Que la mujer tiene poco espacio en la literatura es un hecho. Por eso no me resulta realmente extraño que a Gamel Woolsey se la conozca por haber sido la esposa de Gerald Brenan más que por su trabajo. Y, aunque a lo largo de su vida publicó pocas cosas, me parece imprescindible que la recordemos.
Woolsey fue la autora extranjera que supo pintar las consecuencias de la Guerra Civil de España con una maestría escalofriante. Una autora que no deberían dejar de leer.
De Carolina del Sur a Málaga
Gamel Woolsey nació en un pueblo llamado Aiken, ubicado en Carolina del Sur (Estados Unidos), en el año 1895 y falleció en 1968 en la ciudad de Málaga (España). Cultivó principalmente la poesía, aunque también publicó dos novelas y algunos relatos.
Su primer poema lo publicó en el New York Evening Post en 1922. A partir de entonces comenzó a relacionarse con importantes autores de la época, entre los que se encontró Rex Hunter, con quien Gamel se enamoró perdidamente. Se casaron, aunque ese matrimonio duró tan solo cuatro años.
Posteriormente Gamel mantuvo una relación apasionada con Llewelyn Powys, hermano del también escritor John Cowper Powys. Y, finalmente se casó con el historiador Gerald Brenan, con quien se mudó a España, y continuó escribiendo hasta el día de su muerte.
Cabe mencionar que muchos afirman que Woolsey debió ser una mujer sumamente atractiva ya que muchos escritores se disputaron su amor. Cuando Gamel vivía en España con Brenan conoció a Bertrand Russell, y rechazó todos sus intentos por casarse con él.
¿Por qué Gamel publicó tan poco a lo largo de su vida? No lo sabemos con precisión, aunque a juzgar por lo que ha visto la luz, fue una autora sumamente exigente consigo misma; tal vez ahí reside la respuesta a esta incógnita.
Su «Tierra media» es una colección de poemas íntimos totalmente apabullante y «Málaga en llamas», es sin duda su publicación más intimista; donde Gamel narra su experiencia en torno a la Guerra Civil española. La tercera de sus obras conocidas se titula «Cuentos españoles de hadas».
Muchos de sus relatos se encuentran perdidos en antologías y libros a lo largo de todo el globo. Gamel falleció a los 46 años de cáncer de mamas. Sus restos descansan junto a los de su último esposo, Gerald Brenan.
Málaga en llamas
Su título original fue «Death´s other kingdom» («El otro reino de la muerte») sin embargo se hizo popular por su españolización del nombre «Málaga en llamas». Se presenta como cualquier otro libro de memorias, aunque en este caso, su memoria atraviesa el sentir de todo un pueblo, de una etapa nefasta de la historia española, narrada desde una perspectiva extraña, la que le da el ser extranjera.
Gamel escribía a los 37 años narrando lo que sus ojos veían y no podían creer. Escribía mientras veía cómo pasaban cuerpos inertes a su lado, mientras veía desplomarse un país.
No se quedaría para verlo. Comenzó a escribir el 19 de julio de 1936 y terminó esa obra cuando su barco (de la Armada de los Estados Unidos) ya había arribado a tierra de Gibraltar (donde se refugió junto a su esposo).
Lo curioso de este libro es que se encuentra escrito desde lo cotidiano, no desde un punto de vista político sino totalmente humano: narrando los sufrimientos que la guerra acarrea en primera persona. Consecuencias que se vieron representadas incluso en Churriana, un pueblo alejado de la capital, donde Woolsey vivía por ese entonces.
La publicación de esta obra tuvo lugar poco antes del estallido de la II Guerra Mundial, y muy pronto cayó en el olvido y fue descatalogado. Hasta que apareció en escena Zalin Grant, un escritor estadounidense obsesionado con la obra de Woolsey y cuanto tuviera que ver con narrativa de guerra.
Grant consiguió que Bernand le confiara lo escrito por su esposa, ya fallecida, y fue el encargado de hacer famoso este libro en particular y muchos de sus poemas. Fue también Zalin quien cambió el título original de la obra a «Málaga en llamas», y personalmente se encargó de las ediciones de esta obra en Estados Unidos e Inglaterra. Confesó que había debido hacer algunas correcciones pero que había procurado mantener vivo el mensaje de Gamel:
A lo largo de la historia, Gamel nos muestra a diversos personajes: el jardinero, su ama de llaves, personas del pueblo, es magnífica la forma en la que caracteriza a cada uno, y presenta las diversas posturas ideológicas dentro de personas que pertenecen, teóricamente, al mismo grupo social.
Vemos una Málaga incendiada y quebrada por los cuatro costados por los bombardeos. Escondidos en Churriana, Gamel y Gerald contemplan pasmados la violencia. Se habían cobijado en ese pueblo escapando de la vida agitada, en busca de un rincón donde descansar y encontrar la paz, pero hallan todo lo contrario. Es una obra en la que nos encontramos con el drama más terrible de la historia de España desde la mirada de dos extranjeros: incapaces de aceptar que aquello podría ser positivo desde alguna perspectiva.
De la vida privada de Gamel no se tiene mucha información; pese a su gran cualidad de autora y su buena predisposición para entablar nuevas relaciones, por lo visto nunca destacó en los círculos al punto de que muchos desearan escribir sobre ella.
Lo que sí sabemos, gracias a los diarios de Brenan, es que sus últimos días estuvieron marcados por agudos dolores debido al cáncer; y que el médico no autorizó que la sedaran, porque temía que le fueran a acusar de eutanasia. Y así cerró los ojos una poeta americana que, al igual que muchas otras supo hacer buena poesía, pero que aún al día de hoy la literatura no le ha dado el espacio que ella solita se ha ganado.
Comentarios1
Como todos los grandes humanos, esta mujer no tiene nacionalidad, solo Humanidad
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