Hablar de la literatura ucraniana es hacer referencia obligatoriamente a la figura de Irene Némirovsky. Esta es una autora, ganadora entre otros del prestigioso Premio Renaudot, que supo conquistar a público y crítica con sus trabajos, en los que quedan patentes no sólo sus viajes o su conflictiva situación con su madre sino también qué supuso ser judía en el momento de mayor auge del nazismo. Un movimiento este que acabaría finalmente con su vida en el campo de concentración de Auschwitz, donde murió de tifus.
Por todo eso y mucho más merece la pena acercarse a la bibliografía de esta pluma y especialmente a alguna de sus mejores novelas, entre las que se encuentran estas:
El ardor de la sangre
En el año 2007, de manera póstuma, fue cuando se llevó a cabo la publicación de esta narración, que se sitúa en los años 30. El escenario, por su parte, no es otro que una pequeña ciudad de provincias donde vive el protagonista, un hombre de sesenta años, que absolutamente solo y sin dinero, porque ha dilapidado toda su fortuna recorriendo mundo, se enfrenta al presente y al futuro de una manera tranquila y relajada.
Sin embargo, un día esa placidez de la que disfruta se rompe. Y es que tiene lugar un fallecimiento trágico que rompe tanto su paz como la del resto de habitantes de la población. Una situación que propiciará que empiecen a salir a la luz un sinfín de planes ocultos, venganzas y secretos que habían pasado años ocultos.
Suite francesa
Otra de las novelas publicadas póstumamente de Irene Némirovsky es esta, con la que se le otorgó el citado premio Renaudot en el año 2004. La trama da comienzo los días previos a la invasión alemana de París. En ese marco, los ciudadanos ven truncadas sus vidas y con los primeros bombardeos muchos toman la decisión de huir de la ciudad y refugiarse fuera. Un auténtico horror que empieza a demostrar el peor lado del ser humano, cuando atrás quedan ancianos abandonados, esposas y amantes repudiadas, argucias de todo tipo para poder conseguir agua y comida…
No obstante, en toda esa vorágine de drama, de dolor y de huida, también la autora nos acerca a alguna historia de amor, que se convierte en el único atisbo de felicidad en un ambiente lleno de horror y de crueldad.
El maestro de almas
No menos importante dentro de la bibliografía de la escritora ucraniana es este libro, de 1939. En él se nos acerca a la figura de Dario Asfar, un médico de Crimea, que decide emprender una nueva vida junto a su esposa e hijos. Por eso, se traslada a vivir a Niza, donde espera salir adelante y amasar una fortuna que les permita disfrutar de bienestar.
Sin embargo, no le resultará nada fácil. Y es que en la ciudad existen muchas suspicacias respecto a su origen. Por eso, tomará una decisión: decide convertirse en terapeuta, en un momento donde los más pudientes de la sociedad muestran un absoluto fanatismo por el psicoanálisis.
Así, será como comenzará un nuevo rumbo en su vida en el que disfrutará de todo lo que había anhelado, pero, todo tiene un precio y así lo descubrirá.
¿Te animas a descubrir el mundo de Némirovsky?
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