A lo largo de la historia han sido muchísimas las obras que han formado parte de las listas prohibidas. Y muchas de ellas todavía no han derribado completamente ese paredón.
En el artículo de hoy les presento diez de las obras que han sido prohibidas en diferentes países por determinadas razones y que considero de lectura imprescindible.
Carroll, Orwell y Sewell, historias con animales
«Alicia en el País de las Maravillas» de Lewis Carroll. Desde que fuera creado, este libro sufrió muchas prohibiciones; la más llamativa es posiblemente la que tuvo en China, donde se lo consideró inapropiado porque los animales antropomorfos no se consideraban adecuados. Es una obra sumamente recomendable para quienes desean encontrar explicaciones más allá de lo evidente; para comprender la Inglaterra de mediados de 1800 y, sobre todo, para llenarnos de vitalidad y magia.
«Rebelión en la granja» de George Orwell es una de las obras que fue prohibida, entre tantas otras, en la URSS por considerarse una crítica al comunismo. ¿Lo era? Sí, pero era mucho más que eso. Un verdadero tratado de respeto a las demás especies. Indudablemente continúa siendo de esas historias recomendables, que te quedan dando vueltas en la cabeza y a la que todos volvemos con seguridad.
«Belleza Negra«, de Anna Sewell es otra de las obras listadas para la censura. Entre los países que la prohibieron se encontró Sudáfrica, donde se argumentó que el uso de la palabra “negro” en el título no era aceptable. Posiblemente hubo también otras razones. Fue una obra en la que se expuso el maltrato animal y los abusos del ser humano con el resto de las especies y que consiguió muchos cambios respecto a la forma en la que eran tratados los caballos en el Reino Unido. No obstante, y lamentándolo mucho, debo decir que no hemos avanzado mucho en materia de respeto con las demás especies desde entonces.
Mahmoody y Rushdie, contra el fundamentalismo
«Los versos satánicos«, de Salman Rushdie, y gran parte de su obra ha sido, y todavía continúa siendo, prohibida en Oriente Medio; se objeta que atenta contra las ideas del Islam y por ende, se encuentra a la altura de cualquier otra blasfemia contra dios y la religión.
Rushdie se encuentra viviendo en Inglaterra y, aunque su país ha pedido en diversas ocasiones la extradición, tiene la protección del país anglosajón. Sus obras promueven la integración social y, sobre todo, ponen en palabras los abusos que los seguidores del régimen talibán cometen con sus conciudadanos.
«No sin mi hija«, de Betty Mahmoody, fue censurada en Irán en 1990. En la obra se presenta una clara crítica contra las costumbres fundamentalistas promovidas por el gobierno talibán; y aunque la explicación dada para la prohibición fue que criticaba el Islam, la obra se muestra en contra de los abusos, no de la religión.
Radclyffe, Stowe y Lee, adelantadas a su tiempo
«El pozo de la Soledad» de Radclyffe Hall, es otro de los libros que ha sufrido la censura. En el Reino Unido fue prohibido desde el 1928 hasta 1949 porque consideraban que tenía contenido inapropiado y fomentaba las relaciones lésbicas. Es la historia de una pareja de mujeres que a causa del rechazo social comienza a distanciarse; lo que denota una clara muestra de las consecuencias de la exclusión social. Fue una novela muy avanzada para la época, y publicada por una autora que contaba con un gran prestigio social, por lo que esta censura tuvo una gran repercusión.
«La cabaña del tío Tom«, de Harriet Beecher Stowe fue prohibida en Estados Unidos porque se consideraba una amenaza al orden social. Los promotores de la esclavitud consideraban que era una falsa representación de la esclavitud y decían que había sido escrito para romper con las ideas y el impulso de crecimiento. Por supuesto, estas ideas fueron reprobadas y esta novela adquirió una relevancia única, sobreviviendo a la censura y para ayudar a todas las generaciones venideras a aprender de los errores del pasado.
«Matar a un Ruiseñor«, de Harper Lee ¿cómo no iba a ser prohibido? Un libro extraordinario en el que Lee se limitó a pintar como si de un cuadro se tratara la enorme decadencia de su época, donde el creciente racismo y los abusos bajo banderas sexistas se volvían cada vez más comunes. La suya es una obra en la que se pone en palabras los actos deleznables que puede cometer la humanidad y la indefensión de ciertos individuos. En su intento de conseguir un cambio en las injusticias sociales de su época, Lee fue censurado.
Dahl, rebelde y necesario
«Charly y la fabrica de chocolates«, de Roald Dahl es otra de las obras censuradas y más que recomendada. Fue prohibida en Colorado (USA) porque se consideraba que exponía una pobre filosofía de vida. En otros lugares la censura se planteó debido al trato abusivo que se les daba a los Oompa Loompas, aunque lo que intentaba el autor era plasmar una realidad social encubierto en una historia ficticia orientada a hacer pensar a los más pequeños.
«James y el melocotón gigante», de Roald Dahl es la última obra que citaremos. Una vez más, el rebelde Dahl aparece como uno de los autores censurados. En este caso por considerar que contiene mucha violencia, un lenguaje indebido y una clara desobediencia a las reglas planteadas por los adultos.
La lista es mucho más extensa, pero creo que por ahora tenemos suficientes lecturas para devorar. Espero que las disfruten muchísimo.
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