La autora Lola López Mondéjar tiene ya un largo camino recorrido y es sin duda, un referente ineludible de la literatura española. Hasta hoy no había escrito nada sobre ella, así que he decidido romper con este hechizo deudor encarando una minireseña doble.
Los libros escogidos son «El pensamiento mudo de los peces» y «Lazos de sangre», de Editorial Páginas de Espuma. Dos obras llenas de reflexiones interesantes sobre la vida, acompañadas de un uso exquisito del lenguaje, que quiero recomendar con buenos (al menos eso creo) argumentos.
El silencio que habita en nosotros
«El pensamiento mudo de los peces» salió a la luz en el año 2008 y presenta una serie de cuentos que abordan el problema de la falta de dominio sobre la propia vida.
Un buen libro de relatos comienza con una historia intrigante que nos obliga a leer y leer. Es el caso de «Ley de costas», la primera narración de este libro. Una pareja que se enamora de un sitio recóndito y comienza a hacerse su casa al borde de un acantilado. La cosa va de maravilla, hasta que aparece un extraño visitante, a disfrutar del mismo sol que los ilumina a ellos. Lo que comienza siendo un escenario donde la paz familiar y el encuentro amistoso se alojan con fluidez, se transforma en un terreno donde siempre hay que estar en guardia. Ante este panorama, no hay muchas posibilidades de final de cuento, ciertamente.
Este relato, al igual que la mayoría que lo acompañan, nos invita a reflexionar sobre la forma en la que actuamos las personas y lo poco que somos capaces de mirar alrededor, hasta que el dolor entra en nuestra casa. También podría hacerse una lectura sobre el final de la prosperidad de la clase media: el derrumbe que asoma sus narices y destruye un sueño que parecía serlo todo.
Otra característica a resaltar es uns trama inquietante que te sobrecoge y te impulsa a continuar la lectura. De hecho, podría decirse que todos los relatos nos permiten comprender el inmenso interés de Lola en las diversas formas que adquieren nuestras obsesiones. Sin duda, nuestra forma de rozar el mundo y de contarlo está intimamente relacionada con nuestros miedos. Y podría decirse algo parecido de nuestra forma de escribir, incluso de nuestros gustos lectores.
En este libro nos encontramos con personajes e historias variopintas pero todos comparten algo: la necesidad de continuar viviendo, asiéndose como pueden del entorno y aprendiendo a vivir con la cojera que la vida les impone. Acomodando el mundo para ser capaces de mirar con mayor entereza la vida, se construyen casas-historias como quien decide dónde guardar cada trozo del pasado. A Jung le habría gustado esa idea, supongo.
La vida de nosotros (los otros)
«Lazos de sangre», publicado en el 2012, para muchos es uno de los mejores libros de Mondéjarl. Y sin duda no se equivocan. Hay un trabajo de escritura monstruoso, que me obligaría a recomendárselo sobre todo a aquellos que desean aprender de la lectura.
En este libro, Lola se centra en las relaciones familiares y construye escenarios y realidades impactantes. La mayoría de los cuentos reflexiona sobre el punto en el que una relación se quiebra y pasa de ser beneficiosa a convertirse en un lazo nocivo. Y cabe también una mirada sobre la forma en la que actuamos ante este tipo de relaciones, y la manera en la que encaramos la obligación moral que se nos inculca desde pequeños para con nuestros padres y hermanos.
Graham Greene dijo que cuando nacemos habita en nosotros la idea del amor pero que, dependiendo de los primeros contactos sociales (padres, hermanos, amigos) ese amor se orientará a salvar o condenar a los otros. En este libro pues los personajes habitan en historias tediosas, no son capaces de sobrellevar con estoicismo la infancia y se condenan a vidas adultas perjudiciales y sumamente angustiantes. Muchos de los personajes se abrazan al perdón, otros escogen la condena.
En «Lazos de sangre», Lola se acerca a la herida, surgida en los primeros años e ignorada en muchos casos durante largas vidas, e intenta explicar a través de ella el comportamiento en la vida adulta. Lo hace invitándonos a volvernos otros, a vivir a través de la tristeza, la miseria y la soledad ajena, y consigue atraparnos profundamente en las historias. Debo decir, sin embargo, que me habría gustado más rebeldía, más barro en las páginas; esperaba encontrarme con un texto que cuestionara de verdad (pusiera patas arriba, quiero decir) el concepto de familia tal cual lo conocemos, y no lo he sentido de ese modo. De todas formas, soy una lectora muy subjetiva en lo que respecta a este tema y quizás no deberían tomar en serio esta opinión, (hablaba antes de los miedos y obsesiones).
Lola López Mondejar, decía, es un referente ineludible del cuento moderno español y hay mucha sensibilidad en su forma de acercarse al lenguaje y de cuidar las historias. Los invito a acercarse a estas dos ediciones preciosas de Páginas de Espuma para conocer su maestría y reflexionar en torno a la vida que tenemos-queremos.
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