España ha dado vida a numerosos narradores que han explorado el cuento infantil. Entre ellos se encuentra Montserrat del Amo y Gili, nacida un día como hoy, el 15 de junio de 1927, a quien se considera una importante representante del género. He pensado que sería una buena oportunidad para repasar acerca de su obra y su forma de entender la literatura. Un humilde homenaje que espero les guste y los lleve a leerla.
La literatura que piensa
Aunque se dio a conocer como filósofa y divulgadora de textos de tipo humanístico, pronto fue abriéndose paso en la ficción decantándose principalmente por la creación de relatos y cuentos destinados a los más pequeños. En todas sus historias, sin embargo, se nota un interés profundo por indagar en torno a los aspectos filosóficos y profundos de la vida.
«El abrazo del Nilo», «Pelo tieso» y «Álvaro a su aire» son sus historias más conocidas. Aunque no puedo olvidarme tampoco de los Blok, unos personajitos muy peculiares que nacieron de la propia imaginación de Montserrat y se implantaron en el legado de la literatura infantil como una parte indivisible de ese universo variopinto que nos ha ido formando como lectores.»Los Blok descifran la clave» y «Festival Blok» son algunos de los títulos de esta peculiar saga (podríamos llamarla así para entendernos, aunque no creo que reúna todas las características que deben tener este tipo de modelos narrativos).
Al leer a Montserrat descubrimos su profundo interés por la educación y la divulgación de valores contundentes. Ha publicado decenas de libros y todos hemos caído extasiados ante muchos de ellos, incluso antes de saber quién era su autora. ¿O me vas a decir que no te has topado como «El fuego y el oro», «Rastro de Dios y otros cuentos» o «Montes, pájaros y amigos»? Todas obras de Montserrat; al igual que «Soñado mar», «Tranquilino, rey» y «Zuecos y naranjas».
La lectura que aviva el fuego de la vida
Montserrat del Amo entró a la literatura por la puerta grande con su novela «Hombres de hoy, ciudades de siglos», en la que planteaba un recurrido por la Europa de la posguerra y daba voz a los vencidos durante la Segunda Guerra Mundial. Con tan sólo 21 años, se plantaba con una historia contundente que exploraba un territorio árido y de difícil reflexión.
Nacida en el seno de una familia apasionada por la literatura (era nieta de los editores Gregorio del Amo y Gustavo Gili) en poco tiempo descubrió lo vasto y maravilloso de ese mundo y se dedicó con fervor a la lectura y la investigación. La Guerra Civil aportó su granito de arena ya que, debido a la suspensión de las clases a causa de la crisis social, Montserrat aprovechó esos vacíos para llenarlos de libros y letras. Así lo contaba:
Entre sus obras favoritas se encontraba la extensa colección de Julio Verne y «A través del desierto y de la selva» de Sienkiewicz. Y esa pasión fue la que la llevó a licenciarse en la carrera de Filosofía y Letras, con una determinante especialidad: Literatura Hispánica. Al salir, comenzó a participar en la publicación de libros de divulgación filosófica, pero pronto se fue haciendo su propio hueco a través de una narrativa de ficción que toma elementos de la fantasía pero que se centra rotundamente en la realidad y en las posibilidades que tenemos a nuestra disposición para cambiarla.
No son los numerosos premios que ha recibido (el Cervantes Chico, el Iberoamericano de Ediciones SM ni el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil) los que otorgaron prestigio a sus letras, sino las maravillosas historias que fue capaz de componer para iluminar la infancia de muchos de nosotros y para luchar con contundencia por una escritura seria que depositara en los niños el deseo de aprender más y más, invitándolos a explorar un lenguaje más complejo y con un contenido determinado en el que se abogue por la diversidad cultural y la amistad.
Un elemento característico de la obra de Montserrat es el ritmo: sus cuentos se leen con mucho disfrute en voz alta. Esto se debe a que la autora estaba convencida de que como la literatura surgió como algo oral esta los autores debemos esforzarnos por mantenerla así. Y agregaba que leía en voz alta sus historias para entender su ritmo y distinguir si cada una contaba con su propia música interna. No obstante, lejos de abanderarse a los cuentacuentos que se acercan más a la cultura del espectáculo decía con rotundidad:
Sin duda, es una autora ineludible de la literatura española. ¡No se la pierdan!
Comentarios1
No conocía a Moncerrat del Almo yGlli .no tengo poesías escritas por mi pero si me gusta leerlas Gracias
Poemas del Alma
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