«Los niños del agua», de Charles Kingsley

Hoy llega a nuestra sección del Desván de los libros perdidos una obra publicada por primera vez en 1863. Se trata de «Los niños del agua», de Charles Kingsley, una historia de fantasía que seguramente muchos de ustedes recordarán y que fusiona la crítica a una sociedad que permite que los niños se encuentren expuestos a sufrimientos inhumanos y una historia de fantasía. Creo que no sería justo dejarla afuera de esta lista de libros imprescindibles.

Acerca del autor

Charles Kingsley nació el 12 de junio de 1819 en Holne (Inglaterra). Pasó una infancia recibiendo una educación exquisita y completa lo que lo acercó al universo de las letras de forma inexorable. Cabe mencionar que su hermano Henry también se dedicó a la escritura. Así mismo, Charles se dedicó afanosamente a estudiar filosofía y se encontró ligado a personajes intelectuales ineludibles de su época, tales como Frederick Denison Maurice y George MacDonald.

Kingsley falleció el 23 de enero de 1875 en Eversley y se encuentra enterrado en el cementerio de Santa María de dicho pueblo. Aunque su obra no es archiconocida, dentro del género fantástico Kingsey ocupa un lugar importante; la obra que hoy estamos leyendo es sin duda uno de sus grandes aportes para este género literario.

La mayoría de sus obras se encuentran vinculadas con la literatura infantil; tal es así que fue un autor que llevó la Mitología Griega a este campo. Además publicó varias novelas históricas en las que podemos hallarnos con un autor intenso y con una gran habilidad para conseguir descripciones auténticas y detalladas.

De todas formas, en su obra también podemos descubrir tintes ultrareligiosos y xenófobos; por lo que es conveniente leerlo con cierto cuidado.

Los niños del agua

Los niños del agua es una obra en la que Kingsey dejó de manifiesto su interés en la Reforma Social. Con esta obra alcanzó bastante popularidad; tal es así que aún al día de hoy continúa publicándose y leyéndose.

En esta obra nos encontramos con una detallada descripción de la era victoriana inglesa. Los temas más recurrentes y que analiza en profundidad son los vinculados con la infancia: la pobreza extrema en la que muchos niños crecen, los maltratos que sufren y la paupérrima calidad de la educación que reciben. Todo ello se encuentra inmerso en un cuento de hadas fabuloso que nos invita a soñar y creer en lo imposible.

Kingsey va mechando estas ideas en un relato fantástico que se desarrolla en un mundo acuático en el que habitan toda serie de criaturas extrañas e increíbles.

Tom es un niño que sufre toda clase de vejaciones por parte del señor Grimes para quien trabaja como deshollinador. Un día sucede algo que lo lleva a involucrarse en una situación confusa. Aunque no se nos dice, se estima que Tom fallece y que va a habitar a otra dimensión, al mundo de las hadas que lo convierten en un niño de agua.

Entre las características a destacar de la escritura de Kingsey cabe mencionar su excelente humor que se dirige a los niños de forma inteligente intentando motivarlos a pensar por ellos mismos y a creer que todo es posible, que los límites los ponemos nosotros.

Este libro se publicó por primera vez en 1863 y se lo considera el primer libro victoriano para niños, en el que posiblemente se hayan inspirado otros autores que se volvieron más populares como Lewis Carroll con su «Alicia en el país de las maravillas» o J.M Barrie y su «Peter Pan».

Como verán se trata de un maravilloso libro que sin duda tiene muchísimo para aportarnos. Si lo desean, los invito también a reencontrar viejas lecturas tales como Corazón, de Edmundo de Amicis; Walden, de Henry Thoreau o Los caminos a Katmandú de René Barjavel.