Hoy en el desván de los libros perdidos continuamos con las citas de terror. El libro protagonista de hoy es «La feria de las tinieblas» de Ray Bradbury, una novela que si no han leído se las recomiendo muchísimo: una obra con humor, misterio y mucha poesía.
El tenebroso mundo de Bradbury
Jim Nightshade y William Halloway son los protagonistas de esta fantástica historia de Ray Bradbury quienes tienen una experiencia muy escalofriante en una feria que llega a su pueblo que es liderada por el malvado Sr. Dark, quien consigue atraer a las personas a su círculo prometiéndoles el cumplimiento de sus fantasías más secretas; el único problema es que, aquellas personas que acepten un trato con él se verán obligadas a prestar servicios a este señor y a su feria.
Al igual que ocurre en todas las obras de Ray hay una constante tensión entre el bien y el mal, el deber y el deseo, la soledad y la sociabilización. En esta novela, el autor de «El vino del estío» ofrece una historia que se construye con elementos de fantasía y de terror y compone una atmósfera realmente desgarradora. Estoy convencida que leer a Ray es aprender acerca de la forma en la que debe manejarse el ritmo y la tensión en una historia, así que, aunque algunas de sus historias son mejores que otras, de ninguna te marchas sin haber aprendido algo valioso.
En lo personal pienso que si leemos «La feria de las tinieblas» y no nos sucede nada interiormente, probablemente se deba a que el terror no es un género para nosotros y nos convenga decantarnos por otro. Me atrevería a decir que es una de las mejores novelas de terror que he leído. Y no debemos olvidarnos de la elegancia y el lirismo tan característicos de las obras de Bradbury que las vuelve tan exquisitamente literarias.
Hay momentos en nuestra vida que resultan sumamente determinantes; todos hemos vivido un suceso que nos ha marcado de algún modo. En el caso de Ray Bradbury siempre contaba que recordaba con especial cariño su encuentro con un mago de feria llamado Sr. Eléctrico. En su encuentro con este personaje, éste le ordenó que viviera eternamente; fue el primer momento en el que el autor de «Crónicas marcianas» se encontró con la idea de la eternidad, por ende, de la mortalidad, y fue quizá, para cumplir esa orden, que se puso a escribir de forma frenética. Y, digamos que en cierta forma consiguió mantenerse fiel a ella.
Posiblemente haya sido también ese hecho el que lo llevaría a obsesionarse con las vidas paralelas y la existencia después de la muerte. Elementos que aparecen de forma reincidente en toda su obra y que se ven claramente reflejados en la obra que hoy leemos. De hecho, en esta novela da vida a ese recuerdo dándole un giro a ese personaje, el Sr. eléctrico en el Sr. Dark, y convirtiéndolo en una criatura extravagante y algo peligrosa.
Las tinieblas también tienen poesía
Esta novela, a la que muchos consideran una secuela de «El vino del estío», tiene lugar en una ciudad que también comparte rasgos característicos con Waukegan, la ciudad donde nació Bradbury. No obstante, el resto de la obra (lo deseo intensamente) ofrece elementos que no provienen de los recuerdos sino de la maravillosa imaginación de Ray.
La primera imagen que nos encontramos nos deja ver que algo extraño está ocurriendo en el pueblo; el aire parece enrarecido y la mayoría de los habitantes coinciden en que nunca antes ha ocurrido algo semejante. ¿Se les ocurre un punto de partida más fantasmagórico?
Charles Halloway se encuentra en un momento de su vida en el que parece no ocurrir nada: trabaja en la biblioteca del pueblo, lee mucho y se plantea preguntas decisivas en torno a la vida. Una tarde esa quietud se ve modificada cuando Charles se topa con un cartel que anuncia la llegada de un show con tintes oscuros y tiene un extraño presentimiento. También su hijo Will y su amigo Jim han visto el cartel y se sienten entusiasmados por la llegada de una feria a ese pueblo donde no ocurren cosas llamativas.
Pero algo sucede con aquella feria y en poco tiempo todos los ciudadanos comenzarán a vivir experiencias abrumadoras: muchos de los habitantes comenzarán a rejuvenecer sospechosamente. También los dos amigos Jim y Will vivirán acontecimientos que marcarán sus vidas para siempre; así como el encuentro de Ray con el Sr. Eléctrico lo condicionó para siempre.
Y no les adelanto más para que cuando se decidan a leerla puedan encontrarse ustedes mismos con el miedo y la sugestión que produce la lectura de Bradbury. Los invito a acercarse a este fantástico narrador que nunca se olvida de otorgar poesía a sus historias.
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