Margaret Millar, otra dama del suspense

Cuando hablamos del género de suspense, a todos nos viene a la cabeza la figura de Agatha Christie, que está considerada como la auténtica reina del mismo. No obstante, no podemos pasar por alto que también existieron y existen otras autoras que, quizás no sean tan conocidas, pero que también enriquecieron ese tipo de novelas. Entre esas se encuentra, por ejemplo, la canadiense Margaret Millar (1915 – 1994).

Esa escritora si no logró tanto reconocimiento en su momento fue, fundamentalmente, porque su calidad narrativa estuvo eclipsada por la figura de su esposo, el prestigioso autor Ross Macdonald.

No obstante, a pesar de que quizás el destino no le dio todo el reconocimiento que merecía, pudo obtener galardones tales como el Premio Edgard (1956) o el Grand Master Award (1983). Y todo gracias a novelas de misterio y policíacas como estas:

Pagarás con maldad

En 1950 fue cuando se publicó esta obra, que toma como figura protagonista a la doctora Keating. Ella es reconocida a nivel profesional y se encuentra atravesando un estupendo momento personal, al lado de Lewis. Sin embargo, todo eso da un giro. ¿Cuándo? En el instante en el que se descubra el cadáver de una joven a la que ella le había practicado un aborto.

Desde ese mismo momento todos los acontecimientos se precipitarán. Así, no sólo se la pondrá en tela de juicio sino que además empezará a recibir chantajes y amenazas de diversa índole. Y en todos estos juega un papel especial la figura de su amante.

Un extraño en mi tumba

Otra de las novelas de misterio y policíacas más interesantes de cuantas salieron de la pluma de Margaret Millar es esta, publicada en 1960.

Daisy Fielding Harker es la protagonista. Se trata de una mujer casada que tiene una vida aburrida y monótona junto a su esposo en un pequeño pueblo.

Sin embargo, eso cambiará. Lo hará a partir de que empiece a tener noche tras noche un mismo sueño en el que se ve paseando a su perro y llegando hasta una tumba. Pero no se trata de una tumba cualquiera sino la de ella misma, en la que se puede leer tanto la fecha de su nacimiento como la de su muerte. Y supuestamente esta última cita tuvo lugar hace cuatro años atrás respecto al momento actual que vive.

Si esa pesadilla le atormenta también lo hará el hecho de que descubra que la tumba realmente existe. Ese será el punto de partida de una historia complicada en la que la protagonista intentará investigar qué está pasando, por qué tiene esas pesadillas e incluso su propia vida e identidad. Y es que puede ser que descubra algo que no sabía.

El asesinato de Mrs Shaw

1980 fue, por su parte, el año en el que llegó a las librerías este otro libro de suspense en el que un abogado, Tom Aragón, tiene que intentar desentrañar el misterio que se esconde tras la desaparación repentina de una adinerada viuda y del chico que trabajaba como salvavidas en el club al que esta acudía. Y es que nada es lo que parece.