«La espuma de los días», de Boris Vian

Hoy vuelvo a subir al desván para traerles una obra interesante que bien podría ser una propuesta para las lecturas de este verano. Se trata de «La espuma de los días» de Boris Vian, una novela de amor que fusiona el dolor con el drama de la vida. A continuación, una nueva entrega de el desván de los libros perdidos; espero que les guste.

Ambientes surrealistas

Uno de los sellos identitarios de la obra de Vian es la ambientación. Sus historias se encuentran a medio camino entre el surrealismo y el expresionismo y ofrecen elementos que permiten comprender mucho más de lo que se dice en las novelas. Boris Vian se vale de historias sencillas para reflexionar sobre temas profundos que nos llevan a una revisión del entramado de las relaciones sociales.

En «La Espuma de los Días» este detalle también se encuentra presente. En lo que a realismo atañe nos encontramos con dos historias de amor que son narradas de forma paralela y que son totalmente opuestas entre sí. Cuatro adolescentes que se ven obligados frente a la adultez y que experimentan de forma dolorosa ese paso de la infancia a la madurez.

A grandes rasgos esa es la historia; no obstante, de fondo, nos encontramos con una serie de elementos que nos permiten comprender las motivaciones de Boris a la hora de escribir esta novela: la necesidad de relatar la dura batalla de la pureza al enfrentarse a un mundo hostil. En definitiva, más allá de las historias que corren por estas páginas, esta novela se basa en la destrucción de la inocencia y lo inexorable que resulta este cambio para cualquier persona: un cambio que no respeta personalidades ni puntos de vista y que nos iguala a todos. Cabe mencionar que Boris ubica a los personajes en muchas ciudades desconocidas para él y las dota de fantasía y de idealismo.

Para muchos críticos, «La espuma de los días» es uno de los grandes libros del existencialismo francés. No es de extrañar por tanto que Boris sea una de las referencias al hablar del absurdo; porque en sus obras todo es posible, incluso aquello que parece imposible.

El amor que se rompe

Boris Vian fue un hombre polifacético; si cabe esta expresión para referirse a alguien con habilidades antagónicas. Era ingeniero, poeta y crítico musical y un apasionado de lo absurdo, cuando éste convive con la realidad.

En la narrativa de Vial hay un punto de vista poético y sensual que se apodera de nuestro tiempo y nos envuelve. Abraza con la misma intensidad temas como la enfermedad o la muerte que el amor y la amistad y se apoya en la musicalidad del jazz que parece estar sonando todo el tiempo.

Colin y Chloé son los personajes principales de la historia; una pareja de jóvenes que se aman mucho y que llevan una vida feliz. Pero para Vian la vida feliz no parece una posibilidad para los amantes y una extraña enfermedad comienza a aquejar a Chloé: le crece un nenúfar en el pulmón. A partir de ahí Colin comienza a desvivirse con tal de darle a Chloé todo lo que necesita para recuperarse. Sumado a este problema aparecen muchos otros que cada vez complican más la vida de la joven pareja.

Como un dato curioso cabe mencionar que esta novela de Vian no tuvo mucho éxito en una Francia que estaba recuperándose de la Segunda Guerra Mundial. Un hecho bastante extraño si se tiene en cuenta que había recibido los halagaos de importantes intelectuales de la época, tales como Raymond Queneau y Jean-Paul Sartre.

De todas formas, según fueron pasando los años se convirtió en una obra indiscutible de la literatura francesa que llegó a ocupar los primeros puestos en las listas de las grandes obras producidas en este país.

Esta novela nos permite acercarnos a una historia llena de vericuetos y de intensas idas y vueltas. Sin duda se trata de una maravillosa lectura para este verano, y que no quería que faltara en nuestro desván de los libros perdidos. Les deseo bellas y profundas lecturas para estas vacaciones.