La influencia de Macedonio Fernández en la literatura contemporánea

La influencia de Macedonio Fernández en la literatura argentina contemporánea.

Macedonio Fernández

Hoy la literatura argentina está de celebración: es el aniversario de uno de los autores nacionales más significativos: Macedonio Fernández. Una figura enigmática y fascinante que ha dado pie al surgimiento de un tipo de literatura experimental y salvaje que ha enriquecido sustancialmente la literatura de este país. Fernández es un autor con un campo de influencia sumamente amplio, que va desde autores como Jorge Luis Borges hasta César Aira o Samanta Schweblin. En el artículo de hoy repasamos los hitos de su vida y su obra y te invitamos a leerlo.
 
 

Vida y obra de Macedonio Fernández

Jorge Luis Borges mencionó a Macedonio Fernández como su maestro más influyente. Basta acercarse a su obra para encontrar la huella imborrable de la escritura de Fernández. Uno de los autores que supo hacer de la experimentación un camino de búsqueda constante, desprendiéndose de las encorsetadas exigencias formales de su tiempo y abriendo un camino nuevo de libertad y sensibilidad.

Macedonio Fernández nació el 1 de junio de 1874 en la ciudad de Buenos Aires. Pasó su infancia en la capital argentina pero cuando contaba con 11 años la familia se trasladó a Posadas, Misiones, porque su padre fue nombrado gobernador de esa provincia. Allí Macedonio entró en contacto con la naturaleza, lo que marcaría profundamente su mirada sobre el mundo. La vida alejada del ritmo frenético de la vida porteña le permitió encontrar un tipo de escritura donde el silencio y el rumor de la naturaleza opera su misterio. Sin lugar a dudas, su estilo contemplativo y su interés por lo metafísico le deben mucho a esta experiencia en el Litoral.

En 1889, el fallecimiento del padre obliga a la familia a regresar a Buenos Aires, donde Macedonio completaría sus estudios y comenzaría su peregrinaje como escritor. Aunque se decantó por la carrera de Derecho, su verdadera vocación era la literatura, la que tarde o temprano se dedicaría con entrega absoluta. No obstante, nunca le interesó el mundo de la literatura, sino la escritura, por eso no se preocupó por construir una carrera literaria tradicional. Su obra es el reflejo de este empeño: un camino de búsqueda filosófica y literaria poco aferrada a los intereses de la literatura de su tiempo.

Entre las peculiaridades de su obra habría que señalar su interés por un lenguaje fragmentario donde los juegos del lenguaje y filosóficos devienen experimentos narrativos sorprendentes. Entre los textos más conocidos se encuentran No toda es vigilia la de los ojos abiertos, Papeles de recienvenido, Adriana Buenos Aires, última novela mala y Cuentos y textos para nadie.

En sus últimos años, Macedonio Fernández vivió en condiciones bastante precarias, casi en el olvido, aunque rodeado de algunos amigos y discípulos que lo admiraban. A pesar de su talento el éxito y el reconocimiento le llegarían después de su fallecimiento. Falleció el 10 de febrero de 1952 en Buenos Aires, a los 77 años. Murió en la casa de su hijo Adolfo de una insuficiencia renal, después de un período de deterioro físico. Su vida estuvo marcada por la austeridad, el desapego material y una profunda dedicación a la literatura y la filosofía, lo que lo convirtió en una figura mítica y enigmática de la literatura argentina.

Libro de Macedonio Fernández

La influencia de Macedonio Fernández

La influencia contundente de Macedonio Fernández en la literatura argentina contemporánea

La huella que ha dejado Macedonio Fernández en la literatura argentina es profundísima. No sólo ha sido uno de los maestros fundamentales de autores como Jorge Luis Borges y Ricardo Piglia sino que su influencia sigue marcando a las nuevas generaciones de escritores. Su mirada abstracta sobre el lenguaje y su capacidad para fusionar trama y reflexión filosófica planean sobre la composición estética de la literatura contemporánea.

Si hablamos de Fernández no podemos dejarnos fuera a Ricardo Piglia, quien le ha dedicado gran parte de su obra y ha estudiado a fondo la obra de Macedonio. De hecho, Piglia lo reivindicó como un autor clave de la literatura argentina y gracias a la propia influencia que él tuvo en la crítica y el pensamiento teórico consiguió que Macedonio Fernández fuera tenido en cuenta y ocupara un lugar de relevancia en la literatura del país. En Respiración artificial, su personaje Macedonio Fernández aparece como una figura tutelar y posteriormente también lo pondrá en primer plano en sus ensayos y diarios, donde lo presenta como un escritor radical.

También César Aira ha recomendado y mencionado en varias ocasiones a Macedonio Fernández, expresando una gran admiración por este compatriota. Sobre todo, a Aira le interesa la libertad creativa y el rechazo a las formas narrativas tradicionales que defendió con esmero Fernández. La increíble y prolífica producción de Aira que le permitió desafiar las convenciones de la novela lo emparenta inevitablemente con la versatilidad y experimentación de Macedonio Fernández.

La poeta y ensayista María Negroni es otra de las apasionadas por la obra de Macedonio Fernández. En su literatura ha explorado la idea de la escritura como un espacio de imaginación radical, señalando al escritor como uno de los principales maestros, que supo influirlo notablemente, en este campo. Si pensamos en libros como El arte del error, encontramos el gran parentesco con Macedonio en el interés por una escritura fragmentaria donde la filosofía o las preguntas filosóficas acaparan toda la atención.

Samanta Schweblin es otra de las autoras que ha manifestado en varias ocasiones su fascinación por la obra de Macedonio Fernández. Aunque su estilo es más conciso y no tiene tanta indagación filosófica, la forma en que plantea su juego entre realidad y percepción es novedosa y podría llevarnos a pensar en esta influencia. La propuesta de Macedonio Fernández incluye un interés por la distorsión de lo real y lo onírico, lo que podría indicarnos que la escritura de Schweblin tiene cierto vínculo con No toda es vigilia la de los ojos abiertos.

La influencia de Macedonio en las escritoras y los escritores de nuestra época no siempre es directa pero a poco que escarbemos un poco podemos encontrarla. Principalmente podemos encontrar como vínculo el afán por cuestionar las formas narrativas tradicionales y explorar nuevos caminos para la literatura. Sin lugar a dudas es uno de esos escritores argentinos cuya huella continúa firme en la literatura contemporánea.

Macedonio Fernández

Un escritor alejado de la alta cultura que cambió la historia de las letras argentinas



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