Desde hace unos años para acá, la literatura sueca parece haber conseguido un gran éxito a nivel internacional. Y esto ha sido debido, entre otras cosas, a grandes autores que han logrado pasar a ser plumas de referencia.
Precisamente entre esos escritores se encuentra Linda Olsson, oriunda de Suecia aunque ahora reside en Nueva Zelanda. Se trata de una mujer que, con su corta bibliografía, ya ha podido enamorar a muchos lectores en todo el mundo. Sí, porque sus obras son, ante todo y sobre todo, emotivas y humanas. Hablan de los sentimientos verdaderos, de los miedos, del dolor, de la alegría, de los anhelos…
En concreto, todo eso queda perfectamente plasmado en estas dos novelas que te indicamos a continuación:
Astrid y Veronika
Vital en la carrera de la autora que nos ocupa es este libro, publicado en castellano en el año 2009, pues le otorgó reconocimiento tanto dentro como fuera de su país.
Toma como punto de partida el complejo momento personal de una joven escritora llamada Veronika. Ha sufrido un duro varapalo y por eso decide alejarse de todo y de todos. Lo que hace es aislarse en una pequeña casa en el campo, donde puede disfrutar del silencio y, sobre todo, de la paz que necesita.
Alrededor de esa vivienda únicamente hay otra, en la que vive la anciana Astrid, con la que solo intercambia saludos cuando se encuentran.
Sin embargo, un día sucederá un hecho inesperado que se convertirá en fundamental para ambas. Sí, porque les permitirá comenzar un contacto que se volverá en una férrea y sólida amistad. Y eso que no tienen nada en común, por lo menos aparentemente, pero quizás sí tengan más lazos y puntos de conexión de lo que podrían imaginar. De ahí que desde ese instante sus vidas cambien para siempre y de forma sustancial.
Sonata para Miriam
Uno de los momentos más duros y dolorosos que puede experimentar una persona en su vida es la pérdida de un hijo. Y eso es precisamente lo que le sucede al protagonista de esta novela de Linda Olsson, que llegó al mercado literario en castellano en el año 2010.
La figura central no es otra que Adam Anker, un compositor y violinista, que tiene que hacerle frente al fallecimiento de su hija, de Miriam. Ese hecho le sumirá en un profundo pozo que le llevará incluso a perder su inspiración artística.
Sin embargo, pronto sucederá algo que le hará paliar, en cierta medida, ese sufrimiento. En concreto, durante una exposición sobre el holocausto encontrará una fotografía de una persona que comparte con él el nombre. Ese hecho le despertará el interés y decidirá viajar hasta su tierra natal, Cracovia, para intentar descubrir quién es ese hombre.
El viaje se convertirá para Adam en una vía de escape, en una aventura llena de descubrimientos sobre sus orígenes. Eso le servirá para afrontar la pérdida de su hija, para darse cuenta de quién es realmente y para poder reencontrarse con la madre de Miriam, Cecilia, con la que lleva muchos años sin verse.
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