La influencia de Marguerite Duras en la literatura contemporánea

Marguerite Duras es una de las autoras cuya huella puede descubrirse de forma contundente en la literatura de nuestro tiempo.

Marguerite Duras


Marguerite Duras
es, sin lugar a dudas, una de las escritoras más fascinantes del siglo XX. Su obra supuso en su momento un hito para la literatura europea, incorporando lo íntimo de forma contundente en la novela. Su mirada sobre el lenguaje ha sido determinante para la evolución de la literatura occidental y continúa siendo un faro para muchísimos escritores y escritoras de nuestro tiempo. En el día del aniversario de su fallecimiento, que tuvo lugar el 3 de marzo de 1996, te traemos un artículo en el que te contamos de qué manera ha influido en la literatura contemporánea.

La vida difícil que provocó el surgimineto de una autora sin igual


Marguerite Duras
nació el 4 de abril de 1914 en Gia Định, una región cercana a Saigón (actual Ciudad Ho Chi Minh, Vietnam). Hija de colonos franceses en Indochina, su infancia estuvo marcada por la precariedad económica y la compleja relación con su madre; contaría más tarde lo difíciles que fueron esos años para ella. A los 17 años se trasladó a Francia, donde estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Sorbona. Durante la Segunda Guerra Mundial, se unió a la Resistencia Francesa y sufrió la detención de su esposo, Robert Antelme, en un campo de concentración nazi, un episodio que la marcó profundamente. En esos años también comenzó a colaborar con el Partido Comunista, aunque posteriormente se distanció de la militancia política.

Aunque su primera novela, Les Impudents (publicada en 1943) pasó desapercibida, Duras no tardaría en entrar en la literatura de forma soberbia y contundente con obras como Un dique contra el Pacífico, El amante y El dolor. A lo largo de su carrera, desarrolló una escritura profundamente innovadora, caracterizada por la fragmentación, la economía del lenguaje y la exploración de la memoria y el deseo. Su obra más célebre, El amante le valió el prestigioso Premio Goncourt y la convirtió en un fenómeno literario mundial.

A esta novela le seguirían India Song y El amante de la China del Norte. Además, Dura experimentó con el teatro y el cine, llegando a cautivar a un gran número de espectadores con la película Hiroshima, mon amour. Al igual que en su narrativa en sus otros textos Duras exploró con asombro y acierto de forma obsesivamente temas como la pasión, la muerte, la soledad y la imposibilidad del amor.

Los primeros crudos años y los años de la Segunda Guerra Mundial con toda su violencia dejaron una huella imborrable en la psique de Duras, a tal punto que los incorporaría como material de escritura. En su escritura minimalista exploró con contundencia los silencios familiares y la fractura psíquica que provoca la violencia. Comprendió el poder del silencio en la literatura, y lo convirtió en un recurso que sería el gran rasgo distintivo de su obra. En sus textos, lo que no se dice es tan importante como lo que se expresa, permitiendo al lector un papel activo en la reconstrucción del relato. Basta acercarse a alguno de sus libros para descubrir este asombroso rasgo de su escritura.

En sus últimos años, Marguerite Duras continuó escribiendo con una intensidad inquebrantable, aunque su salud se deterioró debido al alcoholismo, un problema que ella misma abordó con crudeza en el ocaso de su literatura. A pesar de sus problemas de salud, nunca dejó de escribir ni de incendiar el debate en torno a los temas que le importaban: el amor y la literatura. Falleció el 3 de marzo de 1996 en París, y fue enterrada en el Cementerio de Montparnasse, cerca de Simone de Beauvoir y Julio Cortázar, entre otros grandes escritores de la literatura francesa y occidental.

Marguerite Duras con un cigarrillo y una máquina de escribir

Su manera de trabajar el silencio supuso una revolución para la narrativa

La influencia de Duras en la literatura contemporánea

La huella de Marguerite Duras en la literatura y el arte contemporáneo se puede identificar con facilidad. Se trata de una de las figuras más influyentes de la literatura del siglo XX gracias a su estilo personal y fragmentario. Autores y autoras de distintas generaciones han encontrado en su obra una fuente de inspiración estética y temática. Y es que, desde sus primeras obras, Duras rompió con las estructuras narrativas tradicionales y ofreció una mirada renovada para el misterio de la literatura. Su manera de trabajar los silencios, la repetición y la elisión en la construcción de sus relatos fue absolutamente inédita en la literatura y otorgó a la palabra escrita una nueva dimensión.

En novelas como El arrebato de Lol V. Stein y El amante redefinió el modo en que se narran las experiencias íntimas y los conflictos emocionales. Lo más característico de su estilo es el uso de un lenguaje directo y, al mismo tiempo, ambiguo, y la incorporación de una cadencia poética a un estilo narrativo por momentos bastante lineal. Esta forma de pensar el lenguaje y la escritura ha influido en escritores tales como Annie Ernaux, quien también experimenta con la autoficción, o Patrick Modiano, cuyo trabajo comparte con Duras la exploración de la memoria y la identidad. También Rachel Cusk y Karl Ove Knausgård han sido marcados por la huella de esta autora.

En nuestro idioma también hay muchas autoras y autores que han expresado su gran admiración por esta escritora y que se han decantado por un estilo narrativo similar; podríamos mencionar a Rosa Montero quien en varias ocasiones expresó su inmensa admiración por ella. También Cristina Peri Rossi ha hablado sobre el inmenso impacto que supuso para ella descubrir la obra de Duras, sobre todo en lo referente al tratamiento de la memoria, la sexualidad y la construcción de personajes femeninos que desafían las convenciones.

Sin lugar a dudas, Marguerite Duras es una de las grandes escritoras de todos los tiempos. Leerla es sumergirse en un universo propio sugerente, atractivo y sin comparación. Su obra no sólo desdibujó los límites entre la realidad y la narración, sino que legitimó el derecho de los escritores a explorar sus propias vidas sin ataduras a la verdad objetiva, lo que supuso un cambio de paradigma absoluto en la forma en la que se entendía la escritura en aquel momento. Duras demostró que la subjetividad puede ser un jugoso territorio narrativo para explorar el mundo y su modelo ha sido adoptado por muchos autores actuales que construyen su identidad a través de la literatura.

Marguerite Duras escribiendo

Marguerite Duras renovó la novela para siempre



Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.