Por qué leer «Matar a un ruiseñor», de Harper Lee

Esta novela es una de las primeras que surgen cuando hablamos de diferencias raciales entre seres humanos y de la lucha por construir un mundo más justo. Y es que, seguramente, junto con «La cabaña del tío Tom», es una de las novelas imprescindibles para entender las nefastas consecuencias que las discriminaciones sociales pueden traer para las poblaciones mironitarias, en particular, para las personas negras.

Existen muchísimas historias que se desarrollan en el contexto de la depresión económica de Estados Unidos, sin embargo no sé si hay muchas que plasmen con tanta perfección el momento en el que los conflictos raciales comenzaron a hacerse eco en la justicia; anteriormente, los negros no gozaban de los mismos derechos que los blancos.

«Matar a un ruiseñor» es una novela que deja en evidencia que dentro de todos los grupos hay personas que construyen y otras que intentan destruir lo que se haya conseguido. Y, por otro lado, deja de manifiesto lo débil que es la línea entre lo justo y lo injusto y lo mucho que hay que trabajar por conseguir una vida correcta, cosa que no determinará la sociedad sino la propia conciencia.

Si bien la novela aborda diversos temas, en este artículo tocaré aquellos que me parecen más importantes. Humildemente, creo que Harper Lee tuvo una idea magistral al intentar contar esta historia en primera persona, desde la perspectiva de una niña que está descubriendo el mundo; porque se dejan más en evidencia los ridículos parámetros que utilizan las sociedades para mantenerse en pie.

Una niña contra las diferencias sociales

Scout Finch es un personaje literario fascinante: una niñita que se viste con un mono y que detesta los vestidos y todo aquello que se considera «femenino». Es una criatura que lucha por la reivindicación de la feminidad más allá de los artificios y las imposiciones socioculturales, y que está convencida de que lo único verdaderamente importante es ser una persona justa.

Atticus Finch: es un abogado que enviudó cuando sus hijos (Scout y Jem) eran todavía pequeños y que, pese a las presiones de sus familiares de que los niños necesitaban una madre, no volvió a casarse. De este modo, educa a sus hijos con la ayuda de Calpurnia, una mujer negra que se encarga de realizar las tareas del hogar y a quien los niños consideran como una más de la familia.

Scout es una niña sumamente perspicaz y persistente, a quien le interesa llegar al fondo de las cuestiones. Está especialmente obsesionada por la verdad que se esconde en la mansión de los Radley, una familia que vive junto a su casa y de cuyo hijo, Boo, se cuentan muchas historias. Nadie lo ha visto y se cree que vive encadenado. En compañía de su hermano y de un amigo en común, Dill, se acerca a casa de los Radley para descubrir el secreto de este joven.

En torno a este personaje, Boo, gira gran parte de la historia y es impresionante la forma en la que Harper lo trabaja. Sabemos poco de él, pero a través de los niños podemos llegar a conocerle e incluso tomarle cariño o sentir compasión. Creo que a nivel narrativo es una de las cosas mejor logradas de toda la novela.

La inocencia y el ruiseñor

El ruiseñor es un pájaro amado en todos los lugares, sobre el que existen toda clase de leyendas. En muchos lugares es el símbolo del amor y de la paz. En este libro, este pájaro es una analogía de la inocencia que rodea la vida de los personajes principales: desde Scout y su hermano hasta Tom, el hombre negro que su padre intenta sacar de la cárcel.

Tom ha sido acusado de violar a una joven blanca y las probabilidades de salir libre son muy pocas. No porque haya cometido el delito, sino porque siendo negro es probable que el jurado falle en su contra. Pese a todo, Atticus lo intenta hasta último momento. Y hay un diálogo espléndido entre Scout y su padre que nos permite conocer la entereza de este hombre.

La vida de Tom se ve entorpecida por una falsa acusación, que lo llevará por un camino sinuoso y del que no sabemos si se libra hasta bien avanzado el libro. Cabe mencionar que la forma en la que se encuentra narrado el juicio en el que se le juzga es extraordinaria: al punto de sentirte dentro de esa sala, percibiendo el silencio, el ruido y los nervios de los personajes.

5 Razones para leer esta novela

No sé si es necesario escribir sobre razones para no perderse esta historia, entiendo que cada uno encuentra las propias; no obstante, he querido escribir las cinco por la que yo no me la perdería. Aquí se las dejo:

1) Fantástica descripción de las diferencias sociales: Harper Lee pinta con una maestría escalofriante la indefensión de los negros frente al sistema judicial. En una sociedad regida por los blancos, todos aquellos que no pertenecieran a este grupo quedan anulados; en este grupo se encuentran los negros y los mestizos.

2) Cautivadoras reflexiones en torno al sistema judicial: Hay un interesante planteo en torno a la forma en la que se desarrollan los juicios. Atticus expone que, si bien frente a un juez es en el único lugar en el que se ve con claridad la igualdad entre blancos y negros, dado que un jurado se encuentra formado por personas (con prejuicios, razonamientos, experiencias propias, etc), nunca existe tal equidad. Por esa razón, él cree que es primordial el trabajo de abogados y jueces por conseguir un trato más igualitario.

3) Interesante forma de plasmar las diferencias sexuales: También las diferencias entre hombres y mujeres se dibujan de forma exacta en esta obra. El hecho de que la protagonista sea una mujer le da más peso a este aspecto de la obra. Y la manera en la que Scout entiende la existencia y este aspecto de la vida social es sumamente interesante.

4) Excelentes diálogos: Es una novela que posee un estilo claro y limpio y donde se nota un especial trabajo en los diálogos. Cabe mencionar que entre los diálogos del libro y de la película casi no hay diferencia, lo cual habla de un discurso dialógico sorprendente: algo que no se espera de una novela, pero que permite acercarte a la vida de Scout de una forma intensa y entrañable.

5) Buen manejo de la tensión: Esta es una de las cosas más importantes a la hora de escribir una historia. Como lectores la mejor forma de medir este aspecto de la escritura es a través del «apego» que sintamos hacia la historia. En este caso, es una novela de la que no hay forma de despegarse. No recomiendo que la lean en horario laboral porque perderán el trabajo de seguro, ;).

Una y mil veces voy a recomendar esta novela. Ahora que acabo de releerla puedo decir nuevamente que creo que es de esas historias imprescindibles si deseamos llegar a alguna parte como sociedad. Me despido con una imagen que se me ha quedado pegada en la mente de una forma imborrable.