Repasamos la vida y la obra de Anne, la menor de las hermanas Brontë, y su contribución a la literatura inglesa.
El 17 de enero de 1820 falleció la escritora británica Anne Brontë, la menor de las tres famosas hermanas. Su vida estuvo plagada de tragedia y muerte, sin embargo, con su obra supo dejar un legado inaudito para quienes disfrutamos de los libros.
En este artículo repasamos la importancia de sus novelas Agnes Grey y El inquilino de Wildfell Hall en la literatura inglesa.
La trágica historia de Anne Brontë
Anne Brontë nació el 17 de enero de 1820 en Thornton, una localidad del condado de Yorkshgire Oeste, en Inglaterra. Fue la sexta hermana de una familia marcada por la tragedia y la enfermedad, así como también por el talento literario. Tanto Anne como sus hermanas Charlotte y Emily contribuyeron a engrandecer la literatura inglesa del siglo XIX.
Maria Branwell Brontë, la madre de las hermanas Brontë, falleció cuando Anne tenía un año, y fue la primera gran tragedia que amenazó la vida familiar. A esta muerte le seguirían las de las hermanas Maria y Elizabeth quienes, al igual que la progenitora, fallecieron de tuberculosis. Estas desgracias marcaron profundamente la infancia y el carácter de Anne.
Anne Brontë pasó su infancia en la localidad de Thornton donde recibió una buena educación, gracias al empeño del padre por ofrecerles a sus hijos buenas oportunidades. En 1848, tras el fallecimiento de su padre, Anne comenzó a trabajar como institutriz para ayudar a sostener la economía familiar. En esta época comenzó a ser consciente de la inmensa dificultad que suponía ser mujer en la Era Victoriana, al experimentarlas en primera persona.
En 1847 publicó su novela Agnes Grey en la que explora la desigualdad de género y la censura a la vida emocional e interior de las mujeres. Al año siguiente publicó su segunda novela, El inquilino de Wildfell Hall, que para muchas especialistas es la primera novela feminista de la historia. En ella, Anne critica abiertamente las normas de género y el abuso de poder por parte de los maridos en las relaciones matrimoniales.
Anne Brontë falleció el 28 de mayo de 1849 de tuberculosis. Tenía tan sólo 29 años. Sus hermanas, Charlotte y Emily conseguirían un mayor reconocimiento en vida; no obstante, las contribuciones de Anne Brontë a la literatura son innegables. Su obra sigue siendo objeto de estudio y puede servirnos para comprender a fondo la relación entre hombres y mujeres en la sociedad victoriana.
¿Cuáles son los aportes de Anne Brontë a la literatura?
Aunque la obra de Anne Brontë ha sido eclipsada por las novelas de sus hermanas Charlotte y Emily, Jane Eyre y Cumbres borrascosas respectivamente, las contribuciones de Anne a la literatura inglesa fueron importantes.
A través de sus novelas Anne Brontë exploró temas de relevancia social y moral, tales como las injusticias a las que debían enfrentarse las institutrices en la sociedad victoriana y la brutalidad del matrimonio para la vida de las mujeres. Se mostró crítica y desafiante ante las expectativas sociales respecto a la mujer y plasmó en sus obras la rabia que la opresión impone en esas vidas.
Fue una de las primeras autoras en abordar abiertamente las restricciones impuestas a las mujeres en la sociedad victoriana y lo hizo construyendo personajes femeninos fuertes y desafiantes, capaces de imponerse frente a la cruda realidad. A nivel estético, las obras de Anne podrían ser una de las primeras realistas de la literatura inglesa, aunque conservan elementos del romanticismo, en el que se enmarcan las obras de sus hermanas, hay una exploración más pragmática y una intensión en el lenguaje que denotan el deseo de abandonar aquella estética.
Agnes Grey cuenta la historia de una institutriz, Agnes, que trabaja para varias familias adineradas. A lo largo de la trama, la acompañamos en su día a día y en el sufrimiento que supone para ella el trato despectivo que recibe por parte de sus empleadores. La indiferencia, la crueldad y la falta de respeto son actitudes cotidianas que debe soportar para conseguir sobrevivir en una sociedad que la rechaza por ser pobre.
El inquilino de Wildfell Hall es la segunda novela de Anne Brontë y cuenta la historia de Helen Graham, una misteriosa mujer que alquila una mansión rural llamada Wildfell Hall. Uno de los rasgos más impactantes de esta novela es la valentía que suponía en aquel momento construir un personaje femenino autodeterminado y solitario, en torno al cual gira toda la novela. Muestra un retrato crudo de la decadencia moral y visibiliza la existencia de matrimonios disfuncionales y abusivos.
En la actualidad, la obra de Anne Brontë es destacada por su enfoque valiente y honesto respecto a temas sociales de índole feminista y por su preocupación por la diferencia de clase. Asimismo, su capacidad para fusionar el romanticismo con el realismo la han convertido en una de las grandes autoras de la literatura inglesa.
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