Edgard Allan Poe, Lovecraft o Mary Shelley son algunos de los autores que se considera que son referentes dentro del género de terror. Sin embargo, no podemos pasar por alto que fue el irlandés Joseph Sheridan Le Fanu el que se convirtió en el inspirador de muchos otros escritores e incluso de alguno de los nombres expuestos.
Quizás no es tan conocido, pero es innegable que esta pluma y su obras de terror sirvieron de pilar fundamental en la trayectoria de numerosos literatos que optaron por ese género. Y es que aprendieron y disfrutaron con algunas de las novelas a las que este hombre dio forma tales como las siguientes:
Carmilla
En el año 1871 fue cuando vio la luz esta narración, que se considera que ejerció una gran influencia en Bram Stoker a la hora de escribir su Drácula (1897). Y es que en este libro se plantea la figura de la mujer vampiro.
Es la obra más famosa de Le Fanu y viene a ser una mezcla perfecta de elementos tales como el terror e incluso el erotismo. Viene a contar la amistad que se establece entre una joven llamada Laura, que vive en un antiguo castillo junto a su padre y varios criados, y otra que responde al nombre de Carmilla. Esta pasará un tiempo viviendo en esa fortaleza, después de que el carruaje en el que viajaba con su madre sufra un percance.
Esa estancia unirá a las jóvenes. No obstante, la primera comenzará a sospechar que su huésped es especial. Y es que no solo se dará cuenta de que se despierta siempre después de medianoche sino que se encierra en su cuarto, presumiblemente para que no sea vista porque en realidad se escapa del lugar.
La profecía de Cloostedd
En el año 1871 fue cuando el autor decidió publicar este otro relato, que gira en torno al fuerte enfrentamiento que durante mucho tiempo mantiene enemistadas a dos familias que viven en un pequeño pueblo.
El lector se adentrará en la historia a través de un conflicto que se produce entre un barón y su mayordomo cuando el primero acuse a su sirviente de la desaparición de un pagaré. Este último huye desconsolado de la casa en plena noche de tormenta y poco después será encontrado en un lago encantado que existe en las proximidades.
Dickon, el Diablo
1870 fue, por su parte, el año en el que vio la luz este otro relato de terror que toma como escenario y como protagonista, al mismo, tiempo, la mansión de Barwyke Hall. Se trata de una casa que está deshabitada desde hace más de dos décadas, desde que murió su propietario, aunque los antiguos criados se han encargado de mantenerla en buen estado.
Una vivienda que nadie ha querido comprar ni alquilar porque pesa sobre la misma un trágico hecho: algo que le pasó una noche al joven Dickon. Un atroz acontecimiento que incluso tiempo después sigue estando presente, ya que se dice que cada noche se le oye gritar.
¿Te animas a leer estas terroríficas historias creadas por Le Fanu?
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