Los cien años de Carmen Laforet

El próximo 6 de septiembre se cumplen los 100 años del nacimiento de Carmen Laforet. Una escritora que supo dar visibilidad a una generación de grandísimas escritoras y que revolucionó la novela a través de una narrativa ubicada a mitad de camino entre pérdida y milagro. Nadie debería dejar de leerla.
Vamos a hacer un breve repaso sobre su vida y su fascinante obra.
 
 

La nada de Carmen Laforet

Carmen Laforet nació en Barcelona el 6 de septiembre de 1921 en el seno de una familia de clase media: sus padres eran profesores y educaron a sus hijos en un ambiente de igualdad de oportunidades y de pasión artística. Cuando era pequeña la familia se mudó a la isla de Gran Canaria, donde transcurrió su educación primaria y su adolescencia.

El fallecimiento de su madre marcó profundamente la psique de Carmen quien no supo adaptarse a la nueva esposa de su padre y decidió regresar a la península, con la excusa de estudiar Filosofía en Barcelona. Más tarde abandonaría esta carrera así como también la de Derecho que iniciaría en Madrid.
Laforet fue condecorada en 1944 con el Premio Nadal por su novela Nada, que marcaría un hito en la literatura española.

Después de publicar su novela Nada Carmen Laforet se propuso ganarse la vida como escritora. Obtener el Premio Nadal y conseguir que su primera novela fuera publicada por la editorial Destino le ayudarían a conseguir un espacio en el mundo de la literatura de alto prestigio.

En 1946 se casó con Manuel Cerezales, periodista y crítico literario. En poco tiempo, la pareja tenía cinco hijos. En 1970 la pareja se divorció. Es inevitable al llegar a este punto preguntarse qué habría sido de la trayectoria de Laforet si no hubiera vivido en un tiempo en el que la mujer debía cumplir muchas más responsabilidades domésticas que el marido. ¿Habría conseguido publicar más obras inolvidables para la literatura española?

Al leerla descubrimos un desborde de talento fuera de serie. No es una escritura normal, ciertamente, por eso llama mucho la atención que pese a que después de esta primera novela publicó La isla y los demonios, La mujer nueva, La insolación y Al volver la esquina, nunca volvió a tener ese lugar dorado que alcanzara con su Nada. Pasó muchos años de silencio que ella misma relacionó con su inseguridad y su cada vez más firme fobia social. En su intercambio epistolar con el novelista Ramón J. Sender, Puedo contar contigo, podemos conocer de su puño y letra cómo vivió la fama y de qué manera ésta condicionó su escritura.

El manantial y el silencio

Pese a lo que se suele decir, Laforet fue prolífica: escribió novelas cortas, cuentos, libros de viaje y también una colección de cartas y textos breves. La llamada y La niña y otros relatos son los más conocidos. Y aunque el gran tema de su escritura es la ruptura del paso del tiempo, el desengaño que impone la madurez, encontramos muchos subtemas relacionadas con la gran dificultad de ser mujer en un mundo de hombres, de ser escritora en un ambiente machista.

El silencio de Laforet fue acentuándose con el paso de los años. En los años noventa se le detectó Alzheimer, una enfermedad que fue afectando su memoria y su capacidad de habla. Sus últimos años transcurrieron en la más absoluta soledad, olvidada por el mundo del libro. Poco a poco la autora fue distanciándose de la vida pública debido a una enfermedad degenerativa que afectaba a la memoria (Alzheimer) que la dejó sin habla en los últimos años de su vida. Laforet falleció en Majadahonda el 28 de febrero de 2004.

Si en Nada el gran tema es el desconcierto que produce la madurez, en La mujer nueva Laforet apuesta por una historia distinta rebelde para su época pero donde hay mucho más optimismo. En pleno franquismo nos presenta a Paulina una mujer que se separa de su marido y decide criar sola a su hijo, trabajando y viviendo sola. Una novela absolutamente innovadora en su tiempo. Muchas veces se la ha dejado de lado porque presenta también cierto peso moral (la protagonista se convierte al catolicismo y manifiesta muchas ideas rígidas que devienen de esta experiencia); no obstante, si sabemos leer bien estamos frente a una de las primeras novelas feministas escritas en España.

Leer a Carmen Laforet es adquirir una visión crítica y detallada del tiempo que le tocó vivir. Hay descripciones asombrosas de las personas y los vínculos sociales así como también de las dificultades económicas de la época. Sin duda es una autora que nadie debería perderse. Ahora que se cumple el centenario de su nacimiento ¿no te parece una buena oportunidad para leerla?