Reseña de «Los románticos eléctricos» de Hernán Vera (Sudaquia Editores).
Esta reseña va con disculpa. Hace casi un año el escritor Vera Álvarez me envió este libro en formato digital y yo prometí leerlo y reseñarlo. Sin embargo, la vida es demasiado vertiginosa a veces y no conseguimos estar a la altura de lo que se espera de nosotros. También es verdad que este último tiempo a todos nos han pasado muchas cosas, algunas que preferiríamos olvidar. Sea como sea, es un libro que leí en su momento y que me gustaría recomendar. Va la disculpa por aquí al autor y una invitación a todos a disfrutar de Los románticos eléctricos de Hernán Vera Álvarez (Sudaquia Editores).
La identidad mestiza
Una de las características principales de Los románticos eléctricos de Hernán Vera (Sudaquia Editores) es el trabajo de la identidad. Encontramos una gran cantidad de poemas que giran en torno a lo que nos distingue, como si la pregunta de lo que somos invadiera la escritura de la obra.
La voz poética comienza construyendo una certeza: esto soy. No obstante, a medida que avanza en sus declaraciones la mirada se le tuerce y lo que confianza afirma en los primeros versos muestra su lado opuesto. Esto me ha parecido muy interesante porque, quizá, no existe mejor manera de hablar de nuestras contradicciones que planteándolas sin nombrarlas, desde la evidencia. Aquí, la voz poética se identifica con algunas ideas que, con el correr de los poemas, irán cambiando.
De este modo, su identidad va mutando sin que pueda hacer demasiado por cambiar el destino. No obstante, no todo es susceptible de transformarse: algunos aspectos de su esencia se mantienen intactos. Se me ocurre que esta contradicción con su cuota de permanencia podría ejemplificar de forma contundente la sacudida que provoca en nosotros la extranjería: el surgimiento de una identidad mestiza que nos transforma para siempre y debajo de la cual nos crece otra piel, que se mantiene inmutable al paso del tiempo.
En ese camino de indagación en torno a la esencia aparece el pasado, aquello que condiciona nuestro Sino. La voz poética revisa su pasado e intenta discernir cuál es la herencia que ha asumido sin darse cuenta y cuánto de lo que le representa realmente ha sido el producto de una construcción propia. Estas preguntas la empujan de nuevo a la idea de identidad y transforman su propio discurso de una forma fluida.
Historias y naufragios
En este poemario encontramos una serie de poemas que transmiten historias de exilio, íntimo y político. La voz poética se acerca a la realidad de muchas personas diversas y trata de construir una imagen de ellas, narrar sus naufragios. En algunos casos los poemas se presentan en forma de lista: cosas que han sucedido y se concatenan. Otros poemas son imágenes que van construyéndose como si se tratase de un rompecabezas vital.
La infancia, el desamor, la pérdida y las imposiciones de una vida adulta donde el trabajo o la ausencia de él y las dificultades de sobrevivir en un mundo capitalista se vuelven insoportables. En ese punto de distancia entre vida y obra se encuentran muchos de los poemas. Y, llegados a este punto debemos señalar que muchos de los textos indagan sobre el sentido de la escritura, las voces dormidas que afloran cuando nos sentamos a escribir.
La poesía de Hernán Vera se identifica con un lenguaje llano y coloquial que puede sacudirnos e invitarnos así a la reflexión de nuestros propios naufragios. Un poeta que se instala cerca del realismo sucio y construye una estética que nos impulsa a mirar esa esquina olvidada del mundo. Ya te he dejado aquí algunas buenas razones para leerlo.
LOS ROMÁNTICOS ELÉCTRICOS
Hernán Vera Álvarez
Sudaquia Editores
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