La vida de Eric Hobsbawn

Hoy haré un alto en el camino para escribir acerca de Eric Hobsbawn, un hombre indispensable en el mundo intelectual de nuestro último siglo. Hobsbawn ha sabido exponer de formas magníficas ciertas consecuencias nefastas que la ideología neoliberal traía para el mundo. Con 95 años falleció el pasado lunes en la ciudad de Londres.

Acerca de Eric Hobsbawn

Eric Hobsbawn nació en Alejandría (Egipto) en 1917. Sus padres eran judíos procedentes de Polonia y se dedicó desde temprana edad al estudio de la historia, a la que se entregó con abocada devoción.

Fue sin duda uno de los intelectuales británicos más respetado en todo el globo, acérrimo defensor de la ideas comunistas y con un empeño ciego para analizar cada detalle de la existencia, estudiar a fondo la historia y plasmarla en complejos pero entendibles ensayos que permitieran un acercamiento más certero, según él, a los reales acontecimientos.

Si bien en su juventud tuvo muchos enemigos, sobre todo desde el campo intelectual de la derecha, en los últimos años, la mayoría de los sectores se aliaron con este hombre pacifista y rebelde, aunque no del todo con sus ideas, sí con su forma de presentarlas y luchar por un mundo mejor.

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Hobsbawn y el Comunismo

Hobsbawn escribió decenas de libros sobre historia, entre los que se encuentran varias tetralogías y escritos sobre la revolución marxista y ensayos sobre el comunismo, sus bases, y sus objetivos reales.

En su juventud formó parte del Partido Comunista e inició una serie de tertulias junto a pensadores de la envergadura de Christopher Hill, Rodney Hilton y John Saville. Desde aquella época jamás dejó el partido, fue éste quien lo dejó a Eric cuando en 1989 se disolvió.

Una de las virtudes alabadas de Hobsbawn, aparte de su fidelidad con su Partido (aunque personalmente no crea que ésto sea esencialmente bueno, pues es mejor abandonar a tiempo si nos sabemos equivocados que quedarse estancado en una ideología por ser fiel) y su espíritu crítico, siempre capaz de decir todo aquello que pensaba positivo y negativo de su ideología y de todas las demás; esta virtud fue la que le ganó tantos admiradores de su trabajo, aunque discreparan de su ideología.

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Hobsbawn intentó ingresar en inteligencia pero su oferta no fue tenida en cuenta dada su militancia; entonces se unió con los trabajadores de las zonas costeras de East Anglia, para ayudarlos a luchar por sus derechos.

Más tarde diría que en esos años aprendió muchísimo; sobre todo, gracias a esa experiencia se convirtió para siempre en parte de la Clase Obrera. Dijo que sus compañeros no eran muy inteligentes, a excepción de los hombres venidos de Gales o Escocia, pero lo que sí los diferenciaba del resto de las personas de la sociedad era su buen corazón, eran muy pero muy buenísima gente.

El trabajo de Eric Hobsbawn fue incansable, hasta tal punto que incluso con 95 años continúa escribiendo y el próximo año se publicará un libro donde menciona algunas de las conversaciones mantenidas en sus tertulias con otros intelectuales y puntos de vista respecto a la realidad, de la cual ni siquiera el paso de los años consiguió separarlo.

Algunos puntos de vista

Poco antes de fallecer, en el periódico El País, se publicó una de sus últimas entrevistas en la cual, Eric Hobsbawn habló sobre esa realidad que tanto le preocupaba, enmarcada en un contexto histórico que le resultaba nocivo.

Dijo que pese a lo que se creía, y a lo que el propio marxismo aseguraba, la clase obrera no sólo no había crecido sino que había disminuido en los últimos años, llegando a un punto de desindustrialización asombroso, posiblemente motivado por la implementación de enormes sistemas automáticos de fabricación.

También habló sobre el terrorismo y el fundamentalismo. Expresó que en vez de centrar la atención de esta palabra en el mundo islámico, es conveniente abrir la mente y darse cuenta de que existen otros sectores, sumamente peligrosos, como el sector católico y el de ciertos grupos protestantes en Estados Unidos, un fanatismo que se ha profundizado en los últimos años.

Con respecto al terrorismo islámico, dijo que intentan hacernos creernos que es sumamente peligroso, cuando en realidad se sabe que en el exterior no lo es, sí lo es para los ciudadanos de los países que padecen dicho régimen, como Pakistán, Afganistán o el Oriente Medio. Explicó que cuando se realizó el atentado en Nueva York, si bien hubo muchísimas muertes y fue un acto atroz, no se desestabilizó la vida en la ciudad más que unas horas.

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El autor de obras como «La invención de la tradición«, «En torno a los orígenes de la revolución industrial» y «La era del capital» nos ha dejado, pero para aquellos a quienes les apasiona la política y la historia han quedado sus obras y su obra póstuma para la que habrá que esperar tan sólo unos meses.

Comentarios2

  • Lena

    Vaya manera de echar a perder una vida
    "Es conveniente darse cuenta que existen otros sectores sumamente peligrosos, como el sector católico y el de ciertos grupos protestantes en Estados Unidos, un fanatismo que se ha profundizado en los últimos años.".. ----Acaso esas religiones son fanatismo y terrorismo?
    "Explicó que cuando se realizó el atentado en Nueva York, si bien hubieron muchísimas muertes y fue un acto atroz, 'no se desestabilizó la vida en la ciudad más que unas horas' ""
    Vaya frialdad...
    Parece que nada más le importaba lo material...no se fijó en las caras que llegaron a todo el mundo, unas heridas, otras muertas y otras llorando por los hijos, padres y esposos, familiares de todos los miles de muertos, que todavía no han podido estabilizar sus vidas.
    Lástima de vida, sus escritos sólo dicen de lo pobre de su alma.
    Al menos supo decir que el comunismo no sirve más que para atrasar los pueblos...
    Me imagino los últimos libros, a su edad...
    Gracias Texil, muy importante.
    Lena

  • Raoul Shade

    Téxil, te felicito por presentar a Eric Hobsbawm, posiblemente el más grande historiador del siglo XX, por su objetividad y honestidad profesional. Un pensador marxista como él que reconozca a un Ronald Reagan, el mayor enemigo del comunismo, que en el ocaso de su presidencia y a los 76 años de edad firmó el tratado decisivo en la eliminación de misiles de alcance intermedio (INF), dando así lugar al inicio de desnuclearización de Europa, es loable. Reagan confió en Gorbachov y viceversa. En cuanto al comentario de Lena, me permito disentir.
    Acaso existen dudas de que la mayoría de las religiones son fanatismo y terrorismo? Acaso el Catolicismo repartió ostias o caramelos a sus disidentes durante la Inquisición. Acaso el Catolicismo no fue un instrumento de tortura y terror en contra los judíos, los cataros, los albigenses, los protestantes yo todos aquellos que no obedecían al Vaticano, la más grande mafia del último milenio? Acaso Lena no ha leído sobre los últimos escándalos del Vaticano sobre el lavado de dinero de la mafia italiana, el asesinato de una mucama de 16 años después de haberla convertida en esclava sexual para los obispos y otros graves delitos?



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