«Los Pazos de Ulloa», de Emilia Pardo Bazán

Hoy rescato para nuestro ciclo el desván de los libros perdidos «Los Pazos de Ulloa», de Emilia Pardo Bazán. Se trata de una maravillosa novela en la que se destacan las descripciones del campo gallego y de la vida rural. Entre sus puntos más significativos cabe señalar que se trata de la historia con la que Pardo Bazán se despide del costumbrismo para abrazar un estilo más realista, presente en la última etapa de su escritura, y en el que introduce elementos de la literatura gótica anglosajona que enriquecen profundamente su trabajo.

La Galicia rural en la obra de Emilia Pardo Bazán

Para muchos «Los Pazos de Ulloa» es un libro que representa el final de una época en la literatura de Pardo Bazán: con él la autora se despide de las novelas naturistas y da por zanjada una primera escritura centrada en el costumbrismo y el ambiente rural de Galicia. Eso la convierte en una importante lectura para conocer a fondo su trabajo de escritura , disfrutar de los muchos matices que aportó al género costumbrista y su maravillosa actitud creativa de Emilia.

Las obras de Pardo Bazán se leen como se observa una pintura. En sus descripciones hay colores, sonidos, miradas y un gran cuidado en la elección de las palabras. En esta novela en particular nos encontramos frente a un precioso fresco rural que, a modo de ventana, nos permite adentrarnos en la campiña gallega con sus costumbres, su rutina y sus características atmosféricas y culturales. De todas formas lejos de quedarse en una mera descripción del entorno, Emilia se adentra en las emociones de las criaturas que forman parte de ese paraje y nos obliga a mirarlas una por una e interpretar sus misterios.

En «Los Pazos de Ulloa» nos encontramos con Nucha, una joven a la que el destino le juega una mala pasada al convertirla en la esposa de un joven ambicioso y ruin que representa lo peor del patriarcado de la época y que la llevará a vivir en un estado de tristeza y desesperación constante. En esa realidad Nucha tiene que buscar un espacio de cobijo y un salvavidas, y el cura del pueblo, Julián, será esa persona.

La violencia machista normalizada

Mientras descubrimos la desdichada vida de Nucha vamos adentrándonos en las características de un ambiente machista y comprendemos las dificultades que una mujer sensible como es ella tiene que enfrentar. Emilia Pardo Bazán nos presenta los nervios y la soledad de Nucha en su vida de casada y mientras lo hace, y pinta ese cuadro en el que se convierten todas sus historias, ofrece una crítica valiente al machismo de la época y a la normalización de la violencia. Nucha permanece en ese espacio repulsivo hasta que sus deseos de volar son demasiado profundos y decide fugarse, aunque la realidad nuevamente le jugará una mala pasada.

Don Pedro Moscoso, el marido de Nucha, es un hombre rústico y lleno de ira contra el mundo, que descarga su malestar con su mujer y sus empleados. Vive en un palacio decadente al que no presta los cuidados que necesita y pasa la mayor parte de su tiempo dedicado a la cacería y vinculado a personajes de dudosa reputación. Aunque se da aires de gran señor, Pedro es un rufián de poca monta, que se cree el amo del universo. A la cama de este hombre y a ese mundo sórdido llega Nucha, prometida con Don Pedro y cae violentamente en una existencia triste y llena de sinsabores. Y será Julián, el cura del pueblo, su único confidente y quien la animará a salir de ese fango.

En «Los Pazos de Ulloa» nos encontramos con una crítica feroz a la violencia machista en el campo y a la institución del matrimonio donde el maltrato era moneda corriente y las mujeres debían aceptarlo con naturalidad. Un curioso elemento que incorpora a su historia es la presencia de Julián, un cura amigo de Nucha que intenta ayudarla a salvarse de esa vida. Para ello pone en entredicho las creencias religiosas y populares respecto a las obligaciones de la mujer con sus maridos y la incentiva a Nucha a escaparse de esa vida miserable.

El realismo costumbrista de Pardo Bazán

En la literatura costumbrista de España hay dos grandes grupos: los autores que simplemente fueron capaces de describir la forma en la que se desarrollaban las relaciones sociales y folklóricas, y aquellos que fueron un paso más y en su descripción incorporaron el deseo de denunciar las barreras e injusticias propias de esos ambientes tan cerrados. Pardo Bazán perteneció a este último grupo y nos dejó una literatura exquisita y combativa; necesaria para entender su tiempo y, sobre todo, la vida rural de España en ese período.

Hay mucha valentía en este libro y, si bien ciertas cuestiones podrían resultar un tanto exageradas miradas desde nuestra época, tenemos que pensar en la época en la que fueron escritas y en la mirada de una mujer sola en aquel momento de la historia. Cabe señalar que lo que consigue Pardo Bazán en esta obra es fusionar el género costumbrista con el realista dotando a su historia de detalles que rozan el género gótico y apostando por un estilo auténtico, que será fundamental para ayudarla a convertirse en una de las autores más relevantes de su generación.

Sin lugar a dudas estamos frente a un libro que no podía faltar en nuestro desván de los libros perdidos. Les recomiendo profundamente que lo lean y que se asomen a esa ventana colorida que es la obra de Pardo Bazán.