Hoy les traigo otra entrega para el desván de los libros perdidos, donde propongo lecturas de libros más o menos olvidados o que no han recibido el aplauso que se merecían.
La novela de hoy es «Los desangelados» de Geno Díaz, que consiste en un drama policial que permite comprender la idiosincracia porteña de mediados del siglo pasado.
Geno Díaz y la Buenos Aires de los setenta
Aunque a Geno Díaz se le conoce más como guionista y dibujante (furanre años se destacó trabajando en muchos de los guiones de Tato Bores y otros persobajes, así como también como caricaturusta), su actividadliteraria fue importante. Nos ha dejado, de hecho, algunas obras imprescindibles de la literatura argentina, como «El hombre que compró su muerte» y «Moriré sin conocer Disneylandia».
En la Buenos Aires de finales de los años sesenta y principios de los setenta, Geno encontró un espacio donde dar rienda suelta a su creatividad. Comenzó desarrollando guiones para diversos artistas y compartiendo escenario con personalidades de su generación, tales como Les Luthiers, Nacha Guevara y Eduardo Falú. A la vez desarrolló una carrera como dibujante y escritor, que le sirvieron para darse a conocer tanto en el ámbito nacional como fuera del país.
Aunque se suele decir que las primeras obras siempre son una forma de romper el hielo y que lo bueno viene después, en el caso de Geno no ha sido así, «Los desangelados» es su primera novela y realmente cuenta con una fuerza brutal y nos brinda una lectura compleja y de amplio disfrute.
Foto: genodiaz.com.ar
«Los desangelados», crónica de una ciudad perdida
Al igual que en otra de sus obras, «Los desangelados» presenta por un lado una trama policial absolutamente intrigante y llevadera, pero de fondo, y esta parece una intencionalidad que se repite en todo el trabajo de Díaz, una mirada a diversos aspectos de la vida en la Buenos Aires de aquella época.
El protagonista, José Goldberg, es un periodista que en medio de la sordidez de aquel mundo intenta mantenerse en pie. La situación económica es complicada pero ha conseguido un trabajo que le gusta, en el que lo único que debe hacer es cumplir con ciertas normas y escribir notas inocentes. El instinto de supervivencia es uno de los rasgos más importantes de este personaje, por eso, al principio se muestra fiel a los mandatos de sus jefes, y se mantiene al margen de los asuntos políticos.
Pero en determinado momento siente el impulso de investigar y se deja llevar por su pasión periodística. Entonces, su vida comienza a derrumbarse cuando descubre una serie de tramas de corrupción que le van llevando a desenmascarar la vida y la personalidad de las figuras relevantes del sector político y social. La pregunta que se plantea es ¿qué debo hacer con esto? Y a lo largo de la lectura vamos dando con la respuesta.
Entre los temas fundamentales que explora Díaz se encuentra el abuso de poder y su implicación en el tráfico de armas y drogas, así como también el origen del dinero ilegal. Con ellos construye una narración colorida y llena de sentido.
La fuerza de su narrativa está en sus diálogos, que los construye con precisión y un gusto por los detalles impecable, sin perder la espontaneidad de este tipo de elementos. Asimismo, es sorprendente la forma en la que se apoya en los giros para llevar la historia por callejones sinuosos e impredecibles.
Sin duda es ésta una lectura que no podía faltar en nuestro desván de los libros perdidos. No dejen de disfrutarla.
Foto: genodiaz.com.ar
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