Hace unos días perdimos al escritor chileno Luis Sepúlveda. La impotencia, dadas las circunstancias, y la tristeza de este hecho nos ha llevado a compartir con los lectores de Poemas del Alma la noticia. Como un homenaje a este prestigioso autor y a su obra, van aquí tres recomendaciones lectoras.
«Un viejo que leía novelas de amor»
Una de las peculiaridades de la obra de Luis Sepúlveda es que ha sabido conquistar nuestros corazones desde lo íntimo, desde lo sencillo.
Sin duda una de sus novelas de referencia es «Un viejo que leía novelas de amor». En ella conocemos a Antonio José Bolívar Proaño y a través de este personaje vamos descubriendo la importancia del afecto y la sinceridad para Conquistar la vida.
Sepúlveda nos lleva a principios del S XX, a un pueblito en medio de la Amazonia llamado «Ilidio». La aparición del cadáver de un extranjero armado, que ha perecido en las garras de un animal cuya identidad no se define de entrada, es el punta pié para conocer una historia en la que Sepúlveda reflexiona en torno a la ambición y al orgullo humano. En medio de ese contexto aparece la literatura como compañía, como asidero al que aferrarse en momentos de soledad o tristeza.
Historias de aquí y de allá
Este es otro libro precioso de Luis Sepúlveda. En él conocemos personajes de diferentes lugares enlazados por la pregunta en torno a las relaciones sociales, a la pobreza, a la libertad, a la alegría.
Como ocurre con toda la obra de Luis Sepúlveda, en «Historias de aquí y de allá» nos topamos con una larga pregunta en torno a la existencia, y la vamos respondiendo a través de la piel de los personajes, que son todos criaturas quebradas por la vida, que sin esperanza se han visto sufragando sueños en espacios hostiles.
La esperanza es seguramente uno de los elementos siempre presente en la obra de Sepúlveda; todos sus personajes saben que detrás de tanta oscuridad tiene que haber luz. Al leerlo también nosotros creemos en eso; aunque a veces la noche sea tan cerrada que cuesta creer que vuelva a salir el sol.
El sol vuelve a salir cada vez que leemos a Luis Sepúlveda. No lo olvidemos. Volvemos a su obra y permitamos que su luz nos atraviese.
Historia de un gato y la gaviota que le enseñó a volar
Con esta novela corta conocí a Sepúlveda, y me acompañó en un momento de absoluta soledad. Por eso y porque me parece que estéticamente es la mejor obra del autor chileno, creo que no debe faltar en esta lista de recomendaciones.
«Historia de un gato y la gaviota que le enseñó a volar» nos invita a reflexionar sobre las diferencias en las relaciones y sobre cuánto podría mejorar nuestra vida si permitiéramos que aquellos de quienes menos esperamos nos tiendan una mano. Asimismo, es una novela que apuesta por la amistad y nos presenta una bellísima historia de compasión y cariño.
Luis Sepúlveda contó en una ocasión que el origen de este relato fue una promesa. Les había prometido a sus hijos una historia sobre lo mal que gestionamos nuestros recursos emocionales y naturales, y cómo esto nos impide disfrutar de la vida como podríamos.
Encontramos aquí al gato Zorbas que cierto día se tropieza con una gaviota que ha quedado empantanada en un lodo de petróleo. Le ruega al enorme gato negro que se haga cargo de su pichón, porque sabe que ella morirá. Él, que es gato de palabra, responde afirmativamente y se lleva el huevo con él. En lugar de comérselo, como podría haber hecho cualquier otro en su lugar decide ayudarlo. Del huevo sale un polluelo, que crece y crece… Cuando llega el momento de volar, Zorbas debe ingeniárselas para ayudarlo en esta travesía. Para ello necesitará de la ayuda de sus amigos, una pandilla de gatos variopinta.
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