Tuve la suerte de cruzarme muy pronto con la poesía. Mi madre recitaba algunos versos de memoria. Que yo recuerde sus favoritos siempre fueron Machado, Darío y Nervo. Me gustaba su voz en los versos.
La poesía te hace acercarte a lo íntimo desde una perspectiva nueva, te permite preguntarte y reproducir las mismas palabras que conoces de sobra con una sonoridad absolutamente nueva.
Cuando mi madre decía «¡Me clavó muy hondo su mirada azul!» algo se movía en mí. No eran las palabras ni lo que significaban era el sonido que producían, la forma en la que se relacionaban con el aire y lo transformaban.
Y es que la poesía tiene una magia que la pone por encima de la narrativa y la acerca a la música, creo que superándola. Permite que todo se transforme, valiéndose de una simple y única herramienta: la palabra.
La poesía en las nanas y canciones de cuna
En la infancia los sonidos juegan un papel relevantísimo en el aprendizaje. Comenzamos aprendiendo pequeñas cancioncitas o frases que tienen una cierta rima o musicalidad; mientras aprendemos sonidos y palabras vamos descubriendo nuestras emociones e identificándonos con el mundo que nos rodea. Es muy común que en esta etapa nos guste la poesía; de hecho, suele suceder que muchos adultos todavía recuerden pequeñas rimas aprendidas en la escuela. Pero ¿qué nos sucede? ¿Por qué nos alejamos de este arte tan necesario?
Muchos de nosotros hemos tenido un contacto directo con el lenguaje poético desde pequeños; pero posiblemente por la poca atención de los adultos a las necesidades infantiles y el caos emocional que vivimos en ese transcurso de la inocencia a la madurez, el camino más común que tomamos en ese período es el de alejarnos de la poesía.
Nos acercamos a la poesía a partir de las canciones de cuna y las nanas que nuestros padres o hermanos mayores nos cantaban; pero cuando llega la ruptura de ese mundo de infancia, si no hubo una solidez o un enamoramiento profundo con las palabras se produce un alejamiento a veces rotundo. Es imprescindible, por tanto, que antes de que llegue ese quiebre con el mundo poético se les brinde a los niños una amplia perspectiva de lo que en él pueden encontrar.
La predisposición de los niños ante las palabras y los sonidos es una ventana que los adultos tenemos que ver a tiempo para favorecer la entrada de la poesía. Cuando esto ocurre generalmente ya no hay vuelta atrás: una vez que la poesía penetra, ella solita se encarga de quedarse. Y ¿cómo resistirse?
Beneficios de la poesía en los niños
Según un estudio realizado por Denise Johnson de la Universidad de Virginia (Estados Unidos) la poesía ofrece muchísimos beneficios para los niños, algunos de ellos son:
- Posibilidad de apreciar la musicalidad e imágenes del lenguaje.
- Brinda nuevas formas de ver el propio mundo y el entorno para comprenderlo desde otra perspectiva.
- Potencia la creatividad y el conocimiento del lenguaje donde una misma estructura puede significar diversas cosas y les ayuda a comprender la conexión existente entre estructura, sonido y rima.
- Incentiva a los niños a buscar nuevas formas de expresión, lejos de la lógica impuesta por el lenguaje dominante.
Poesía para cada edad
Uno de los grandes problemas de la poética es la complejidad de los versos. Así como no nacemos razonando como lo hacemos en la adultez (de niños necesitamos una forma más sencilla de comprender ciertos conceptos), lo mismo ocurre con nuestras emociones; a medida que vamos experimentando nuevas circunstancias adquirimos un mecanismo de comprensión emocional más complejo. Como la poesía narra fundamentalmente experiencias vividas de forma intensa, es importante que exista poesía diversa para cada persona dependiendo su edad y sus gustos.
Cada niño debería tener una poesía con la que se sintiera identificado, que le atrajera y que lo incentivara a autoconocerse y reconocerse en el mundo.
Es fundamental por lo tanto que docentes y tutores estén al tanto de las inclinaciones de cada niño para poder ofrecerle a cada uno lo que necesita: una poesía a medida que lo ayude a sentirse identificados con las palabras y a practicar formas propias de decirse a sí mismos, de contarse. En ese sentido, los padres son un puente entre el interés de los jóvenes y un poeta en particular.
Función de la poesía en la infancia
La labor de la poesía en la infancia es estimular la imaginación y la sensibilidad; por eso es fundamental que se encuentre presente en la formación, desde la más tierna infancia.
Pero no sólo esto, la poesía es sin duda una de las grandes herramientas para conseguir una gran variedad de beneficios en los niños.
- Es fantástica para ejercitar la memoria. Como la poesía infantil se compone de rimas sencillas, su musicalidad ayuda a que los niños puedan memorizar con facilidad el texto; además, recitar poesía puede ayudarlos a mejorar la dicción y la postura corporal.
- Es un juego que los niños utilizan para irse a otros mundos, para inventar, para recuperar poemas, para crear sus propias frases; en definitiva, los incentiva a meterse de lleno en el proceso creativo, sin que siquiera se den cuenta.
- Es un estimulante de la creatividad y la percepción del mundo; los vuelve más sensibles y los conecta con ellos mismos y con su entorno, cultivando su empatía y su sensibilidad.
- Permite comprender situaciones emocionales extrañas o complejas favoreciendo el crecimiento interior de los niños.
Cabe aclarar que la comunicación es una de las herramientas principales en la educación; cuantas más habilidades comunicativas ayudemos a desarrollar a un niño, mayores serán sus posibilidades de crecer y ampliar sus horizontes.
Dentro de las formas de expresión existen el lenguaje verbal y el lenguaje corporal: ambos pueden cultivarse con la poesía, gracias a la música, al sentido de la estética y a la percepción que ella introduce. Podríamos decir que la poesía es el recurso educativo por excelencia en la primera infancia. De ahí que sea tan importante que los adultos inculquemos la lectura de este género a los más pequeños.
Tuve la suerte de que la poesía me encontrara pronto y a veces pienso en todos esos niños en los que ella no se despierta y me entristezco. Estoy convencida de que si hubiera más niños leyendo, escuchando y escribiendo poesía el nuestro sería un mundo mejor.
Comentarios3
Hermoso artículo que nos ayuda a crecer sobre la creatividad , sensibilidad y predisposición para escribir poesía, qué lindo!!! Muchas gracias.
Este artículo debería publicarse en manuales para docentes y por supuesto en todas las revistas que hablan de la lectura para los más jóvenes.
Como queda claro, si la poesía se acercase de manera adecuada a los niños "otro mundo sería posible".
Fantástico, Tes.
Un abrazo
Tes querida: Gracias por tu alma de niña...Abrazos.
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