Odiado y amado a partes iguales. Así es el escritor Ian McEwan, ganador de premios como el prestigioso Brooker Prize, uno de los más importantes del mundo de la literatura en habla inglesa. Pero ese reconocimiento, por ejemplo, se ha contrapuesto a las críticas que ha recibido a lo largo de su carrera por su tendencia a realizar minuciosas descripciones de actos violentos o de situaciones de tipo sexual.
Su primera publicación fue Primer amor, últimos ritos que vio la luz en 1975. En ella realizaba la unión de grupos de relatos, en total ocho, donde con humor, ternura, lujuria y pasión exponía miedos muy frecuentes o las sensaciones que supone experimentar al enamorarse.
La verdad es que no pudo comenzar mejor su trayectoria pues con este libro consiguió el Premio Somerset Maugham, que entrega la Society of Authors.
Con Entre las sábanas el autor empieza a dejar aún más palpable esa esencia obsesiva o violenta que le han supuesto muchas críticas. En el año 1978 es cuando sale al mercado este trabajo donde varios relatos tienen como protagonistas a un pornógrafo o a un acaudalado hombre que decide utilizar su dinero para comprarse una amante.
El amor más puro o el más pasional, las fantasías sexuales, la inocencia o la depravación son los elementos encargados de darle consistencia y desarrollo a las diversas historias que componen el libro.
Y llegó la polémica
Sin embargo, habría que esperar al año 1998 para que llegara una de sus novelas más criticadas y a la vez la que valió el mencionado premio Booker Prize. Estamos hablando de la novela Amsterdam.
Si levantó ampollas, entre otras cosas, fue porque planteaba un caso nada extraño, sino todo lo contrario visto la realidad política. Estaba bastante apegado a la actualidad pues cuenta la historia de un político que en su ámbito privado no sólo tiene amantes sino que también viste ropa femenina. Unas fotografías ponen en peligro su integridad frente a la opinión pública.
El punto de partida de esta obra es la figura de Molly Lanye, una mujer que acaba de fallecer y en cuyo funeral, además de su marido, se presentan varios de los hombres que fueron sus amantes, entre ellos un periodista (Vernon). A este, el esposo de la fallecida le ofrece unas instantáneas del Primer Ministro vestido con ropa interior de mujer.
La pasión o el deseo también forman parte de Expiación (2001) que toma como escenario una soleada y calurosa tarde de 1935. En ella se produce el escándalo, la joven hija de los Tallis, para calmar el calor sofocante, decide bañarse en paños menores en una fuente, y eso es visto por el hijo de la criada.
A partir de ahí, la obra se abrirá para ofrecernos diversas historias dentro de la principal, entre ellas la de un amor imposible.
A grandes rasgos estas son algunas de los fundamentales libros que han hecho de Ian McEwan un autor que a nadie deja indiferente, ya sea para bien o para mal. Un escritor que, para muchos, ya ha demostrado su valía realizando obras maestras como Amor perdurable que fue publicada en el año 1997 y que gira entorno a una persona que sufre el síndrome de Clerambault, por el cual cree que otra persona está perdidamente enamorada de ella.
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