Está claro que, como dice el dicho popular, “para gustos, colores”. No obstante, es innegable que numerosos son los apasionados de la literatura que a la hora de elegir un libro para disfrutar de él optan por decantarse por uno del llamado género de misterio, donde destacan figuras clásicas como Patricia Highsmith o Agatha Christie.
El hecho de que existan secretos, criminales ocultos, investigaciones que no llevan a ninguna parte o venganzas que esperan salir a la luz es lo que hace que esas historias atrapen desde el primer momento y resulten realmente atractivas.
Pues bien, en los últimos años ha surgido un escritor que ha conseguido conectar rápidamente con ese tipo de lectores gracias a novelas de suspense muy interesantes. Nos estamos refiriendo al norteamericano Daniel Woodrell.
De esos libros, que suelen tener como escenario la meseta de Orzak (Misuri), hay que subrayar además que algunos han sido llevados al cine y que se están traduciendo a diversos idiomas. Por el momento, estos son dos de los más especiales y de mayor calidad que han salido de su pluma estilográfica:
Los huesos del invierno. En el año 2006 fue cuando se publicó esta narración que toma como protagonista a Ree, una joven de diecisiete años que debe hacer frente a un duro trance: su padre, que se encontraba en libertad condicional, ha desaparecido. Una situación que resulta trágica no sólo por no saber dónde está aquel sino también porque si en el plazo de un mes él no aparece, les quitarán la casa familiar.
¿Qué hará la adolescente? Ponerse manos a la obra y por su cuenta intentar dar con el paradero de su progenitor. Es la única solución posible si quiere evitar el embargo y que su madre, que se encuentra muy enferma, y sus dos hermanos pequeños se vean en la necesidad de tener que dormir en la calle.
La muerte del pequeño Shug. Este mismo año 2014 ha sido cuando ha llegado al mercado literario en castellano esta otra novela de misterio de Daniel Woodrell, que rápidamente se ha convertido en un éxito, tanto por las opiniones de la crítica como por la aceptación entre el público.
El protagonista no es otro que Shug, un niño de trece años que tiene problemas para relacionarse con otros chavales de su edad porque cuenta con una baja autoestima por culpa de su obesidad.
Su día a día transcurre al lado de su madre, Glenda, y trabajando segando el jardín del cementerio a cambio de algo de dinero.
No obstante, lo más complicado de la existencia del día a día del adolescente es la convivencia con su supuesto padre, Rod. Este es un hombre muy violento y con problemas de adicción a las drogas que le obliga a robar medicinas.
Esa realidad tan cruel es la que le ha tocado por “suerte” a Shug. Sin embargo, quizás pueda cambiar. Y es que aparecerá en escena un hombre que es muy elegante y que cuenta con una educación y trato exquisito. Se trata de un caballero que se convertirá en parte fundamental de la existencia de los tres personajes citados, a partir de la atracción que sentirá por Glenda, y que puede hacer que sus vidas sean mucho más felices o un nuevo foco de desgracias y perversiones.
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