La sociedad secreta de José de Espronceda

 
 
En el aniversario de uno de los escritores más significativos del romanticismo español te queremos hablar sobre él.
Se trata de José de Espronceda. Vamos a hacer un repaso sobre su vida y contarte una curiosidad muy particular: acerca de la sociedad secreta que él mismo fundó.
 
 

¿Quién fue José de Espronceda?

José de Espronceda nació en Badajoz el 25 de marzo de 1808 y es para muchos uno de los fundamentales autores del Romanticismo en España. Desde muy joven, mostró un carácter rebelde y un gran talento para la poesía, que comenzó a cultivar pronto. Con el tiempo se convertería en uno de los escritores más importantes de su generación.

A los quince años, ingresó en el Colegio San Mateo en Madrid, donde fue alumno del poeta Alberto Lista. Esta experiencia sería tremendamente significativa para él porque su maestro le transmitiría la pasión por la literatura, y ya no abandonaría más este camino. Su escritura y su mirada combativa lo llevaron a vivir experiencias difíciles. Se implicó en actividades políticas y revolucionarias que desafiaban el régimen absolutista de Fernando VII y, para evitar las represalías de dicho régimen, se exilió en 1827 en Portugal.

Durante su exilio, Espronceda vivió en varios países de Europa, incluyendo Portugal, Francia, Bélgica y el Reino Unido. En 1833 regresó a España, donde se quedaría definitivamente junto a su esposa, Teresa Mancha, a quien conoció durante su estancia en Lisboa. Su regreso fue sumamente significativa y su escritura, prolífica. Tras la muerte de Fernando VII y la amnistía concedida por la regente María Cristina, Espronceda se sumergió en la vida política y literaria del país. Comenzó a publicar sus obras más conocidas, entre las que destacan El Estudiante de Salamanca, El Diablo Mundo y Cantos.

Además de su labor literaria, fue un activo político liberal. Se integró en el partido progresista y en 1841 fue elegido diputado en las Cortes Generales. Desde su puesto, abogó por reformas democráticas y sociales, manteniendo siempre un espíritu crítico y revolucionario.

Su fallecimiento tuvo lugar el 23 de mayo de 1842, después de pasar unos últimos años difíciles debido al brutal deterioro de su salud. Sus restos decansan en el Cementerio de San Justo, en Madrid, donde se encuentran otras figuras destacadas de la cultura española.

La Sociedad Secreta de «Los Numantinos»

En su juventud, José de Espronceda fue uno de los fundadores de la sociedad secreta «Los Numantinos», un grupo de jóvenes que conspiraba contra el régimen de Fernando VII que comenzó a operar en 1823. Se dedicaban a promover ideas liberales y a planear acciones revolucionarias, pero eran también jóvenes que disfrutan de la vida y de la amistad.

El grupo estaba formado por alumnos del Colegio de San Mateo en Madrid, donde Espronceda estudiaba. La sociedad recibió su nombre en honor a Numancia, una antigua ciudad celtíbera conocida por su heroica resistencia frente a las legiones romanas, simbolizando así el espíritu de lucha y resistencia contra la opresión.

El principal objetivo de «Los Numantinos» era conspirar contra el régimen absolutista de Fernando VII, quien había reinstaurado un gobierno autoritario tras la restauración del absolutismo en 1823. Los miembros de la sociedad se inspiraban en los ideales liberales y románticos de libertad, justicia y resistencia contra la tiranía. Formar parte de este grupo fue fundamental para la evolución del espíritu revolucionario de Espronceda y marcó significativamente su escritura.

En 1825, las actividades de «Los Numantinos» fueron descubiertas por las autoridades, y varios de sus miembros, incluido Espronceda, fueron arrestados. Aunque fue detenido y enviado a un convento en Guadalajara, esta represión inicial no sofocó su espíritu rebelde. Cuando salió volvió a reunirse con su grupo, hasta que tomaron la decisión de suspender las actividades porque la represión se había vuelto cada vez más peligrosa. Al igual que Espronceda, otros miembros de la Sociedad Secreta de «Los Numantinos» se exiliaron.

Es importante recordar esta curiosidad en la vida de Espronceda para comprender el trasfondo de su obra. «Los Numantinos» tenían un espíritu romántico y vivían soñando con otra España, una que no llegaron a ver, donde la libertad y la democracia guiaran el camino. La influencia del pensamiento de estos luchadores en el pensamiento liberal posterior fue sumamente importante.