Hoy les traigo una nueva entrega de estos pequeños artículos sobre los mejores cuentos de la literatura universal.
En esta ocasión escribiré sobre tres autores imprescindibles: Arreola, Maupassant y Arlt.
He releído tres relatos fabulosos que estoy segura que a muchos de ustedes les fascinarán. Tres relatos que nos permiten abordar los aspectos más relevantes de la existencia. Y cómo el pertenecer a un determinado grupo social nos condiciona para convertirnos en una persona u otra.
Arreola, nos invita a abordar el tren
El primer relato de hoy es «El guardagujas» de Juan José Arreola.
Es la historia de un viajero que llega volando a una estación con deseos de tomar un tren determinado. No lo encuentra, pero en cambio sí halla a un guardagujas que lo invita a alquilar una habitación y permanecer en el pueblo. Desde ese instante se desarrolla una interesante conversación entre ambos individuos.
A través de un cuento sumamente descriptivo, Arreola nos presenta una analogía de la vida de todos los individuos. Vivimos en una sociedad que nos indica hacia dónde debemos ir, qué debemos desear y qué debemos consumir. Y solamente con algo de suerte, algún viajero consigue bajarse del tren en esa estación que le permitirá llegar a su verdadero destino. No obstante, debe tener mucho cuidado y permanecer siempre despierto, porque en el camino intentarán tentarlo y convencerlo para que abandone su búsqueda. Si no consigue mantenerse firme, permanecerá para siempre en ese tren que viaja a ninguna parte, y a todas a la vez.
Es un relato extraordinario que puede ayudarnos a repensar nuestra vida y a entender si estamos haciendo lo que realmente deseamos o nos encaminamos a una meta que se nos ha impuesto, aunque sea de forma sutil, y no somos los artífices de nuestro propio destino.
Maupassant y la aflicción
El segundo cuento es «El Horla» de Guy de Maupassant. Este relato me parece impresionante y nunca me canso de leerlo. En muchos aspectos me recuerda a «La Nausea» de Sartre; sobre todo en la forma en la que se presentan las experiencias del protagonista: esa angustia que va creciendo a lo largo de los días y que se manifiesta claramente en la escritura, cada vez más intensa y enajenada.
En este cuento Guy nos ayuda a replantearnos el origen de todo lo que nos sucede, lo que vivimos, lo que nos forma, lo que nos alegra, y también aquello que nos angustia. Hay un párrafo en este cuento que me parece especialmente bueno. Dice:
«El Horla» es una verdadera metáfora de la experiencia de la angustia, y la describe de una forma asombrosa. Para los apasionados por los misterios de la mente, y más aún por las patologías mentales, Maupassant es un escritor imperdible. En sus relatos, sobre todo en este, nos encontramos con el proceso que vive un ser humano que es sofocado por la angustia, acechado por lo siniestro. Y esa sensación de ser asaltado de pronto por algo que no llega a distinguirse si es real o imaginario, y cómo las obsesiones pueden llevar al individuo sano a la locura.
En este relato nos encontramos con el diario de un ser angustiado, podemos percibir la realidad a través de sus ojos, de su alma. Y entendemos cómo la angustia socaba las emociones del protagonista llevándolo a dudar de su propia identidad, y la de todo lo que cree real y verdadero.
Es un verdadero puntazo que Guy la escribiera en primera persona, en forma de diario, porque así conseguimos meternos de lleno en las emociones del protagonista; podemos verlo desde el punto en el que surge y se revela esa angustia: esa experiencia límite y radical que, en muchos casos, concluye con la muerte.
Cabe mencionar que el propio Lacan eligió este cuento para explicar de una forma más clara la psicopatología conocida como angustia. ¿Les dice algo esto?
Roberto Arlt, una sociedad ambivalente
Por último leemos el cuento «El jorobadito» de Roberto Arlt. Como todas las obras de este autor, nos encontramos con una situación escabrosa, con personajes que viven al margen de las convenciones, sin dejar de ser influidos por lo nocivo de la humanidad.
En Arlt hay elementos reiterativos, uno de ellos es el ambiente urbano, tan salvaje o más que el rural, como un espacio del que emergen toda clase de personajes torturados y completamente enfermos: enfermedades que han sido causadas por el hecho de nacer en una determinada sociedad, marcada por los prejuicios y esa palabra tan cuidadosamente escogida y tan nefasta para aquellos que no se encuentran incluidos en el concepto: «civilización«.
Por otra parte, Arlt presenta personajes totalmente confundidos que habitan una realidad que no les comprende y que son invadidos por sentimientos macabros y destructivos.
En este cuento encontramos como hilo conductor del relato la confusión interior; que lleva a que el personaje principal, que desconfía de sí mismo, llegue a hacerlo de todo cuanto le rodea: incluyendo su prometida. Podemos encontrarnos con la parte sombría del ser humano como reafirmante de la esencia. Y como motor que motiva los actos del protagonista. El cual se encuentra encerrado en un círculo vicioso del que no tiene escapatoria.
Un inquietante cuento que, al igual que los dos anteriores nos sirve para reflexionar en qué clase de sociedad vivimos y si deseamos formar parte de ella; y de qué forma deseamos hacerlo: pasiva o activamente. Personalmente, creo que son tres cuentos sumamente actuales y necesarios para entender nuestra realidad.
Y hasta aquí los dejo por hoy. Si les ha gustado el artículo, les propongo que lean las cuatro entregas anteriores (I, II, III y IV).
Comentarios1
Interesante Artículo sobre los mejores cuentos de la literatura universal!... Gracias Tes... Un abrazo!
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