«La puerta», de Magda Szabó

Hoy les traigo otra entrega para el Desván de los libros perdidos. El libro protagonista de este artículo se llama «La puerta» y pertenece a la autora Magda Szabó. Una obra espeluznante y digna de ser leída con toda nuestra atención.

Un homenaje a la amistad

Magda, la protagonista, es una escritora que vive aislada, intentando que la realidad no la roce. Es una mujer que se salva de la vida por pertenecer a una familia burguesa, que le ha dejado una casa en la que vivir junto a su ayudanta Emerence, que es su leve contacto con el mundo. Ambas mujeres entablan un lazo tan estrecho como áspero, y se demuestran mutuamente que no pueden vivir sin la otra. Después de leer este libro entendemos por qué es tan popular esa frase que dice que hay amores que matan.

Entre las cosas que más me gustaría resaltar de este libro debo decir que lo principal es que me ha resultado un precioso homenaje a la amistad: cuando ésta se ve representada por la sinceridad más fragante; y donde los misterios se enfrentan con escudo y espada.

«La puerta» nos acerca a la relación que se establece entre dos mujeres: una escritora y su sirvienta. Se va narrando a lo largo de 20 años, y construyendo desde el presente hasta los pasados de ambas protagonistas. Esa relación, como todo lazo estrecho, se ve invadida de reproches y desencuentros pero también de complicidad, amor y compañía. Cada una de ellas se convierte en una presencia necesaria en la inmensa soledad de la otra.

En el caso de la criada, Emerence, hay una oscuridad y una tristeza apabullantes. A lo largo de toda la novela nos encontraremos con esos rincones secretos de su historia, a los que podemos arribar gracias a sus intimistas confesiones junto a su patrona. Es posible que, si no hubiera existido esa relación de odio-afecto que las une, Emerence y Magda jamás hubieran podido indagar en sus propios pasados. Es a raíz de esa intensa amistad que consiguen narrarse a sí mismas, desvelar esas tristezas antiguas que caminan con ellas, y hacerles frente en un presente que tampoco resulta tan halagador para ellas.

Acerca de la autora

De la autora se puede decir fundamentalmente que creció en una difícil Hungría; que durante su juventud estuvo escondida y dispuesta a no escribir nada con tal de que el régimen no se llevara ninguno de sus méritos. Pero fundamentalmente podemos decir que fue una mujer convencida de sus ideas y que escribió obras magníficas que le ganaron el reconocimiento dentro y fuera de su tierra.

Magda Szabó nació el 5 de octubre de 1917 en Hungría y falleció en ese mismo país el 19 de noviembre de 2007. Se la considera como una de las mejores novelistas del universo literario húngaro. Sin embargo, además de novelas ha publicado poesía, ensayos, memoria y teatro. Entre sus obras cabe mencionar «Cordero», «Regreso a lo humano», «Abigail» y «La balada de Iza».

En el año 2003 la novela que hoy recordamos fue condecorada con el premio francés Prix Femina a la mejor novela extranjera. Y no es raro encontrarse con algunos otros de sus títulos en las listas de mejores novelas de la historia de la literatura.

Si tuviéramos que clasificar esta obra podríamos decir de ella que es de corte intimista aunque avanza sobre temas fundamentales en la vida como son el compromiso con nuestra época y la inmensa repercusión que los hechos y el entorno político tienen sobre nuestra vida individual y nuestras relaciones.

Novela con guiño autobiográfico

Según lo que se ha dicho de esta novela y lo que la propia autora ha confesado, se inspira en su estrechísima relación con su sirvienta; no obstante, y como era de esperarse, contiene muchos elementos de ficción. Es difícil encontrar elementos tan interesantes en la propia vida como para narrarlos sin el toque mágico de la imaginación.

Emerence y Magda son dos mujeres de personalidades totalmente opuestas. Una escritora que jamás ha hecho trabajos manuales frente a una mujer criada en el campo que ha trabajado toda su vida con su cuerpo y sus manos. Una aristócrata despreocupada del mundo y una sirvienta que ha tenido que enfrentarse a injusticias y barbaridades de todo tipo.

Esta amistad es el encuentro de dos mundos opuestos que se rozan hasta fundirse y dejan en evidencia que ante la soledad los humanos nos unimos, aún con aquéllos que en otra circunstancias jamás nos aliaríamos. Estas dos mujeres se tenían la una a la otra: opuestas desde la cuna, supieron unirse con todas las dificultades y hacer del choque una nueva forma de entendimiento.

Creo que esta es otra de las joyas que no deben faltar en nuestra biblioteca por eso la he escogido para el Desván de los libros perdidos. Si todavía no se han convencido, quizás lo hagan al leer algunas de las críticas que ha recibido este libro.

Si les ha gustado este post, a lo mejor también les interesa nuestra recomendación sobre «Una música constante» (Vikram Seth), «Cuentos al amor de la lumbre» (Antonio Rodríguez Almodóvar), «Vida y destino» (Vasili Grossman), «El camino de las llamas» (Hugo Wast) y «Diloy el vagabundo» (Condesa de Ségur). ¿Seguimos leyendo juntos?