Pocos libros de teoría me han fascinado más en los últimos tiempos como lo ha hecho «Clases de literatura».
Es una obra que reúne las enseñanzas que el imprescindible Julio Cortázar compartiera con un grupo de alumnos en sus clases magistrales de la Universidad de Barkeley.
El maestro Cortázar
Durante años Cortázar fue invitado a dar clases de literatura en diversas universidades de Estados Unidos, pero siempre se resistió. Hasta 1980, año en el que accedió a acercarse a la Universidad de Berkeley para tener un encuentro cercano con alumnos literatos.
Lo recogido durante estas magistrales clases se encuentra amalgamado en el libro que publica la editorial Alfaguara bajo el título de «Clases de literatura». ¡Una verdadera joya para los amantes de las letras!
Varios años antes Cortázar dio clases en Bolívar y Chivilcoy, dos ciudades no muy grandes de la Provincia de Buenos Aires, y que no destacan precisamente por haber dado buenos autores. Según lo expresó Julio más tarde, esos no fueron buenos años, no se sintió bien como profesor y tampoco se sintió satisfecho. Tiempo más tarde vinieron estas increíbles clases en la Universidad de Berkeley, California. ¿Habrá quedado entonces satisfecho? Algunas personas nacen en el sitio equivocado, y solamente algunas tienen las agallas para revertir eso. ¡Por suerte Julio lo hizo!
Lo interesante de este libro es su dinamismo, porque está escrito-hablado. Posiblemente una de las cosas que caracterizó a Julio Cortázar fue la de hacer de la literatura su vida: entre su forma de hablar y de escribir no había diferencia. Así que, si bien este libro, como lo expresa Carles Álvarez en el prólogo, recoge la palabra hablada de Cortázar, se lee como cualquiera de sus relatos. Nos encontramos con su ironía, su controversias, su melancolía, con todos esos aspectos de Julio que nos enamoran en su narrativa. Podríamos decir además que esto es lo último inédito e imperdible del autor, hasta el momento.
A través de las cintas, cuenta Álvarez, quien se ha encargado de transcribir 15 discos malamente grabados de las clases, podemos encontrarnos con un Cortázar tranquilo y relajado, con un Cortázar feliz. Se trata de una transcripción literal de las clases, aunque fue necesario realizar algunos retoques para que quedara organizado y ordenado. Pero al margen de eso, nos encontraremos con el Julio de las clases y podremos soñar que estamos en una de ellas.
Tener a un maestro como Cortázar debe haber sido alucinante. Imagínense que participan en una clase dictada por su autor favorito y tienen la oportunidad de escuchar de su propia boca el proceso de elaboración de ese relato que les ha fascinado. Así ocurrió con Julio, en esas clases contó por primera vez que su fantástico relato «Casa tomada» fue el resultado de una pesadilla y relató cómo fue el extenso trabajo de escribir «Rayuela». ¡Realmente alucinante!
A Cortázar no le gustaban las formalidades; tal es así que el primer día de clase anunció que no iba preparado a dar una cátedra literaria sino que prefería conocer las inquietudes de los alumnos en materia de escritura y tratar de encontrar soluciones en el momento, partiendo de su experiencia. No quería que le llamaran profesor, tampoco le gustaba el membrete de escritor. ¡Y todos esos títulos le quedaban grandes!
Una buena forma de festejar los 100
El año próximo celebraremos los 100 años del nacimiento de Cortázar y creo que retomar su lectura es una muy buena forma de demostrar que sigue vivo, que su literatura se encuentra más despierta que nunca y que de una clase o entrevista suya se puede aprender muchísimo.
Entre los temas tratados en el libro nos encontramos con los diferentes aspectos que caracterizan al cuento fantástico; la importancia de la musicalidad en la escritura si se persiguen fines estéticos; la imaginación como elemento imprescindible incluso en la literatura realista y, la forma en la que fueron surgiendo sus diferentes obras.
En sus clases Julio pone su experiencia por delante, cuenta lo que ha hecho y por qué y se desnuda frente a un grupo de alumnos que hasta el momento le admiraban como escritor y a partir de entonces lo tendrán como referente incuestionable de humanismo y entereza. Al final del día es eso lo que siempre consigue Julio, ese tipo convencido de sus ideas y capaz de darlo todo por la literatura.
Todos adoran a Cortázar. Autores como Vargas Llosa, Octavio Paz, García Márquez lo recomiendan por sobre muchos otros. Cito a Luis Harrs, quien dice:
Mientras leemos este libro nos sentimos dentro de una clase y realmente las sensaciones son indescriptibles. Personalmente tengo pensado hacer una segunda e intensa lectura y después compartiré aquellos puntos que me parecieron más relevantes de este libro. Por ahora se los recomiendo, y les aseguro que aprenderán en estas páginas mucho más de lo que se imaginan.
Cortázar fue uno de los grandes híbridos, junto a Roberto Bolaño y Andrés Neuman. Y me emociona saber que todavía hay tantísima gente dispuesta a leerlo y aprender de él, como esos doscientos suertudos alumnos.
Cortázar y la literatura
No encontrarán en este libro lecciones de escrituras, sino conversaciones donde la literatura es protagonista; pero no la literatura como concepto universal, sino la relación de Cortázar con ella. Un diálogo intenso y cercano, lleno de pasión, algo que le hace falta tanto a este mundo frivolizado.
Para terminar quiero compartir las palabras escritas por Anthony Coyle, a propósito de este libro, con las que no puedo estar más de acuerdo. Dice:
Comentarios2
Escuchar sus relatos es toda una aventura,
visualizar ese "APLASTAMIENTO DE LAS GOTAS"
me parece algo fantastico!, yo alucino con sus
escritos...
yeah! lo buscaré...
aunque aún no le he leído :/
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