Uno de los géneros teatrales más afamados durante el Siglo de Oro en España fue el que tuvo por nombre entremés. Este era una pieza dramática pero con tono jocoso que tomaba como personajes a gentes de las clases populares.
Como decíamos, en los siglos XVII y XVIII fue cuando alcanzó gran éxito este tipo de teatro quizás influido por el hecho de que esa clase de protagonistas de las obras se acercaban mucho al pueblo llano.
Muchos fueron los autores que destacaron especialmente en este género, sin embargo, unos cuantos brillaron con luz propia en el mismo. Este sería, por ejemplo, el caso de Lope de Rueda. Un autor sevillano este, además de uno de los primeros actores profesionales del teatro en nuestro país, que dejó un sinfín de obras de este corte entre las que destacan Eufemia, Los engañados o Armelina.
Un trabajo este último que gira entorno a la figura de un herrero que tiene un hijo con una joven que se marcha a Hungría, donde el pequeño se convierte en heredero de una gran fortuna.
Otro de los grandes de este género fue el afamado internacionalmente Miguel de Cervantes Saavedra, autor de la obra maestra que lleva por título El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
En el caso que nos ocupa, este escritor dejó grandes entremeses como La elección de los alcaldes de Daganzo, donde el protagonista es un personaje similar a su querido Sancho Panza, o El viejo celoso donde el temor a perder a su mujer hace que un hombre la mantenga encerrada sin conocer a nadie más. Pero todo cambiará cuando aparezca en escena una vecina que le abrirá los ojos a la esposa.
Entremesistas inolvidables
Junto a estos entremesistas mencionados se encuentra otro que fue querido por el público y por la crítica: Luis Quiñones de Benavente. Pero no sólo eso sino que también fue uno de los más copiados, pues sus piezas teatrales sirvieron de inspiración a otros muchos autores que querían llegar a alcanzar su posición.
Entre sus obras más significativas se encuentran La vista de la cárcel, Los muertos vivos o La hechicera.
En este listado de escritores maestros del entremés es imposible no hacer mención también a otro de los grandes de la literatura universal: Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos, conocido artísticamente como Francisco de Quevedo.
Un amplio conjunto de obras teatrales de este tipo dejó para la posteridad dicho autor madrileño entre las que se encuentran algunas de títulos tan curiosos como El caballero de la tenaza, Los refranes del viejo celoso, La polilla de Madrid o La vieja Muñatones.
Y, por último en este artículo aunque no en la lista de autores que pusieron en práctica dicho género teatral, se encuentra el gran Pedro Calderón de la Barca. Él, al igual que otras plumas, sucumbió al entremés pero la diferencia con otras personalidades del momento es que lo hizo con gran maestría.
Entre los trabajos más significativos de este tipo de Calderón destacan El entremés de la barbuda, El entremés de guárdame las espaldas o El entremés de don Pegote.
Con este conjunto de escritores y obras seguro que el lector aprende a querer a un género teatral que, aunque desaparecido, sigue encandilando a quien lo tenga a su alcance.
Comentarios1
Como siempre dejáis afuera a los verdaderos innovadores de la poesía española: Fray Luis de León y San Juan de la Cruz. Estas presentaciones son sacadas de internet, no de un estudio particular de la poesía española. Un ejemplo del genio de Fray Luis:
"No te engañe el dorado / vaso ni, de la puesta al bebedero / sabrosa miel, cebado; dentro al pecho ligero, / Cherinto, no traspases el postrero / asensio; ten dudosa la mano liberal rosa / que el silencio enajena, / tocada, pasa al alma y la envenena.” (de: “Las Serenas”)
¿Qué es mi gusto personal? Claro que sí, pero también lo fue de Quevedo que fue el primero en publicar la poesía de Fray Luis, que logró instaurarse en el firmamento literario de España; y en cuanto a San Juan de la Cruz, no sólo Borges cree en la poesía irracional y mágica, sino que Lacan plantea que el inconsciente humano es inteligente y que posee una lógica más perfecta que la conciencia a través del dinamismo. Rimbaud fue el primero en decir que el Yo era Otro. Al igual que Lacan, San Juan de la Cruz pensaba que había algo más allá de las palabras, por eso quedó en el olvido y Lacan fue expulsado de la Sociedad Internacional de Psicoanálisis y Fray Luis de León encarcelado cinco años por la Inquisición. Pero claro, Poemas de Alma en vez de guiar o instruir a los lectores sobre el verdadero significado de la poesía prefiere seguir, como diría Mayakovsky, “el camino trillado y facilón” de un Neruda sentimental y grandilocuente.
Sinceramente, Raoul, como siempre escribes cosas que no tienen ni pies ni cabeza. ¿Qué tienen que ver ciertos autores de poesía con este artículo? Que yo sepa, se habla de teatro y entremeses.
Ya sabemos que tu conocimiento de la Literatura es amplísimo, pero no hace falta que aproveches cualquier excusa y cualquier artículo para mostrarlo porque a veces, como en este caso, está fuera de lugar.
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