Quizás hayas oído hablar de la escritora Elena Ferrante, que está llena de misterio. ¿Por qué? Porque durante mucho tiempo se ha mantenido en secreto quién se encontraba detrás de esa firma. Recientemente se ha hecho público que la persona real que rubrica sus libros con ese nombre no es otra que Anita Raja, una traductora italiana de familia polaca y que es esposa del también autor Domenico Starmone.
Sea como sea, ese “oscurantismo” en torno a la identidad de Ferrante es simplemente una anécdota en la trayectoria de una firma que ha conseguido ser una auténtica revolución en todo el mundo. Sí, lo ha conseguido con una tetralogía que a nadie deja indiferente: Dos amigas, que se sitúa en la ciudad de Nápoles en el siglo pasado.
Es una saga llena de humanidad, de amistad y de valores que merece la pena descubrir:
La amiga estupenda
En el año 2012 fue cuando se publicó en castellano esta primera entrega de la serie en la que ya conocemos a sus protagonistas. Nos estamos refiriendo a la estudiosa Elena y a Lina, la hija de un zapatero. Son dos féminas que harán de su amistad su mayor tesoro. Y lo harán en un momento donde la ciudad está devastada la guerra, donde el pillerío y las argucias para sobrevivir están a la orden del día y donde la sociedad se mueve entre la sumisión y la pobreza.
La historia del mal nombre
De 2013 es, por su parte, esta otra novela de Elena Ferrante o Anita Raja, donde el lector vuelve a reencontrarse con las amigas. En este caso, nos topamos con el hecho de Elena consigue descubrir, a través de los cuadernos de Lina, lo difícil que está siendo su matrimonio. Pero no solo eso, en las mismas líneas conocerá las complejas relaciones que el marido mantiene con la mafia y todos los riesgos que eso supone.
Las deudas del cuerpo
La tercera entrega de la tetralogía que nos ocupa es esta, de 2014, en la que las protagonistas tienen una vida cada vez más dispar. Lina trabaja como obrera en una fábrica, al tiempo que cuida de su hijo. Una situación que cada vez le resulta más difícil y que le llevará a convertirse en líder de una acción de los trabajadores en pro de sus derechos. Y todo mientras no está dispuesta a ser una mujer sumisa y callada en la relación que mantiene con su compañero.
Elena, por otro lado, ha seguido estudiando y ahora ha logrado escribir una novela. Está feliz también a nivel sentimental, su novio es un profesor universitario, y parece que ya nada la une con su amiga, pero no es así. Pronto la ciudad y las calles que las vieron crecer harán que vuelvan a reencontrarse en pro del hermoso sentimiento de la amistad.
La niña perdida
Esta última parte de la saga nos muestra los caminos tan dispares que han tomado las mujeres protagonistas. Elena goza de éxito trabajando como escritora en Milán y Lina se ha convertido en una experta en informática. Cada una ha triunfado a su manera tanto a nivel profesional como personal, pero está claro que las diferencias entre ellas como siempre son abismales.
Tienen dos vidas dispares que quizás vuelvan a confluir cuando la hija de Lina desaparezca sin dejar rastro.
¿Conocías esta saga de amistad?
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