Hoy es el Día de los Enamorados y por ese motivo no hay mejor manera de celebrar el amor que disfrutando no solo de las mejores historias de amor que ha creado la literatura sino también las más interesantes relaciones entre escritores de carne y hueso.
En un artículo anterior te dimos a conocer algunas de las parejas de escritores que destacaron por su forma de conocerse o de vivir y ahora te vamos a ampliar esa lista con estas otras:
Allen Ginsberg y Peter Orlovsky
Una de las relaciones de poetas más duraderas e interesantes es la que vivieron estos dos autores. Allen (1926 – 1997), perteneciente a la llamada Generación Beat, fue muy afamado por su obra Aullido (1956) y conoció a su pareja, Peter (1933 – 2010), en el año 1954.
Desde el primer momento que se vieron surgió la química entre ellos, que mantuvieron hasta el año 1997 cuando Allen murió. Se comprendían, se adoraban, tenían el mismo concepto de relación y se apoyaban en su profesión, a pesar de que Peter nunca llegó a la calidad literaria de su chico.
Vera Slonim y Vladimir Nabokov
Hablar del amor entre escritores es hacer referencia obligada a la pareja formada por Nabokov (1899 – 1977) y Slonim (1902 – 1991). Una pareja que comenzó a disfrutar de su amor el 8 de mayo de 1923 cuando se conocieron en una fiesta de disfraces.
Él ya era famoso por sus obras y acababa de ver como su prometida (Svetlana Siewert) rompía su compromiso matrimonial. No obstante, el amor entre los dos surgió de inmediato y la boda se produjo en abril de 1925 y con la única compañía de dos testigos.
Se comprendían y se amaban, al tiempo que ella admiraba a su marido como escritor por encima de todo. Tanto es así que le impulsaba a escribir. Es más, ejerció de mecanógrafa, de editora e incluso de correctora de sus obras, sin olvidar que escribían juntos y se corregían mutuamente.
Tuvieron una fuerte crisis debido a una infidelidad de él y se vieron en la necesidad de soportar penurias económicas. No obstante, Vera siempre estuvo a su lado. Tanto es así que incluso llegó a circular la teoría de que era ella la verdadera autora de las obras de su marido.
Mark Twain y Olivia Langdon
Amor a primera vista. Esto fue lo que sintió el escritor Mark Twain (1835 – 1910) cuando vio una foto de Olivia (1845 – 1904) que le enseñó su amigo y hermano de ella, Charles.
Se conocieron en persona en 1867 y a él le costó enamorarla, tanto es así que ella le rechazó alguna proposición de matrimonio. Sin embargo, al final logró conquistarla llevándola a una lectura de la obra de Charles Dickens. En 1870 contrajeron nupcias y desde entonces disfrutaron juntos de la literatura, la pasión de ambos.
Cada uno escribía sus propios textos, pero era Olivia, en numerosas ocasiones, la que se encargaba de acabar los de su marido e incluso de enriquecerlos dándole el punto de vista femenino.
Tres historias de amor entre autores, a las que se pueden sumar otras muchas más como las de Siri Hustvedt y Paul Auster, las de Anna y Fiodor Dostoievsky o la Zelda Sayre y F. Scott Fitzgerald, por ejemplo.
Comentarios4
Muy interesante.
Me alegra saber que te resulta interesante
Me llama la atención este tipo de cultura literaria. Gracias por la información, María.
Gracias a ti por dedicar tu tiempo a leer el artículo. Un saludo, Antonio José!
Que padre saber que el amor une la pasión por la literatura.
María: otra vez, gracias, muchas gracias. No me alcanzará la vida para leer, todas las maravillas, del Arte Literario. Bueno, disfrutemos mientras podamos. Martha Lucía
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