Les dejo la siguiente nota del círculo «Consejos de escritores consagrados» para que disfruten, espero que a muchos de ustedes les vengan bien a la hora de sentarse a componer algún texto.
En artículos anteriores hemos citado a Julio Cortázar, Horacio Quiroga y Allan Poe, hoy pondremos sobre la mesa algunos trucos y recomendaciones dados por Joseph Conrad, un imprescindible autor del siglo XIX, famoso por obras como «El corazón de las tinieblas».
La novela para Conrad
Según Conrad el trabajo de ser novelista es uno de los actos creativos más huidizos, el que se encuentra más acechado por la ruinidad, por las tormentas que rodean el corazón de cualquier artista.
Porque el novelista debe crear un mundo, una realidad, aún si se basa en una sociedad existente, debe figurarse personas que en la realidad no existen, pensarles una vida, unas relaciones, unos hábitos, y esta pese a que pueda resultar algo sencillo es una de las tareas más complicadas del proceso creativo de escribir.
Joseph expresa que considera que lo más difícil de componer una novela es conseguir un todo armonioso, donde las historias y escenarios se fusionen de forma fluida sin dar lugar a las dudas; para esto es imprescindible escribir con cabeza, no dejarse llevar por los impulsos del «corazón ignorante» dice, y sobre todo, intentar abarcar temas fundamentales que dejen algo en el lector, que lo lleven al razonamiento y no que simplemente les resulten divertidos o agradables.
Uno de los temas fundamentales y que todo novelista debe abarcar es la búsqueda de la felicidad, sea por medios que sean (legítimos o ilegítimos) pues su trabajo es el de dejar constancia de todas las aventuras de la humanidad y como el objetivo fundamental de toda vida humana es encontrar esa felicidad, entonces el novelista debe volverse cronista de ese camino donde muchos peligros acechan y donde la fuerza y el coraje podrían ser fundamentales para alcanzar la meta.
La libertad, única ventaja
Para Conrad la ventaja del novelista por sobre todos los demás intelectuales reside en que posee una libertad que los otros no. Esa libertad le permite expresarse y confesar sus creencias más íntimas, colocándolas sobre otros hombros, los de sus personajes imaginarios, y esto puede significar un gratificante consuelo a la esclavitud que impone el dedicarse a la escritura.
Es necesario aclarar que Conrad no es un autor que da tanta cabida al plano emocional, para él la mayor satisfacción humana se encuentra en los logros intelectuales, por eso su manera de entender la literatura es más como una disciplina donde el crecimiento racional es el motor fundamental que para satisfacer los deseos del alma.
Una de las cuestiones que ha sido tema de discusión en diferentes debates es la vocación de escribir, ¿se nace con un don? ¿es una herramienta que sí o sí debemos utilizar?
Conrad responde a esa pregunta con una analogía, un hombre al que se ha provisto de un arma de largo alcance no necesariamente debe convertirse en un cazador o un guerrero, para ello deberá además contar con un montón de otras cualidades propicias para desarrollar ese estilo de vida. Lo mismo ocurre con aquel que nace con ciertos dotes para la escritura, no significa que vaya a convertirse en un escritor, pues para desarrollar este trabajo es necesario contar con un temperamento y carácter complementarios.
El don de escribir
A su vez, Conrad está convencido de que el trabajo del artista no debe esperar ser recompensado, es una forma de expresión única pero aquel que la desarrolla no debe considerarse un genio, simplemente nació con las aptitudes para eso como podría haberlas tenido para otra cosa. Además, aconseja que quienes desarrollan el arte de la escritura gasten su tiempo en crecer y perfeccionar su arte, antes que en buscar un reconocimiento por él. Dice:
Y en este punto podemos volver a mencionar el concepto de libertad para terminar diciendo que si nuestra principal ventaja por sobre las demás artes y labores intelectuales es la libertad de expresión, entonces aprender a utilizarla en favor de este mundo, de la comprensión de nuestro entorno y la resolución de aquellas cosas que consideramos deben modificarse, deberían ser los objetivos de todo autor. Es posible que a través del arte pueda conseguirse un mundo diferente, sólo se necesitan escritores apasionados y dispuestos a conseguir un equilibrio entre la razón y las emociones, y que trabajen en virtud de alcanzar una armonía que apunte a buscar la felicidad individual y colectiva.
Espero que estos consejos les hayan sido de utilidad, nos encontramos el próximo martes con un nuevo autor que nos habla sobre el arte de escribir y nos brinda consejos. ¡Los espero!
Comentarios6
Espero que estos consejos les hayan sido de utilidad, nos encontramos el próximo martes con un nuevo autor que nos habla sobre el arte de escribir y nos brinda consejos. ¡Los espero!
Graciassss !!! abrazos
Totalmente de acuerdo en todas y cada una de las letras es esta entrega, amiga del alma. Excelente.
Un abrazo grande, para vos, de este viejo trovador.
Y... aquì estaremos , esperando que se abra la pagina para ingresar y beber de este delicioso y pedagogico elixir de conocimiento.-
Rafael.-
Gracias.
Importante reseña.
abrazo fraterno.
La letra nace y tiene vida. A veces queremos darle a ella el trabajo de representarnos, de avivarnos. Haciendo que lo lancemos al aire para que vuele libre y a la vez lo atamos al suelo impartiendole límites. "A su vez, Conrad está convencido de que el trabajo del artista no debe esperar ser recompensado," Joseph Conrad
Tes: Hombre o mujer? me interesa mucho seguir estos consejos, como los localizo cada martes? porque no tengo experiencia en el manejo de la computadora.Gracias.
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