Edgard Allan Poe, Guy de Maupassant, José María Merino son sólo algunos de los cientos de autores que han explorado las posibilidad que ofrece el doble fantasmagórico (doppelgänger), en la creación artística.
Es éste un tema sumamente fructífero y lleno de matices que ha enriquecido a la literatura desde la más antigua época. Pensando en las diferentes formas en las que se lo ha abordado y en las características que ha adquirido esta idea a lo largo de la historia de la literatura he planeado este nuevo ciclo, en torno a ciertos aspectos de este recurso literario que llamaré El doppelgänger en la literatura. Será un ciclo dividido en cuatro partes definidas de la siguiente manera: Introducción al concepto, el doppelgänger en las leyendas nórdicas y alemanas, El doppelgänger en la literatura clásica y el doppelgänger en la literatura contemporánea. A continuación les dejo la introducción a este fabuloso concepto.
El concepto de doble fantasmagórico nace de dos términos alemanes que se definen literalmente como doble andante. Fue Jean Paul quien lo acuñó, en el año 1796, y lo definió como ‘el que camina al lado’. Con el correr de los años fue adquiriendo matices y propiedades bien diferenciadas hasta convertirse en un recurso casi indivisible de la literatura. Aunqueno es exclusivo de esta disciplina. Incluso ha sido explorado en la fotografía (en Internet podemos encontrar con facilidad el doppelgänger de miles de personajes públicos como Leonardo di Caprio, Jimmy Fallon o el mismo Barack Obama). Este concepto también se encuentra vinculado con el de gemelo malvado y con el fenómeno conocido como bilocación.
Lo metafísico detrás del recurso
El concepto de doppelganger se encuentra estrechamente vinculado con el de bilocación. Se trata de un término que sirve para describir la posibilidad de que una persona o un objeto se encuentren de forma simultanea en dos lugares diferentes. En el mundo de las ciencias ocultas se consider que la bilocación puede ser un arma de superstición. Se cree, por ejemplo, que hallar nuestro doble puede ser una representación del mal o la desgracia: como si detrás de la bilocación existiera una especie de premonición dañina.
Existen muchísimas anécdotas e historias de personas que aseguran haber visto a sus dobles que se presentan como sus originales, en lugares que los auténticos jamás visitaron o incluso invadiendo la vida diaria. En estos casos se cree que puede tratarse de una premonición de la propia muerte. Y en torno a este tema en particular la literatura ha escrito numerosos relatos.
Si nos basamos en las teorías que existen en torno al fenómeno podemos señalar la del universo paralelo conocido también como multiuniverso o la de la vida después de la muerte, fantasmas y demonios. Según lo afirman quienes se han dedicado a estudiar esto el doble puede aparecer sin una explicación razonable.
Existe también otra teoría que afirma que por cada persona existen 7 réplicas que se encuentran distribuidas a lo largo del mundo, viviendo vidas diferentes, con diferentes vocaciones y familias pero coexistiendo en el tiempo.
En la realidad se cree que aquello que aquejaba a Abraham Lincoln poco antes de morir; no eran visiones propiamente dichas sino la imagen de su doble que venía a avisarlo de su prominente asesinato. Parecido fue lo que le ocurrió a la reina Isabel que encontró pocos días antes de su muerte a su doble acostado en su propia cama.
Existen otros casos como el de George Tryon, un almirante británico que se encontraba comandando en las costas de Siria. La misma noche de su muerte; su mujer aseguró que lo había visto en su casa, por eso no podía creer que se hallara muerto.
La relación del doble en la literatura
A lo largo de la historia ha existido una gran inquietud en los escritores sobre este elemento y muchísimos autores lo han explorado.
No sólo lo encontramos en las leyendas nórdicas y alemanas sino también en la literatura moderna. En la literatura previa al romanticismo suele aparecer vinculado al doble maldito, el sosias o los gemelos. Generalmente se utilizaba con una intención cómica; tal es el caso de algunas obras de Shakespeare o Moliére. También en la mitología griega y romana pueden encontrarse casos de doble fantasmagórico para dar un mensaje aleccionador a los oyentes.
A partir del romanticismo el doble adquirió un matiz oscuro; de este modo se convirtió en la materialización de los aspectos negativos del protagonista y adquirió los valores misteriosos y abyectos del ser humano. Incluso en la psicología se analiza este concepto; no hay más que acercarse a la teoría de Jung sobre la Sombra para comprobarlo.
Posteriormente se le dio a este doble un tinte positivo; vinculado con las aspiraciones de una persona, sus deseos más profundos y su sensación de incapacidad para alcanzar dichos sueños.
En algunos casos el doble fantasmagórico podría vincularse con el desdoblamiento. La posibilidad de estar y no estar dentro de nosotros mismos, de vivir otras vidas; ¿cómo no iba a interesar este recurso a la literatura si en él se basa toda la experiencia de los lectores?
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