las primeras sospechas parecen determinar que podría ser el caso de una persona que en su momento desapareció al verse sorprendida por la nieve. Sin embargo, poco a poco, todo parecerá ir por otros derroteros pues empiezan a tomar protagonismo una serie de historias del pasado que revelarán multitud de secretos. Y todo ello al tiempo que el inspector se encuentra atravesando un momento personal muy complicado.
El pasado también es uno de los elementos que dan forma a la novela titulada El hombre del lago, de 2010. En ella se nos narra como al bajar el nivel del lago es descubierto un esqueleto con un agujero en la cabeza y un aparato de radio con inscripciones en ruso.
Este hecho hará que Sveinsson tenga que hurgar en el tiempo para intentar averiguar a quien pertenecen esos restos, y todo parece indicar que a un vendedor ambulante que desapareció sin dejar rastro salvo un coche aparcado en la estación. Pero todo se complicará cuando además existan una serie de datos que hagan que tenga que investigar a un grupo de jóvenes que treinta años atrás se marcharon a Alemania para formarse en el comunismo.
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