Una de las cosas que más me ha interesado siempre en relación a la literatura y al aprendizaje de la lengua son los juegos en los que se ponen a prueba mis conocimientos y mi astucia para crear frases o palabras. De hecho uno de mis pasatiempos favoritos es el Scrabble.
Existe toda una rama del ocio que se encuentra vinculado con este tipo de juegos, la ludolingüística; y hoy he decidido escribir sobre ella. Espero que les interese.
Ludolingüística y desafíos de lenguaje
Fue Raymond Queneau quien en 1960 acuñó el término de Taller de Literatura Potencial que pasaría a ser llamado más tarde, simplemente, literatura lúdica o ludolingüística. En esta disciplina se reúnen todas aquellas actividades que vinculan ocio y lenguaje.
La ludolingüística potencia el desarrollo de nuestra creatividad a través de una serie de juegos con reglas vinculadas a la ortografía y la gramática: siguiendo las normas debemos realizar una determinada creación. Se trata de una forma de jugar con el lenguaje teniendo en cuenta unos ciertos límites con el objetivo de ofrecer resultados auténticos.
Los juegos vinculados a la ludolingüística pueden ser de diferentes tipos. Aquí presento los más conocidos.
Anagrama: Consiste en formar una serie de palabras que contengan las mismas letras ordenadas de forma diferente. Estas palabras no necesariamente se encuentran emparentadas de forma gramatical. Los anagramas suelen ser muy comunes en la creación de acertijos y otros juegos de lenguaje.
Calambur: Se trata de un juego de palabras cuyo objetivo es modificar el significado de un concepto cambiando el orden de sus sílabas.
Lipogramas: Es un juego de lenguaje que consiste en la anulación de ciertas vocales dentro de una frase. La «Flor de Sainetes» es el primer texto en español que registra este juego lipogramático y pertenece a Francisco de Navarrete y Ribera.
Palíndromo: Consiste en el uso de una palabra que, al igual que los números capicúa, puede leerse del mismo modo de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.
Pangrama: Es un desafío que consiste en repetir lo menos posible en una frase una cierta letra o, por el contrario, utilizar todas las letras posibles del alfabeto. Este juego puede ser sumamente exigente, a la vez que divertido.
Paranomasia: Este desafío consiste en utilizar palabras que tengan sonidos similares pero con significados diferentes (parónimos). Un autor que se apoyó mucho en este recurso fue Garcilaso de la Vega.
Tautograma: Este desafío consiste en la creación de un verso que se caracteriza por componerse de palabras que empiezan siempre con la misma letra.
Como éstos existen otros muchos desafíos dentro de la ludolingüística que pueden servir tanto para pasar un momento entretenido entre aficionados al lenguaje como para aprender cosas nuevas y poner a prueba nuestra capacidad creativa.
La ludolingüística en la educación
En la educación la ludolingüística es una fantástica herramienta para potenciar la creatividad en los alumnos y promover así su acercamiento al lenguaje de una forma entretenida y eficiente. Es sumamente positivo por tanto generar encuentros entre los alumnos en los cuales tengan que demostrar su habilidad en el uso del lenguaje y puede ser una preciosa manera de conseguir que los niños amen el lenguaje y aprendan a jugar con él.
La mejor forma de introducir la ludolingüística en el aula es apoyándose en la lectura de autores que hayan experimentado con ella en sus creaciones ; de este modo, los niños pueden acercarse a ella paulatinamente y comprender cuál es la dinámica que se encuentra ligada a estos desafíos.
Según lo han demostrado diversos estudios, los juegos son sumamente importantes en el desarrollo de los niños, ya sean juegos de rol, rompecabezas o juegos de mesa. Mientras los niños juegan están asimilando conocimientos y éstos pueden servirles para mejorar su relación con el mundo, para comprender mejor su entorno y para tomar decisiones más razonables.
En el caso de la ludolingüística, puede colaborar muchísimo con su comprensión lectora y con ella con su capacidad para comunicarse. Esto deviene en un desarrollo potente de sus capacidades sociales y comunicativas y los convierte en personas más seguras de sí mismas puesto que pueden expresar con mayor facilidad y precisión lo que piensan y sienten.
Teniendo en cuenta esta no creo que sea necesario agregar nada más. Es evidente que la ludolingüística es tan importante en la infancia como en la madurez, y es una preciosa forma de jugar con el lenguaje y aprender (porque nunca se es demasiado grande para continuar asimilando conocimientos). Y ahora los dejo porque me han entrado muchísimas ganas de jugar al Scrabble; a ver si esta vez consigo derrocar a mi oponente con los bríos que me ha dado escribir este artículo.
Comentarios2
Qué te parece el desafío de traernos a tus artículos enlaces y comentarios donde se puedan practicar los juegos de los que hablas. Me parece interesantísimo el tema. Intento practicarlo con mis alumnos todas las veces que puedo. Indagar en la red sobre sus posibilidades sería bonito, te atreves? Un abrazo, Tes.
¿Que si me atrevo? JA! ¡Es una idea genial y bien bonita! Me pondré a investigar y en cuento tenga algo lo iré publicando. ¡Mil gracias por la idea, Rapsódico! Otro abrazote para ti. 🙂
Estaba convencido de que lo ibas a intentar ;). No te arrugas ante nada. Estaré atento, jejeje.
Hola amigos yo tambien quiero aprender me ayudan?
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