El siglo XVIII llegaba a su fin cuando surgió un movimiento que se propuso resaltar los sentimientos frente a la razón. Así, la Ilustración encontró un opositor en el Romanticismo, una corriente filosófica que se caracterizó por el individualismo, el subjetivismo y la búsqueda de la libertad.
Desde el Reino Unido y Alemania, el romanticismo se expandió a Francia, España e Italia. Finalmente, llegó a América Latina. En su desarrollo, propuso una nueva concepción del arte, incluyendo por supuesto a la literatura.
Así, la literatura romántica se encargó de impulsar una renovación de las temáticas y los ambientes vigentes. Para contrarrestar al Siglo de las Luces, optó por los lugares nocturnos, ruinosos y sórdidos. Ante la dictadura de lo racional, exaltó lo instintivo. Buscó, incluso, alejarse de la realidad a través de la evocación del pasado y la evasión del tiempo.
En Alemania, por ejemplo, la literatura romántica tuvo un importante antecedente en el movimiento Sturm und Drang, donde militaban los jóvenes Johann Wolfgang von Goethe y Friedrich Schiller. Ya en el romanticismo propiamente dicho, se destacan los hermanos Grimm.
En Francia, la literatura romántica está asociada a figuras como Jean-Jacques Rousseau, Víctor Hugo y Alexandre Dumas (padre e hijo). Inglaterra, por su parte, tuvo a autores como Lord Byron y John Keats entre los principales referentes del movimiento.
En cuanto a los escritores románticos españoles, podemos mencionar a José de Espronceda y Gustavo Adolfo Bécquer, aunque éste último se encuentra asociado también al romanticismo tardío.
El ruso Alejandro Pushkin, el estadounidense Edgar Allan Poe y el argentino Esteban Echeverría son otros autores importantes de la literatura romántica.
Tras el romanticismo, a finales del siglo XIX, se desarrolló un movimiento conocido como posromanticismo. Los cultores de esta corriente mostraron su rebeldía contra la forma de vida burguesa y los valores de la sociedad. Muchos de ellos, incluso, se aferraron al alcohol y a las drogas.
Comentarios3
CÓMO NO RECORDAR Y EVOCAR ESTE MARAVILLOSO PERÍODO DE LAS LETRAS. EL MATADERO, GENIAL OBRA DEL ROMANTICISMO DE ECHEVERRÍA, NOS PRESENTA TODAS LAS CARACTERÍSTICAS QUE LO SINGULARIZAN Y NOS HACE REVIVIR AQUELLA ÉPOCA TREMENDA DE NUESTRA HISTORIA, COMO SI ESTUVIERÁMOS ALLÍ.
No se podría decir que fue una reinvindicación del hombre frente a la voluntad divina que lo definía todo? pregunto.
WoW!!!!!
Gracias , gracias esto es exactamente lo q buscaba
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.