Francia y España unidas por la literatura. Así es como podríamos definir parte de lo que simbolizó el escritor madrileño Jorge Semprún, recientemente fallecido, más concretamente el pasado día 7 de junio.
Él era español de nacimiento pero su vida en el país galo le marcó tanto que no pudo más que dividir su corazón entre ambas naciones.
Intelectual, político o guionista fueron otras de las profesiones que ejerció este autor a lo largo de su vida y lo hizo de manera tan maravillosa como en la literatura. Ámbitos todos los citados en los que puede notarse inconfundiblemente la huella que la cruel historia de Europa dejó en su piel y en su alma.
Y es que Semprún tuvo una azarosa trayectoria vital que le llevó a refugiarse en Francia por culpa de la Guerra Civil, a combatir en la Segunda Guerra Mundial como miembro de la resistencia gala y a afiliarse al Partido Comunista Español. El triste freno a su actividad reivindicativa con tintes políticos se produjo en el año 1943 cuando, tras ser denunciado, es detenido y torturado para finalmente acabar con sus huesos en el campo de concentración de Buchenwald.
Todas estas experiencias marcaron de un modo u otro no sólo su vida personal sino también su pluma como así puede verse en algunas de sus obras más significativas.
Así, por ejemplo, en Veinte años y un día (2004) este autor narra una historia de la posguerra española protagonizada por la rica familia de los Avendaño. Esta es especialmente llamativa por una excentricidad o costumbre insólita: cada año recrean como, veinte años atrás, fue asesinado por los campesinos el hijo más pequeño.
Esta extraña tradición hará que aparezcan en escena dos personajes que quieren ser testigos de la misma: un hispanista de origen norteamericano y un comisario de la Brigada Político-Social.
Obras de impronta personal
El libro más desgarrador y expositor de los miedos, el sufrimiento y el valor es, sin duda, Le mort qu´il faut. Aquí, en España traducido con el nombre de Viviré con su nombre, morirá con el mío.
En el año 2001 fue cuando vio la luz esta obra de carácter autobiográfico en la que el escritor narra parte de sus vivencias en el mencionado campo de concentración de Buchenwald.
La llegada al horror de este campo, en un tren donde los hombres eran transportados como si de ganado se tratara, es la que con toda probabilidad inspiró a Semprún para realizar El largo viaje en el año 1963.
Un trabajo con el que el lector, gracias a la exquisitez de la pluma del autor y a su magnífica desenvoltura en el mundo de la descripción, llega a sentirse dentro de ese vagón claustrofóbico junto a los más de cien deportados. Siente en su cuerpo el horror de la sensación de desconocer a dónde van y la angustia que padecen por el futuro que les espera.
La resistencia, los espías, las intrigas políticas,»�son, por su parte, los encargados de conformar la historia que se cuenta en la obra La segunda muerte de Ramón Mercader. En el año 1969 fue cuando vio la luz esta novela en la que se intenta esclarecer el extraño suicidio del personaje que da nombre al título del libro. Un agente soviético este que será acusado de tradición y cuya muerte abrirá la caja de los truenos, personajes políticos de alto nivel estarán en tela de juicio.
Con este listado de obras podrá acercarse a la figura de un hombre comprometido, luchador, valiente y herido que utilizó la literatura como instrumento de permanencia de historias de crueldad humana y todo para lograr que nunca estas vuelvan a repetirse.
Comentarios1
Me ha gustado saber algo mas de Semprún, sabía que había estado en un campo de concentración pero desconocía este libro del que habla, poco a poco vamos aprendiendo.
Gracias.
Un saludo.
La verdad es que este escritor ha tenido una vida durísima, llena de situaciones humanas al límite. Por eso y por su buena literatura es una opción maravillosa para disfrutar de la lectura. Un saludo.
Y gracias por leerme!
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