Hoy les traigo una nueva entrega sobre los mejores cuentos de la literatura universal. Pueden leer los artículos precedentes en los siguientes enlaces: I, II, III, IV, V.
Y ahora pasamos a los tres relatos de hoy. Los autores escogidos son Rodolfo Walsh, Isaac Asimov y Franz Kafka.
«Esa mujer», de Rodolfo Walsh
Hay algo en los cuentos de Rodolfo Walsh que no puede describirse con precisión. Esos pequeños guiños que hace a la ternura, a la nostalgia, en medio de una trama áspera y de pocos amantes, siempre me ha maravillado, y me parece que es lo que les da el toque maestro a sus relatos.
«Esa mujer» es un cuento extraordinario donde el autor consigue meterte en la trama sin dar nombres: ni personajes, ni ambientes, ni tiempos. Pese a ello es imposible no seguir el hilo y entender cuáles son esos nombres. Se habla de una mujer muerta a quien los obreros consideran una diosa. Los responsables de su crimen y de su posterior desaparición tienen cargos militares y también la veneran y la sienten propia. El propio protagonista, deseoso de esclarecer la historia, quiere conocer todos los detalles para hacer pública esa historia. Es una mujer que significa un verdadero mito para todos, que modificará la vida de cada uno de forma impresionante. Al leerlo no podemos pensar en otra persona que no sea Eva Perón.
Nos encontramos con un cuento basado casi exclusivamente en el diálogo, carente de oraciones enunciativas y con un alto contenido descriptivo, aunque introducido de una forma un tanto particular. Se encuentra narrado en primera persona por un hombre que va a visitar a un coronel quien le contará qué han hecho con el cuerpo de una mujer de la que no se dice el nombre. A lo largo de la conversación el coronel va contándole todo lo que hicieron con ella y termina diciéndole que la sacaron del país, pero no le dice a dónde la llevaron.
Rodolfo Walsh fue un acérrimo buscador de la verdad; convencido de sus ideas buscó esclarecer los asuntos políticos que estaban poniendo en peligro la integridad nacional. Fue un hombre comprometido con una causa en la que creía. Posiblemente este libro sea un referente inevitable de sus ideas políticas y sociales.
«La última pregunta», de Isaac Asimov
Isaac Asimov es un autor que me llegó hace poco tiempo y uno de sus relatos que más me gusta se titula «La última pregunta«. Creo que es una fantástica reflexión sobre lo finita que es nuestra capacidad, lo poco que podemos comprender conceptos como «universo», «vacío» o «siempre» y lo cíclica que es la historia.
Multivac era una poderosa máquina que se autoajustaba y autocorregía. Era sumamente autoeficiente y gracias a ella había sido posible el trazado de trayectorias que permitieron el viaje del hombre a la luna y a otros planetas e incluso la absorción de la energía solar para convertirla en energía utilizable para diferentes fines en el mundo.
El conflicto se plantea cuando un individuo le pregunta a la máquina si se puede revertir la entropía en el universo. A lo que ella no puede dar respuesta por tener datos insuficientes. Así a lo largo de la historia diversas personas intentan llegar a comprender si existe un modo de preservar la vida o de reutilizar la materia ya muerta. Multivac no encuentra respuestas acertadas; pero promete que continuará recavando información a fin de poder dar con una forma de conservar o recrear la vida. Finalmente, la historia sigue su curso y el ser humano desaparece junto con todas las estrellas. Pero Multivac no olvida su promesa; y cuando descubre la solución, dice: «Hágase la luz». y a partir de entonces la vida, nuevamente, se abre paso en la historia: por otros millones de años.
«La condena», de Franz Kafka
«La condena» de Franz Kafka es para muchos el inicio de su literatura; porque fue a partir de su escritura que Franz descubrió que tenía capacidades creativas y comenzó a desandar el arduo camino de la escritura.
Este relato tiene muchas cosas para resaltar pero me gustaría puntualizar en tres aspectos que me parecen destacables.
1) Está narrado con un estilo realista pero te introduce en una realidad oscura. El protagonismo lo tienen elementos abstractos como la culpa, la relación padre e hijo, el sentido de responsabilidad, la frustración.
2) Al principio entiendes que el padre, debido a su edad, está resquebrajado y su mente ya no funciona correctamente. Más tarde, toda esa debilidad se desvanece: se vuelve un ser seguro, invencible y es el hijo el que ocupa el lugar diminuto.
3) Hay un análisis subterráneo de lo que puede llevar a alguien a quitarse la vida: el sentirse condenado por los seres que debían protegerlo, el sentir que ha sido ultrajado y se han puesto en evidencia sus debilidades de una forma humillante, etc.
Kafka siempre es recomendable, y este relato entra, sin pensarlo, en la lista de las mejores historias escritas jamás. Lo que es recomendable aclarar antes de esta y de cualquier otra lectura de este autor es que con Kafka nada es lo que parece.
Y hasta aquí los mejores cuentos de nuestro artículo de hoy. Espero que los haya tentado lo suficiente como para querer leerlos. ¡Disfruten de la lectura!
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