María Ramos: poesía, música y ciencia

No creo en la premisa que dice que los poetas tenemos un compromiso con nuestro entorno y que debemos asumirlo; de ninguna manera se nos puede imponer tamaña responsabilidad en nuestro arte. No obstante, a veces surgen voces comprometidas que se vuelven imprescindibles, que ayudan a transformar la visión que tenemos de la realidad y que se modifican con los hechos que las circundan. La poesía no tiene por qué hablar de la realidad, pero cuando lo hace puede enriquecerse muchísimo con ella.

Conocí a María Ramos hace ya un par de años; sin embargo, cada vez que la escucho recitar sus poemas es como si fuera la primera vez. Cuando abre la boca, el ambiente es dominado por una gran fuerza. Sus palabras surgen de una realidad convulsionada a la que su voz se aferra, como intentando explicar las razones que la llevan a estar allí, frente a todos.

La poesía de María Ramos te llega a la médula (a veces la atraviesa) sin que casi te des cuenta. Ella consigue aunar conceptos y cosas que a simple vista se encuentran absolutamente distantes los unos de los otros: como la combustión de los átomos y las experiencias de amor entre las personas.

«Del tango al blues (y de vuelta al sur)» y «Del metal al caos», son los dos libros de María Ramos en los que me he basado para escribir este artículo. Los invito a leerla y a dejarse atrapar por su lírica, tan auténtica y combativa.

Breve biografía

María Ramos nació en Torremolinos (Málaga) y se licenció en la carrera de Filosofía y Letras de la Facultad de Málaga. Es poeta (ella prefiere esta palabra a poetisa) y asegura que no concibe la vida sin la escritura; no obstante, trabaja como profesora de inglés porque, «de algo hay que vivir» dice.

En toda la red podrán encontrar muchos de sus poemas y varios vídeos porque tiene una actividad cultural muy intensa. También ha publicado varios libros: «Del tango al blues (y vuelta al sur)», «Stoner», «Del metal al caos (Aleación III)» y «Alicia»; todos ellos de poesía, a excepción de este último.

Como poeta ha participado en numerosas muestras y publicaciones colectivas entre las que se destacan actos y libros de Amnistía Internacional; además ha recitado sus poemas en varios recitales grupales como Poesohail, Plenilunio XXI y Ciclo Plenilunio, entre muchísimos otros.

Música y poesía: artes indivisibles de la vida

«Del tango al blues (y vuelta al sur)» comienza con un potente prólogo que versa en torno a la indivisibilidad de ciertas cuestiones de la vida: entre el hemisferio izquierdo y el derecho de nuestro cerebro, entre la ciencia y las humanidades, entre la literatura (la poesía) y la música. Y a lo largo de todo el libro tanto la música como la literatura, la palabras escritas y las melodías cantadas, las palabras pronunciadas y la música escrita, se hacen presentes.

Este es el primer libro de una trilogía que intenta sostener la importancia de dos artes fundamentales para el progreso, sin las cuales no seríamos lo que somos. La música nos viene de afuera y nos mantiene en comunicación con lo que nos rodea; la poesía, es la forma más lógicamente excepcional, dice María, de expresar nuestras emociones y ser uno con el universo.

En estos poemas hay mucho miedo. El miedo de las calles, de la guerra, de las emociones que no salen y que necesitan ser exteriorizadas. Y es que el miedo es, posiblemente, una de las emociones más antiguas y que más nos recuerdan nuestra existencia: nuestra actual existencia y nuestra mortalidad (la ausencia de ella algún día).

Ese mismo miedo que se instauró en nosotros cuando salimos del vientre materno, que nubló nuestros ojos al enfrentarnos a los primeras frustraciones y que continúa aferrándose de nuestras tripas cuando el mundo se cae sobre nuestros hombros. Ése se encuentra escondido en muchos de estos poemas.

Ese miedo protagonista de nuestras vidas, lo es también de la poesía de María; pero en este caso, y aquí viene lo bueno, es un miedo que no paraliza, que existe, que tiene una presencia indómita pero que jamás vence, que no se apodera de la situación.

Todos tenemos nuestras propias guerras, esas batallas que para otros pueden parecer absurdas pero que nosotros libramos cada día sin temor a lo que nos digan; la poesía es un hermoso país donde las batallas propias se pueden compartir, donde lo personal se vuelve propio para los otros y deja de ser mío para volverse nuestro. A través de la poesía las emociones particulares se vuelven compartidas y entonces, el miedo, la tristeza, la agonía e incluso la pasión adquieren un espacio y una importancia insobornables.

Los invito a visitar el blog de este libro, donde podrán encontrar algunos de sus poemas más destacables y comprobar ustedes mismos las maravillas que es capaz de hacer esta mujer sólo con una pluma.

De caos, universos y otras aleaciones

El segundo libro que abordaré se titula «Del metal al caos (Aleación III)» del que también existe un blog con una recopilación de los mejores poemas, que ciertamente les recomiendo.

Este poemario se abre con un lúcido prólogo de José María Sánchez Sáez que se impone como un eje desde el que surgen todos los poemas, encadenados a diversos conceptos científicos: que abarcan desde la Teoría General de la Relatividad a la Teoría de la Mecánica Cuántica, atravesando algunas teorías matemáticas y de otras disciplinas del mundo de las ciencias.

Ni siquiera sé cómo he hecho para escribir el párrafo anterior (me he llevado todas las materias relacionados con el cosmos, la química y las matemáticas). No obstante, la lectura de estos poemas de María Ramos me ha devuelto la curiosidad de los primeros años, el deseo de saber más; aunque más no sea la posibilidad de atisbar por un huequito el inconmensurable mundo en el que teorías, formas y naturaleza se fusionan para volverse un todo armónico, como lo hace la poesía de este libro con respecto a la vida que lo ha gestado, los conceptos que han dado vida a su semilla.

A lo largo de todos estos poemas nos encontramos con una poesía intensa, donde la batalla de la naturaleza se fusiona con las propias guerras; donde el caos del universo puede representar perfectamente nuestros propios sistemas (desordenados y repetitivos) y viceversa. Un libro en el que verán a una María Ramos mucho más cerca de la línea de fuego, atrevida y crudamente sincera.

«Y esto me parece Poesía«, dice José María, y concluye su bellísimo prólogo invitándonos a leer primero los poemas para después acercarnos a la teoría científica en el que se funda cada uno de ellos. Porque de este modo podemos alcanzar una doble lectura donde la percepción muda constantemente.

Como les decía, no creo que los escritores tengan una responsabilidad con su entorno; pero cuando conozco a poetas que han asumido este tipo de escritura me siento a salvo. Cuando leo a María Ramos también me siento así, porque su poesía despide una seguridad y una serenidad que me hacen sentir a salvo de la realidad tantas veces hostil.

Para concluir les dejo un pequeño fragmento de uno de los poemas más maravillosos de este libro, que se titula «Átomo de hidrógeno», y los invito a acercarse a la pluma de esta enérgica escritora.