La literatura en muchas ocasiones no sólo se convierte en un mero instrumento para dejar volar la imaginación y disfrutar con historias fantásticas, sino que además pasa a ser, en otras ocasiones, fiel reflejo de la sociedad. Buena muestra de esto último podemos decir que es la bibliografía del escritor estadounidense Erskine Caldwell.
Y es que aquel utilizó sus libros para dar a conocer cómo era su país tras las crisis del 29. La política, la sociedad y la economía de aquella época se convirtieron así en los principales ejes de las historias que narraba.
Todo ello queda perfectamente reflejado, por ejemplo, en su novela La parcela de Dios. En el año 1933 fue cuando se publicó la misma que gira en torno a la familia Walden, que vive en una granja y que decide buscar oro en sus tierras. Lo hace con la clara idea de que así podrá conseguir la riqueza que le permitirá salir de la situación angustiosa que vive.
Ese deseo les lleva a los miembros de la familia a centrarse en una búsqueda totalmente irracional que supone que dejen de lado lo que realmente les da algo de comida y dinero: los cultivos.
Ese será el leit-motiv del libro pero también el conjunto de pasiones que rodean a los protagonistas, tanto a nivel sentimental como de poder. De esta manera asistiremos a todo un entramado de venganzas, traiciones y delitos, como un asesinato. Y todo por la fiebre del oro y la búsqueda de la salida de la pobreza.
La miseria social
En esa misma línea de reflejar la sociedad estadounidense de las décadas de los años 30 y 40 se encuentra el libro que Erskine Caldwell publicó en el año 1955 bajo el título Un lugar llamado Estherville.
Una de las novelas más interesantes, emocionantes y duras de la bibliografía de aquel es esta narración que toma como protagonistas a dos hermanos mulatos del sur de América. Personajes estos de los que conoceremos su vida a través de los trabajos que realizan para sus distintos patrones.
En concreto, además de las ideas y deseos de los jóvenes, también descubriremos las propias vidas de sus jefes a través de sus ansías de poder, sus aires de superioridad e incluso sus más profundos deseos sexuales. Todo ello supondrá, por tanto, que los protagonistas vean frustradas continuamente sus ansías de tener una vida mejor, sencillamente de vivir de manera honrosa y feliz.
El tercer trabajo que te queremos recomendar dentro de esta línea es el que lleva por título Tierra trágica. Se publicó en el año 1963 y nos acerca a Pobre Chico, un arrabal de la ciudad donde los vecinos viven en condiciones realmente lamentables, duras y sin visos de esperanza de cambio.
Algunas de las personas que residen en las calles de aquella zona serán las que se conviertan en protagonistas de las páginas de este libro que, aunque con matices de humor, se vuelve duro y nos toca la fibra sensible. Lo consigue mostrando además la cara más cruda de la sociedad estadounidense, aquella que está dominada por la injusticia, la opresión y la intolerancia.
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